sábado, 31 de diciembre de 2011

Tapa

Y entonces un día hice la tapa de un diario. Fue un 16 de octubre de 2011, día de la madre, a tres días de cumplirse cuatro meses de su partida.

Cuando salí del diario empecé a comprender eso que siempre me da vueltas en la cabeza. Las señales. Me fui a un bar, me tomé cuatro fernet, monté la moto y pasé a buscar el diario con la tapa que hice a lo largo de todo aquel domingo.
Llegué a casa y me puse a llorar como un niño.

Y entonces entendí que estábamos en paz. Que ella finalmente no se había ido. Que siempre estuvo ahí conmigo y ése domingo en su día me corrigió errores y me ayudó a cerrar temprano mi primera edición.
Y entonces entendí lo inentendible, su ausencia constantemente presente.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Pelotudos

Iba a ser una jornada difícil la que estaba empezando a desandar. Dicen que desde temprano el Mandatario provincial llamó y en la mayoría de los casos, despertó a sus funcionarios para retarlos con una inagotable caterva de improperios sobre una nota publicada en un matutino metropolitano.

La noticia daba cuenta que un centro de asistencia médica público estaba sin aire acondicionado y que pacientes, familiares, médicos y enfermeros debían ponerle el cuerpo al calor. Un extra que podría ser letal a la hora en que una persona define si queda o no a este lado de la existencia. Tanto para enfermo como para facultativos que deben trabajar para que el mortal siga en esa condición, siendo mortal.

Vaya que el hombre se molestó y a penas se enteró de la cuestión, vía tabloide sobre el cual siempre dice no ser muy afecto –afirma que no los lee con frecuencia- indagó el porqué tal historia se hizo pública y qué diantre pasó con los equipos de aire acondicionado; en ese orden.
Para colmo de males un día antes el gobernador recibió llamados de intendentes del interior provincial y no eran justamente para saludarlo por las fiestas de fin de año, eran para pedirle que solucione los cortes de energía que se multiplican cada vez que la temperatura estival pasa los 35 grados.

En el medio de todo esto y como se indicó más arriba, un muy mal día, un par de cronistas acudieron al jefe Estado para entrevistarlo y ensayar una especie de balance oficial 2011 en voz y pensamiento gubernamental. Escoltados por algunos escribas que aún sentían en los oídos reclamos del jefe, fueron recibidos por el Mandatario provincial con el saludo a quema ropa: “Quiénes son los pelotudos que escriben eso del hospital en el diario”. Vagamente la afirmación sonaba a broma y ambos cronistas atinaron a sonreír y uno soltó como respuesta que el gobernador aclare a qué pelotudos se refería porque en el matutino había varios a quienes le podría caber semejante mote.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Príncipe desteñido

En las adyacencias de la aldea el Príncipe rondaba por las noches en busca de algo que alivie su nostalgia y sobre todo que pueda vencer a un feroz enemigo. El olvido. Pero hasta ahora no tenía ni armas ni ánimo suficiente para enfrentar a tal adversario.

Y así andaba, errante por bosques aledaños mirando las campiñas y mujeres laboriosas que cosechaban el trigo, hombres que iban de caza en busca de ciervos y pavos reales para obtener plumas destinadas a los disfraces de carnaval.

Habían pasado meses y quizás años hasta que seriamente el Príncipe empezó a caer en la cuenta que estaba condenado a no lograr vencer al temido olvido, es más, ya estaba casi convencido que no podía siquiera hacerle frente en algún páramo cercano a la aldea.

Pero no hay mal ni conjuro que perdure cien años.

Una noche de primavera parecida a una otoñal le hablaron de una princesa sobre quien decían que por las noches se convertía en bella durmiente y entonces el hijo de reyes abdicados juntó valor y bajó a la comarca. El objetivo era buscar y hallar a la dama en cuestión y con ella dar pelea al olvido rodante por todo el dominio aldeano.

Cortejó a la doncella durante algunas semanas, caminaron por las praderas y hasta se adentraron en el lago cercano al caserío con fama de ser encantado en vísperas de lunas tísicas.

Así el Príncipe creyó que estaba listo para medirse con su acérrimo enemigo pero antes debía enamorar a la doncella y cuando estaba apunto de hacerlo ella le confesó la brutal realidad: no era una bella durmiente y ergo, no necesitaba de besos para despertar.

La poca moral que le quedaba al antihéroe de esta historia se diluyó con una gran lluvia desatada en plena madrugada cuando abandonó su camino a la aldea. De regreso al bosque caviló en qué había fallado y que nunca jamás presentaría batalla al olvido.

Cuando llegó a la mitad del bosque, empapado por la voraz tormenta e iluminado por un relámpago notó que el azul de su atuendo estaba desteñido.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Así estoy yo

No hay nada peor que una sala de espera donde no habita la esperanza. Donde el dolor, la angustia y la vulnerabilidad humana van tapadas en sábanas blancas y la parca ronda silenciosa y cautivante como ella se caracteriza.

Niños gritando tras pasar estudios ultravioletas, gente apremiada por saber resultados que ya saben que no serán buenos.
Sillas de ruedas con pasajeros conectados a sueros y tubos de oxigeno.
Caras que no dicen nada y rengos que buscan vanamente disimular la minusvalía.
Otros como yo con hidalguía fingen tranquilidad cual pronto fusilado frente a su pelotón que lo ultimará.

Entonces uno recuerda al ver estas instantáneas que absurda es la materialidad de la cosas. Que burdo es el dinero, el andar a prisa y el ser puntual. Que torpe es ser un fanático del trabajo y qué nostálgico y lejanos quedaron aquellos tiempos en que uno era inmortal.

Amores perdidos en las profundidades de los mares del olvido y ahora embriagarse con agua mineral y nada de picantes y frituras.

Diminuto ante esas cosas de la vida se me viene a la mente aquella canción: “Apenas vi que un ojo me guiñaba la vida le pedí que a su antojo dispusiera de mí, ella me dió las llaves de la ciudad prohibida yo, todo lo que tengo, que es nada, se lo dí”.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Vino

Dicen que aquel revolucionario lo transformó de agua a etílico y después recién fue por la multiplicación de panes.

Dicen que es la sangre de ese revolucionario que será derramada entre nosotros y que es fermento de amistad. Dicen que libera al hombre de sus represiones y lo hace decir la pura verdad.

Dicen que con él los borrachos tal cual los locos no mienten.

Dicen que tras él, en la resaca hay que ser elegantes y mucho más si se está ante la presencia de una dama.





Siempre son buenos los corchos fuera de su lugar

lunes, 7 de noviembre de 2011

Horas indecorosas

Las horas indecorosas son las más hermosas para los errores, para saber que aún estamos hechos de carne, huesos y pecados. Lo dice un buscador de redención, marino sin timón ni sirenas de quienes escapar.

Un león domesticado en la amarga y monótona jaula del hogar. Mamotreto de cotidianeidad.
Indecorosos besos del olvido que a estas horas se acuerdan de aquellas promesas furtivas. ¿Hidalguía en la derrota? No, ni cara, ni pírrica. Si es con musas mejor para propuestas indecorosas.

Malditos y benditos recuerdos con herrumbre de noches inmortales.
Indecorosos estos garabatos que por la hora de la madrugada y el Malbec se animan salir a escena.

P/D: 02.15 madrugada del 4 de noviembre 2011

miércoles, 12 de octubre de 2011

Nostálgicos

Salí aturdido de aquella conferencia de prensa además de la alta temperatura y lo denso de la humedad en aquel viernes de primavera. Entendí quizás al ver esos personajes porqué le va tan bien en las urnas al gobierno nacional, porqué los pobres y los que están fuera del sistema, el kirchnerisno, Cristina, les hacen creer lo contrario, que son parte de un proceso histórico de reivindicación de las masas tras varias décadas de liberalismo y capitalismo despiadado.

El viernes 07 de octubre Eduardo Duhalde tuvo su paso fugaz por Corrientes, arribó a las 12.30 al salón de conferencias del Hotel Guaraní, abrazado junto a José Antonio “Pocho” Romero Feris, su representante a nivel provincial. Una especie de gerente del Frente Popular que postula al bonaerense a Presidente de la Nación, esta vez por medio del voto popular y no a través de estrategias golpistas como fue en 2001. Mientras que el ex gobernador va con la misma alianza en busca de una diputación nacional.

Con un monólogo el postulante presidencial se dedicó a exponer sobre economía pero en términos muy generales, mixturó su lectura con envenenados dardos al gobierno nacional y evidenció su costado más derechista y reaccionario.

A ver, por ejemplo, para Duahalde “de seguir así dentro de poco se casarán hombres con perros”. El candidato presidencial teme una especie de Apocalipsis ya que Argentina es el primer país de Latinoamérica en tener una ley que permite el casamiento entre personas del mismo sexo.

Además, el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires tiene una imagen de mártir patriótico: “Le dije a mi mujer, no quiero volver a esa silla eléctrica, pero volví porque sé que le puedo dar muchas más cosas al país”. Sí, es como lo leen, el señor y doctor Eduardo Duhalde comparó el sillón de la Presidencia de la República Argentina con el instrumento que en algunos países hasta hace muy pocos años atrás se usaba para ajusticiar a condenados a muerte. Estados Unidos por ejemplo, lugar al que el candidato siempre se remite para comprarlo con nuestro país, utilizó tal herramienta hasta fines de los ’80. Actualmente modernizó el sufrimiento con inyecciones letales y el pase de lo terrenal a lo celestial es inadvertido por el condenado, primero lo deja en un estado inconciente y luego paraliza el corazón y finalmente el cerebro.

Si abundamos justamente en el inconciente del candidato veremos que la electricidad tiene que ver con su pasado, el de sus amigos militares con quienes siempre tuvo buenas relaciones desde los albores de su carrera política allá por los ’70. Cuando se hizo cargo de la intendencia de Lomas de Zamora tras la destitución del jefe comunal, el joven Duhalde era por ese entonces un ignoto concejal de dicho partido bonaerense.


Pero vuelvo a la conferencia de prensa devenida en monólogo, la gente que se acercó calzaba pañuelos naranjas, distintivo del Partido Nuevo, un emblema de los ’90. Entre el público muchos dirigentes de aquella década infame, Carlos Machi, Mirta Salazán, Ana María Penceri; lo cual no quiere decir que los mismos sean infames pero sí fueron protagonistas de aquel proceso político cultural que atravesó la Argentina.

Por último, para ubicarse en el contexto histórico el doctor Duhalde dijo que “la esclavitud no estaba mal vista por nuestros tatarabuelos, incluso para la Iglesia no estaba mal vista”, semejante afirmación me terminó de aturdir.

Creería que el candidato quiso significar que todo evoluciona en el mundo y que las banderas de antaño hoy en día son fracasos de la humanidad en el pasado.

En fin, Duhalde nunca explicó qué quiso decir con eso de la esclavitud y su aceptación social. De regreso al diario y caminando bajo el furioso sol del mediodía me dije que uno hasta es capaz de volverse kirchnerista con semejantes retrógrados nostálgicos.

martes, 11 de octubre de 2011

Teresa Parodi tiene Otro Cantar

Son quince canciones más un bonus track, “Corazón de pájaro”, grabado en 1.994 con Mercedes Sosa componen el nuevo trabajo de Teresa Parodi. Para escucharlo una tarde de esas en que la melancolía se adueña de los pensamientos, tras un asado y frondosa sobremesa en el fondo de la casa o bajo un árbol. Porque la cadencia de Otro Cantar “es la nostalgia que no es mala”, dijo la cantante y sobre ese cántaro fluyen las melodías que se mecen en un lánguido andar envolvente.

Desde el holl del Teatro Vera Parodi atendió a los medios de la capital provincial para hablar de su flamante disco salido a la venta el pasado 6 de septiembre, el número 27 en la carrera de la artista radicada desde hace años en Capital Federal.

La placa fue grabada en vivo y no por partes como se acostumbra, instrumentos y voz por lados separados, los integrantes de la banda, un cuarteto que acompaña a Parodi desde hace tiempo, solamente hicieron dos tomas por canciones y ya quedaban listos los registros. Una verdadera curiosidad como lo son los artistas invitados, por ejemplo, Rosendo Arias, el fallecido autor que integró dúo con Ofelia Leiva, participa “en uno de los chamamé más chamamé que es La Fiesta Grande”, explicó la cantante quien puso letra a esa creación musical de Arias y la interpreta con Fernando Barrientos.

La joven Ana Prada endulza “Como el Río" una metáfora “de lo que son los adioses en la vida” afirmó Parodi que remarcó la presencia de sangre y voz jóvenes en su último disco. Sobre eso afirmó que “con mis 63 años creo tener algo de autoridad para saber decir caminemos con estos jóvenes que sirven para pararse desde otro lugar y son los que alimentan la música popular como así también lo hacen los grandes maestros de la música latinoamericana”.

Formalmente el disco estrenará escenario el 5 de noviembre próximo en el Teatro ND Ateneo de Buenos Aires y luego sobrevendrá una gira por el país donde Corrientes será parada casi obligatoria en el Festival Nacional del Chamamé. Aunque Otro Cantar ya tuvo una aproximación a las tablas “por fuera del circuito tradicional” contó Parodi para recordar su paso por un reducto under de la Ciudad de Buenos Aires, el Club Atlético Fernández Fierro. Lugar de artistas poco conocidos pero con diversidad en el espectro musical donde mixturan géneros y generaciones, “fue una experiencia muy gratificante para mi corazón”, dijo.

Piazzolla: casi al final de la conferencia de prensa Teresa Parodi se sorprendió por la presencia entre los periodistas de Daniel "Pipi" Piazzolla, nieto del “gran maestro” que anoche se presentó en el Teatro Vera con su sexteto Escalandrum. La artista recordó entonces una presentación con el bandoneonísta y compositor Astor Piazzolla: “Tenía un gran miedo por mi pronunciación de la erre y el en broma me dijo está perdona Teresa no se haga problema”.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Con las bolsas de ECO montabas un kiosco

Un avezado lugarteniente del peronismo provincial me lanzó la frase el lunes 19 de septiembre ya entrada la noche: “Con las bolsas de ECO montabas un kiosco”, sorprendido y zambullido en la afirmación muy original detuve mí tipeo en la redacción y me propuse escucharlo al hombre.

Con su eufemismo significó o al menos trataba de hacerlo porqué el PJ perdió en la capital provincial a manos de Encuentro por Corrientes (ECO), siete puntos de diferencia que la alianza del gobernador radical Ricardo Colombi, por lo menos lo que le queda de radicalismo, holgadamente sacó al justicialismo del intendente kirchnerista Carlos “Camau” Espínola.

“Y las bolsas de Fabián (Ríos) y de Camau tenían un paquetito de yerba, fideo y arroz que parecía arrocín. Ahora van a saber lo que pasa cuando se pijotea en las elecciones”, siguió con su tajante diagnóstico mi interlocutor que describía con más rabia que pena cómo fue la logística del peronismo el día eleccionario del 18 de septiembre pasado.

Es más, me contó también y luego lo corroboré con un colega que el encargado de llevar comida a los fiscales peronistas era el ex muchacho medallista, pero nada, los sándwich y gaseosas nunca llegaron.

Todo el ensayo del peronista dolido fue para abonar la teoría de que Camau “no laburó como tenía que laburar”. Es más: “No mostró la cara hermano”, insistió el hombre herido de muerte en su orgullo del movimiento nacional.

Hablan en el peronismo por lo bajo que hubo o hay desde hace tiempo un acuerdo implícito entre el intendente capitalino y el gobernador de no agredirse, dicen al menos hasta 2013. ¿Será tan así? Vaya uno a saber cómo se manejan los subterráneos pensamientos de la política.

Sí es verdad que públicamente ambos siempre se muestran contemporizadores y nunca una palabra de más en contra del otro, nunca un ataque verbal artero, eso es verdad.

Por último el peronista habitual visitador de la redacción donde me gano la vida y trato de escribir buenas notas, una esperanza repleta de heridas, antes de irse resignado dijo: “Estoy cansado de perder, me voy a ir a vivir al Chaco porque ahí Coqui (Jorge Capitanich) es una máquina. ¿Vieron como aplastó a los radicales?"

Por la noche en mi pelea fratricida con el sueño para poder dormir cavilé en los parámetros que aún hoy, en el siglo XXI, se siguen usando para hacer política. Bolsas de mercadería.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Otra vertiginosa presencia kirchnerista de complejo abordaje

Dicen que hay que predicar con el ejemplo, la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, desde que asumió la jefatura de Estado en diciembre de 2007 no concede entrevistas de ningún tipo –televisivas, radiales o escritas- y lograr una repuesta suya durante recorridas y actos oficiales, es una quimera para los medios de comunicación y periodistas. El estilo pareciera ser una impronta de gestión ya que casi todos sus funcionarios hacen del hermetismo y rechazo a la prensa, una religión.

Ayer ocurrió eso con la fugaz y vertiginosa visita a esta capital de la ministra de Industria, Débora Giorgi, en una clara señal política al delfín que posee en Corrientes la Presidente, el intendente Carlos “Camau” Espínola, tres días después de la derrota electoral que padeció a manos del oficialismo provincial.

Giorgi arribó pasadas las diez y raudamente se dirigió al palacio comunal ubicado en el microcentro correntino, a bordo de una furgoneta importada con custodia de la policía federal –traída con ella- y en una caravana a quien abría paso en las calles cuatro motociclistas de la Dirección de Tránsito Comunal.

Hasta allí parecía la habitual corte que suele acompañar a funcionarios nacionales en cada incursión tierras adentro en el interior del país, pero la sorpresa vendría en la sede municipal al momento de la conferencia de prensa. No más de cuatro preguntas y así fue, seguramente el pedido de protocolo por parte de la ministra dispuso la orden y prensa municipal de Corrientes la ejecutó a pie puntillas.

Para asegurarse que ningún cronista –entre los que estaban dos de época- se filtrara y abordara a la funcionaria nacional, el salón Pocho Roch, quedó cerrado hasta que Giorgi se escabullera por una puerta lateral y de esa manera cerrara su casi testimonial encuentro con los medios correntinos.

Hotel tomado

Para el mediodía se dispuso un almuerzo entre el mundo empresarial de la provincia y la ministra de Industria nacional, junto al intendente capitalino y la primera plana de sus funcionarios. Hasta el remozado Hotel de Turismo un cronista y fotógrafo llegaron para entrevistar ya no más a la funcionaria federal sino a los hombres y mujeres de negocios que compartirían el opíparo con ella, fue inútil, ambos tuvieron que abandonar las instalaciones del lujoso hospedaje “porque la reunión es privada”. Así lo explicó lacónicamente una encargada de prensa del ministerio conducido por Débora Giorgi, de cerca un guardia de seguridad supervisó que ambos se ubicaran en la vereda del edificio.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Soy una gran escritora

Irreverentes los “que rondan por siniestros ministerios haciendo la parodia del artista” dice Fito Paéz en “Al lado del camino”; una gran canción que retrata los tiempos en que vivimos.

Lo sucedido hace un par días exhibe la matriz de la cual están hechos y hechas correntinos y correntinas que suelen ubicarse sobre pedestales de un arte intocable para el resto de los mortales. Un arte que tiene mucho de coqueteo con funcionarios y de prosapia en apellido compuestos. A mí me pasó hace dos meses atrás algo similar a esta situación:

El jueves 15 de septiembre por la mañana en la Plaza Vera en plena peatonal correntina el orfebre Juan Carlos Pallarols se instaló con una mesita y un par de sillas para que la gente se acerque y cincele la madera que en diciembre próximo, será un bastón presidencial.

Una colega se aprontaba a una nota con el reconocido artesano que se dedica a estos menesteres desde hace años, mientras el reportero gráfico disparaba flashes en busca de una buena foto hasta que la humanidad de una señora se interpuso entre el fotógrafo y el artista. La mujer entre besos y abrazos se presentó a Pallarols con bastante estridencia apuntándole el nombre del diario para el que cumple tareas, el orfebre confundido no entendía bien las formas de su interlocutora.

Ofuscada, la colega cargó por lo bajo: “Sos una desubicada” intentó ajusticiar por semejante atrevimiento a la intrusa. Como respuesta obtuvo: “A diferencia de vos soy una gran escritora”, dijo la temeraria supuesta mujer de letras conocida en el medio vernáculo por sus poesías con excesos de adjetivos, melosidad que camina en el trapecio de la cuerda floja siempre a punto de ir al vacío de la cursilería, y buenas amistades para promocionar tales versos.
Gracioso, me llamó la atención del “chapeo” no?

Les decía que meses atrás me ocurrió un episodio parecido con el reconocido encuestador Enrique Zuleta Pucceiro tras una disertación del consultor, me acerqué para hacerle una nota y en mi trajín se interpuso un joven a pedir recomendaciones bibliográficas al especialista en sondeos de opinión.

El muchacho antes de presentarse dijo: “Soy el sobrino del Vicegobernador Braillard Poccard” y en tono de súplica cholula agregó, “qué libro me recomendaría leer”.
Irreverentes ¿no se pueden valer por sí solos? que deben andar con chapa en mano.

http://cuentospauperrimos.blogspot.com/2011/06/sobrino-de.html

viernes, 16 de septiembre de 2011

Boudou, el Señor Burns y los ‘90

Verlo a Amado Boudou es como mirar una polaroid andante de los ’90, un tipo bien parecido, buena percha, carismático, quitador de suspiros en las chicas y rocket. Pero por sobre todo es un cruzado de la causa nacional y popular, esa guerra santa contra los poderes y medios hegemónicos que lleva adelante su Santidad Cristina; a esto hay que sumar que Amado también anda en motocicleta para ir a tono con su afición al rock.

Curioso porque el pasado 06 de septiembre en una maratónica visita a la capital provincial, para darle una manito a los “compañeros” correntinos hacia las urnas del 18 de este mes, el acto vespertino que cerró su fugaz paso por estos lares también tiene una reminiscencia a los ’90.
En el Barrio 17 de agosto a un costado de la Escuela 955 tuvo lugar el mitin que no convocó a más de 400 personas, todas muy efusivas al verlo a Amado y correctamente transportadas en sendos colectivos urbanos de la ciudad.

Decía, que el lugar donde hicieron el acto tras cortar cintas para inaugurar una avenida-Juan Domingo Perón donde estuvo el escenario- pavimentada hace meses, también nos lleva a los años dorados del menemismo donde todo era posible. Tanto que hasta un peso era lo mismo que un dólar.

El mencionado colegio lo inauguró Raúl “Tato” Romero Feris en septiembre de 1997 pocos días antes de las elecciones de aquel año. Fue un gran acto con tintes épicos donde el Mandatario provincial arribó al lugar en helicóptero, descendido de los cielos como a el siempre le gustaba que lo vean.
Fue además una de las últimas grandes inauguraciones en el periodo más fuerte del “tatismo” y que posibilitaría el triunfo de la facción ideada por Romero Feris para ganar las elecciones sin depender de nadie, especialmente de los partidos tradicionales como el autonomismo y el liberalismo.

Dando vueltas por el lugar mientras observaba a jóvenes tomarse la tradicional birra en descartable para amenizar la espera, recordaba lo particular que tienen las épocas sin saber lo que Amado diría en su discurso para graficar una idea sobre la cual el hasta ahora ministro de Economía no tiene mucha idea.

“Ayuí es como la Planta Nuclear del Señor Burns y no lo vamos a permitir. No vamos a permitir que se sigan llevando puestos a los correntinos”, dijo un Amado a flor de risa ante un multitud embanderada y con muchas ganas de escucharlo cantar y tocar la guitarra, muchas más ganas que la de oír definiciones políticas.

“El Señor Burns”, me repetí y parecía que el círculo de las épocas cerraba porque el personaje de los Simpsons que además de ser propietario de una central atómica y contaminar a todo el poblado de Springfield, es un hombre oscuro y perverso que disfruta haciendo el mal.
Vaya metáfora de una de las series iconos de los ’90 para simbolizar que la guerra del gobierno kirchnerista al grupo Clarín seguirá con mucha más fuerza y legitimidad –quedan los votos- pasado el 23 de octubre.

El proyecto Ayuí para el que no lo sabe es una fusión de dos empresas nacional y extranjera productoras de arroz y la idea es hacer una represa de exorbitantes proporciones que inundará centenares de miles de hectáreas en el centro de la provincia. Todo tiene epicentro geográfico en Mercedes sobre las aguas del arroyo Ayuí que es uno de los tantos afluentes que poseen los Esteros del Iberá.

¿Qué tiene que ver el grupo Clarín? El vicepresidente del emporio comunicacional, José Aranda, es quien está al frente del megaemprendimiento arrocero en Corrientes.

Pero otra curiosidad y esto ya es de la era kirchnerista, así como el gobierno se empeña en trabar la represa mercedeña muy cercana a los Esteros del Iberá, por qué no utiliza los mismos empeños para idénticas cruzadas y en especial las que tienen que ver con minería a cielo abierto en la región de Cuyo -San Juan, Mendoza-. Ejemplos contradictorios como estos podrían ocupar una extensa lista como las innumerables temporadas de la familia de color amarillo.

martes, 30 de agosto de 2011

Hotel de Turismo, la casa gana

El fotógrafo dice: “Me parece que estás rejas no quedan muy bien”; Contesto, “sí, dan un aire carcelario”. Ambos rodeamos para ingresar al nuevo Hotel de Turismo el pasado viernes 26 de agosto cuando inauguró la primera etapa de sus obras que dicen, prometen, lo convertirán en cinco estrellas con vista impagable al Paraná desde una terraza ubicada sobre un piso once. Aunque para estas dos partes habrá que esperar casi un año más.

Es verdad, el rejado se extiende por todo el perímetro y de hecho es una gran verja perimetral con puntas de lanzas en su extremo superior, color oscuro y cavilo mientras entramos con el reportero si será para asegurar el lugar de marginados que quieran entrar y hacerse de algo ajeno o es para asegurarse que algún jugador empedernido se largue sin pagar la cuenta. El casino más grande de la ciudad -hay dos en Corrientes- está pegado al hospedaje y es parte del mismo emprendimiento. Soliloquio que yo solamente puedo hacerme.

Una vez dentro del antiguo edificio hecho a fines de los '40 veo que no sufrió grandes transformaciones, el salón de reuniones mantiene su fisonomía aunque con parquet y piano nuevo, sí, un piano que oficia de adorno. No hay pianista, ni chica tirada sobre sus cuatro patas.

El espacio de lo que era el comedor colonial ahora devenido en industrial es donde se llevará acabo la ceremonia inaugural, son más de las nueve de la noche y todo el mundo come y bebe, hay ambas cosas en abundancia. Como las damas, se vistieron en abundancia, exageraron los vestidos con brillantes simulando perlas e intuyo que son ropas que algunas veces las usaron en casamientos. Las chicas van de botas y medias de red, muy pintadas, muy peinadas, perfumadas, muy gatunas diría Arlt. Y es verdad, tienen una mirada gatuna y se mueven con el sigilo propio de los felinos.

Observo a mis colegas y los veo excitados porque se sienten parte de la celebración que el discurso oficial dice traerá desarrollo y prosperidad a la ciudad y a la provincia. Por fin un hospedaje con niveles internacionales para esta metrópolis que recibe avalanchas de turista venidos de todas partes de mundo.

Mi compañero, entra en esa vorágine orgásmica y se suma al grupo de periodistas que se ubican frente al atril donde se dirán las palabras gubernamentales.

Los políticos también denotan estar en un nimbo, esperan a Hugo Goitia, el dueño de este emporio del juego que dudo sea de azar. ¿Alguna vez vieron perder a un casino? Sabemos quién es el que gana en este negocio. Y los grandes aportes que puede hacer a campañas electorales que hasta la intendente de Resistencia, Aída Ayala (UCR), se cruzó el Paraná en pos del desarrollo turístico de las capitales chaqueña y correntina.

Continúo la observación y el techo también es el mismo al de la fachada antigua, no lo tocaron, algunos detalles como ser un sector del ex comedor si entró en una modificación total y quedó con visos modernos bastante hoscos. Es el que da hacia el patio sobre avenida costanera.

Quince minutos para las diez de la noche y llega el corte de cintas, andanadas de flasches fusilan al trípode de hombres que parecen amigos de toda la vida reencontrándose en esas patéticas fiestas de aniversario de egresados. En un extremo el intendente de esta capital, Carlos “Camau” Espínola, en el otro el gobernador Ricardo Colombi; kirchnerista y antikirchnerista dicen ser, en el medio quien une esa antípoda es el señor Goitia. ¿Quién dijo que hay cosas que el dinero no puede comprar?

Cada uno de los mandatarios es seguido por sus respectivas cortes y se acomodan en el frente y es el gobernador el que cierra los discursos, antes habló Eduardo Seoane, representante de la empresa HOCO S.A que lleva adelante la refacción del hotel y es su concesionaria por veinte años, luego hizo lo propio el intendente Espínola.

Es Colombi quien da la definición de todo el hecho y remarca una política de Estado. Su política de administración en la cosa pública: “El gobierno, el Estado no puede andar atendiendo hoteles o haciendo de empresa cuando no tiene recursos”, dijo.

El Hotel de Turismo es propiedad justamente estatal pero fue concesionado a HOCO S.A y Casinos del Litoral S.A. por el lapso de veinte años en un expeditivo trámite de concurso de ofertas en octubre de 2010. Además de ser un edificio perteneciente al patrimonio histórico de la ciudad y de la provincia fue un icono de Corrientes, construido a fines de los ’40 simbolizó una época de vacas gordas en la provincia. Hoy subyugó ante el devenir de la modernidad y los negocios, las firmas mencionadas se quedaron con la concesión y a cambio de administrarlo y explotarlo para su beneficio por dos décadas, se comprometieron a convertirlo en un hospedaje cinco estrellas con niveles internacionales.

Pero también en el trámite como plus el Estado provincial prorrogó el negocio de los juegos de azar a casinos del Litoral por veinte años más, así estaba estipulado en los pliegos de condiciones que fueron publicados en los diarios gráficos siete días antes del concurso de precios donde el proyecto que encajó con lo pedido por el Estado provincial fue el de dúo de empresas citadas más arriba.

¿Alguna duda de quién gana dentro y fuera de las rejas perimetrales?

viernes, 26 de agosto de 2011

Entre lo público y lo privado

Como suele suceder porque en definitiva esa es su naturaleza la política es dinámica y en los tiempos que corren pragmática. O al mejor decir, quienes la aplican son pragmáticos y conocedores de los tiempos justos, oportunos, como los que corren.

Sobre estas verdades de Perogrullo un par de episodios se produjeron en las últimas semanas y días: por ejemplo el Estado provincial avanzó con sendas medidas muy positivas como extender la cobertura social de la provincia –IOSCOR- a sectores que no pueden pagar prepagas cuyos costos se eyectaron a las nubes por la inflación.

En ese esquema el gobernador Ricardo Colombi avanzó con la rúbrica para afiliados de los Colegios de Abogados de esta capital y al de Ciencias Económicos. Luego redobló la apuesta y fue por sectores ultra sensibles y muy populares como ser la entidad que nuclea a músicos de todos los géneros para lo cual armó un gran despliegue escénico en el patio interno de casa de gobierno.

Algo muy similar a lo ocurrido ayer con las asociaciones que nuclean a los trabajadores del volante; remiseros y conductores de transportes escolares. Cualquiera que viera esto diría que estamos ante un gobierno progresista y popular, términos tan en boga en estos tiempos.

Sin embargo hay otra imagen que expuesta ante la anterior parece distorsionar la visión. Con idéntico esmero la administración provincial privatizó el Hotel de Turismo y si la palabra “privatizar” asusta, más puntual es “concesionó”, por dos décadas el viejo hospedaje que sería como una de las últimas alhajas de la abuela. Además una de las firmas que lograron ganar el concurso de oferta obtuvo la prórroga en la “concesión” del negocio de los juegos de azar.

Un edificio que es patrimonio histórico de la ciudad y de la provincia capituló ante un moderno hotel que promete ser de cinco estrellas y nueve pisos con una vista impagable al majestuoso Paraná.

El miércoles pasado a la hora de informar la inauguración de la primera etapa de las obras el gobierno explicó las bondades de haber “concesionado” por veinte años la administración del remozado hotel. Habló de desinversión arrastrada desde los ’80 y que de una vez por todas la ciudad capital de la provincia tendrá un albergue con estándares mundiales. Un discurso que remite a los ’90 y se sobrepone a las medidas populares como la cobertura del IOSCOR. Lo público y lo privado en tiempos muy cercanos a las urnas

lunes, 22 de agosto de 2011

Asistencia perfecta a un acto de ECO

El dato era certero. Una circular interna llegó a cada despacho de áreas claves del gobierno el martes 16 de agosto y palabras más palabras menos decía, pedía en tono de orden que los “firmantes” debían concurrir a las 19 en el Club San Martín el miércoles 17 de agosto, feriado provincial, sin dar muchos detalles. El papel anduvo desde las principales oficinas de funcionarios hasta las más acotadas e incluso sus destinatarios principales fueron becarios de la Secretaría de Desarrollo Humano. Estamento estratégico de la administración provincial porque se encarga de la tarea social o de la asistencia social por más bien definirlo. Maneja además programas nacionales de alimentación para miles de comedores en toda la provincia, cortes de rancho, frazadas y ropas para algún tipo de contingencia climática en el ocaso del actual duro invierno.

La orden escrita tuvo su efecto en la convocatoria, gran cantidad de gente se agolpó en la mencionada entidad deportiva de un estrecha cercanía a las autoridades provinciales, “el Santo”, es el club de los amores del ministro Secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo.

Los citados por el gobierno improvisaban una fila india en uno de los accesos que estaba en la más profunda oscuridad, a penas unos metros tras el ingreso los esperaban planillas donde debían dejar asentado su nombre, apellido y dependencia a la cual prestan servicios. Todo muy ordenado y prolijo, tras ese trámite debían acomodarse en la cancha de básquet donde el concejal y presidente del comité capital del radicalismo, Norberto Ast, vanamente trataba de conseguir silencio y atención de la gente.

Sin embargo el dirigente explicaba que cada grupo tenía que acomodarse con su circuito y agradecía cada cinco minutos: “Porque somos muchos y vamos a sorprender al gobernador que ya está por llegar”, reiteraba un Ast eufórico y un poco aturdido por tener que ordenar semejante cantidad de gente. Un esfuerzo titánico al que el edil no está muy acostumbrado.

A esa altura la reunión se trataba de un gran mitin al que lo cerraría el jefe político de la Unión Cívica Radical (UCR) y conductor de la alianza oficial Encuentro por Corrientes (ECO). Y así fue, a las 20.05 Ricardo Colombi ingresó al lugar a paso firme y acelerado. Como no había tarima ni atril subió a una silla de plástico que en realidad eran tres para soportar la humanidad oficial y desde allí habló a los gritos con tono de reto. De puteada para ser exacto y coloquial.

Reprochó que en “esta capital” no haya presencia en las calles ni en los barrios y pidió que cada uno de los que estaba presente debía “sentir la transpiración de la camiseta”.

El gobernador exhibía preocupación por los abultados resultados del peronismo en las elecciones Primarias del pasado 14 de agosto, por eso trató de talibanisar a la tropa.

El único detalle que seguramente el gobernador desconocerá porque seguramente será el ardid de algún trasnochado de la Corte el que lo ideó, que más del cincuenta por ciento de la gente no estaba allí por convicciones, ni por simpatía, ni por el choripan y la gaseosa que tampoco hubo. Estaba ahí por un simple razón, desde sus diferentes puestos laborales los conminaron a ir a sopeso de no hacerlo afrontar serios problemas. En el caso de los becarios lisa y llanamente perder ése beneficio.

Días después, cuatro para ser más exactos, en el mismo lugar se hizo la presentación formal de los candidatos a legisladores de ECO para las elecciones del 18 de septiembre. No había ni la mitad de gente que sí hubo días antes.

En charla con un funcionario provincial le pregunté por el tono que había usado el gobernador en el mitin del día feriado. Entusiasta mi interlocutor me contestó: “Lo que pasa es que Ricardo vio esa cantidad gente, mil trescientas personas y le mandó ficha, él es así cuando ve mucha gente y si ve que hay clima le baja guacha con todo”.

Lo escuhé simulando atención y lo dejé seguir porque no hay nada peor que destrozar una ilusión.

lunes, 15 de agosto de 2011

Miscelánea electoral

El sello de goma sin tinta que la presidenta de mesa se esmeraba en dejarlo impreso en mi DNI, al verlo me pareció una metáfora de las elecciones primarias. Un desencantado como yo, indolente de un sistema perverso que nos hace creer que formamos parte de él y que no hay nada peor que ser justamente un hereje de las instituciones republicanas.

Pensé entonces en la obligatoriedad del voto universal en este país de las aventuras llamado Argentina. Cuándo dejará de existir esa cláusula en un territorio supuestamente libre y soberano. ¿Hace falta obligar a la gente para que vaya a sufragar? Y si no fuese así, si van solamente los que tienen ganas o creen en alguna ideología, partido, caudillo o puntero político. ¿Qué pasaría en ese caso?

Ingresé al cuarto oscuro, un aula de la década del ’50 en el Hogar Escuela, construido e inaugurado por “el general” hace más de medio siglo.

Observo las boletas y las caras son casi todas las mismas que vienen de varios lustros atrás. Pero lo que me llama la atención es la gente y el cinismo de los políticos. Todos hablaron y hablan hasta hoy de la cantidad de electores que fue a meter su sobre en las urnas, del fortalecimiento a la democracia nacional, de que la votación ahora al ser mixta “unió a la familia”. Esto último un cliché tan grande como el caudal de votos cosechado por la señora Presidenta.

Pero sigo, observo a los ciudadanos que una vez cumplido su “deber cívico” marchan a casa a comerse un asadito, hacer la siesta y pasadas las seis de la tarde encienden los televisores y miran el escrutinio cual si fuera un partido de fútbol y claro, nadie quiere hinchar por el que va segundo, ni mucho menos quienes se ubicaron por detrás de ese perdedor.

Un remedo de la democracia donde me incluyo porque no hay participación ciudadana y es como un círculo vicioso, ni la gente quiere meterse mucho ni el sistema, especialmente el de los partidos, es muy inclusivo que digamos. Para estas Primarias abiertas por ejemplo cada uno de los que se prepostuló fue seleccionado con el dedo índice de caciques y capangas partidarios.

Creo que es como un cinismo de ida y vuelta, la gente se contenta de su “participación” como “soberano” pero después, hasta dentro de dos años nuevamente, vuelve a expedirse sobre el tema. Durante ése periodo es como que la ve de afuera y le interesa muy poco si los que eligió hacen bien o mal las cosas, para eso, dentro de 24 meses volverá a expedirse sobre la cuestión. Por el lado de los “representantes del pueblo” una vez arribados a sus lugares de poder vía sobre en las urnas de los dirigidos, se dedican a construir formas para eternizarse en el limbo de la función pública. Hacer fortunas y cambiar así una gris existencia por holgadas cuentas bancarias que además de asegurarles su vida y la de sus nietos, también sirven para financiar “proyectos políticos”.

Lo más curioso suele ser la reacción del ciudadano, sigue el escrutinio con una angurria de victoria cual si fuera el clásico televisado del domingo.

Salgo del Hogar Escuela tras cumplir mi deber, obligación, derecho y toda la parafernalia de frases hechas y sigo con la imagen del sello de goma dándome vueltas en la cabeza. La gente como rebaño se agolpa a uno de los accesos del centro de votación, la mayoría están contentos, serenos y seguros de lo que harán.

Me siento entonces un poco más hereje que antes.

domingo, 31 de julio de 2011

El ministro garchador

Era una de esas tantas siestas correntinas donde la redacción del periódico en el que trabajo se parecía bastante a un pueblito de duelo. Había poca gente y el silencio era respetuoso de ese difunto imaginario.

Un día como cualquier otro digámoslo así. Llega mi compañero de tareas y me cuenta la siguiente historia acontecida ese día pero por la mañana. La voz que leerán es la de él y la de su circunstancial interlocutor, un ministro de Estado de esta bendita comarca.

Me crucé con el ministro V….(por obvias razones no pondremos el nombre pero utilizaremos una de sus iniciales) y el tipo no sabes, está totalmente loco. Justo salía de casa de gobierno, de reunirse con el gobernador y entonces le pregunté por el aumento –de salarios a empleados públicos-

- Mirá contestó seguro el ministro ve corta y lanzó un ejemplo muy gráfico: es como si me quisiera tapar con los canzancillos, me estiro, me estiro y algo me llega hasta el cuello pero las pelotas me quedan bien apretadas.

La cuestión es que el funcionario estaba ataviado en realidad de carpetas llenas de números y de diversos ejercicios que fue a mostrar al jefe para ver qué onda. Cómo se podía avanzar con un flamante incremento de haberes.

“Acá la cosa es fácil. Que estos hijos de puta –por el gobierno nacional, popular y kirchnerista- nos paguen lo que nos deben. Pero ya van a ver estos, les voy a encajar un garchazo”, dijo y volvió a tomarse de la zona genital haciendo equilibrio con los papeles.

En eso por la vereda de enfrente pasaba un legislador muy cercano al gobierno provincial y a modo de broma desde la acera apuntó al ministro V: “Pescado para todos, carne para todos, fútbol para todos y ¿el aumento para todos para cuando?”. Y siguió su marcha el honorable hacedor de leyes.

El ministro atinó a saludarlo con una mano y con la otra –ya había dejado de señalarse los testículos- abrió una de las carpetas para enseñar números bastante complejos.

“Le vamos a encajar una denuncia y vamos a reclamar en el Congreso todo lo que nos deben por las regalías, esta hija de puta ya ver, lindo pijazo le vamos a meter y nos van a tener que pagar todo lo que nos están descontando”.

Aludía a una serie de podas en los envíos de coparticipación nacional que mes a mes ingresa a las arcas locales, esos descuentos eran y seguramente lo de deben ser hasta ahora, por deudas del Estado provincial que puso justamente como garantía sus recursos devenidos de la coparticipación. Algo que el ministro V está decidido a pelar a fuerza fálica: “Se la vamos a dar a estos hijos de putas. Tremendo garchazo van a ligar que no van a poder decir nada”.

A todo eso yo seguía preguntando cómo venía el esquema para la suba de sueldos pero el ministro V estaba ensimismado en su guerra santa contra la administración kichnerista.

“No saben lo que les espera… ya van a ver como se comen garchazos estos…no saben lo que les espera”, seguía el ministro ve baja y yo no podía arrancarle uno solo detalle del aumento de sueldos.

Tras la anécdota mi compañero y yo reímos en la redacción como dos hienas en celo. Rompimos de esa forma una siesta monótona y lerda, calcada a todas las demás. La fijación fálica del interlocutor no nos sorprendió porque acostumbra a graficar cuestiones y acciones de Estado con el miembro masculino

domingo, 17 de julio de 2011

Caras, caretas, antifaces y muecas

Martes 12 de julio, a pesar de estar en invierno el calor y la intensa humedad hacen de Paso de la Patria lo que es en temporada alta, un perfecto paraíso destinado al ocio estival.

Sin embargo una caterva de autos y camionetas de alta gama copan desde temprano las adyacencias del lujoso hotel Paraíso del Paraná. Dentro, merodeando la sala de conferencia el gobernador Ricardo Colombi parece un león a quien le enseñaron que en breve le pasarán un trozo de carne.

Va y viene, da vueltas, suelta ordenes, mira hacia dentro del salón, cruza los brazos, transpira y no despega los ojos del reloj. La puntualidad para el gobernador es una cuestión de Estado pero a pesar de todo está tranquilo. En el interior del salón de conferencias tiene a 52 intendentes de toda la provincia que no son solamente del partido de sus amores, el radicalismo, son del liberalismo, el nuevismo y algún que otro autonomista y peronista disidente con la cúpula del PJ que buscó refugio o conchabo en la alianza que dirige el Mandatario provincial.

“Pelotudos los estamos esperando desde las 8 de la mañana. El que entra no sale más aunque se caguen de calor”, lanza como flechas envenenadas el gobernador y un par de jefes comunales junto a dirigentes de base atinan a dibujar tenues sonrisas.

Cruza de nuevos los brazos dejándolos descansar sobre su abundante panza y ahora el gobernador con dos mandatos –uno en plena ejecución- es el portero de esta cumbre de Encuentro por Corrientes (ECO), el frente electoral oficial que lidera el radicalismo correntino.

El presagio oficial sobre la alta temperatura que padecerían los invitados se cumple cuando hay un corte de energía, otra vez Colombi se pone al frente de la crisis: “Apurate y decile que pongan el grupo electrógeno….apurate pelotudo. ¿Ves? Así no se puede hacer nada con ustedes”. El mandadero en cuestión sale disparado hacia el parque del hotel, tropieza con algo en el césped y casi se lleva puesta una silla.

“Su capricho es ley” me digo cuando siento que el desodorante oficial empieza a dejar lugar al sudor. El gobernador está a escasos centímetros de mí.

En la disertación el encuestador Enrique Zuelta Puceiro abre con una lección de manual hacia los intendentes y dirigentes de base a quienes debe adoctrinar para al menos las tres elecciones que se avecinan: “No tenemos que hacer política de comité porque en esos lugares la gente nos vota seguro, debemos ir hacia la gente que resiste nuestro discurso y gestión de gobierno”. No vuela una mosca y todos ponen rostros que escuchan con mucha atención.

Al cabo regresa el secretario con la novedad que el grupo electrógeno ya está en función y antes de recibir otra andana de improperios oficiales sortea al gobernador en la puerta y entra de nuevo al salón.

Sobre el mediodía termina la clase de política y seducción al electorado y veo caras. Caretas, antifaces, muecas, un gran número de muecas. Menenistas prófugos de la justicia en los ’90 como ser el dueño de casa, Oscar García, intendente de Paso de la Patria y alineado al frente electoral del gobierno.

Veo a José “Pepe” Affurd dialogar con Walter Rivarola, este último dirigente comparsero: “Carnaval y política”, digo y un colega me agrega con justa razón, “es lo mismo”. Affurd fuma, el empresario de negocios siempre allanados por el poder toma bocanadas de humo como el sapo suele hacer en esos macabros divertimentos de chicos cuando obligan al reptil a echarse un cigarrillo.

Liberales conservadores junto a nuevistas conservadores de los menmistas noventas. Radicales conservadores también, todos están extasiados de estar ahí, cerca del fuego sagrado que da el poder. Nunca estuvieron lejos ni quieren.

Lo veo al vicegobernador Pedro Braillard Poccard, a el y a su cabello engominado. El hombre nunca se despeina, signo de sobriedad y serenidad. Esa tranquilidad que da el dejarlas pasar todas, apoltronarse en el sillón del poder y hacer de escribano, sellar y firmar.

Todos en procesión y siempre observándolo de cerca van tras el gobernador que camina solo regañando algo o a alguien en su cavilación.

Un opíparo los espera en un extremo del hotel. Pero ya fagocitaron antes lo más importante, ese extraño banquete que es la perpetuidad de cortar y repartir las porciones. El poder.-

lunes, 4 de julio de 2011

Poesía

Por más que quisiera ya no era el mismo, la marinería de aquel corsario se convirtió en un remedo de lo que fue.

Patético con sus versos a la luna.

Sin sentido dándole ordenes a los excesos y éstos sin responder.

Desplegaba velas a puertos inexistentes, oía sirenas que eran vírgenes y las confundía con ninfas.

Equivocaba hazañas con meras reincidencias.

Y el viejo corsario no sabía entonces con qué lidiaba.

Y quizás sólo se fugaba de su propia extinción como navegante de los siete mares. Ya no era más lo que fue.

Entonces sería hora de entender que la muerte de su timonel merecía ser mortalizada.

martes, 28 de junio de 2011

Sobrino de...

Preparaba mi MP5 para grabar el par de preguntas que le haría a Enrique Zuleta Puceiro, reconocido encuestador con mucho kilometraje en bocas de urnas y anticipar quiénes serán gobernadores o presidentes. De paso por Corrientes invitado por la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) para abrir un curso de capacitación política, ahí estaba yo pasando desapercibido con la trémula idea de hacer al menos una sola buena interrogación que me salve la nota y todo un tabloide de diario que debía llenar con apreciaciones del personaje.


Con una sagacidad felina un joven se me adelantó y estrechó su diestra al disertante: “Que tal Zuleta Puceiro como está…”, enardecido en mis interiores me contuve y aguardé que el cholulo dijera lo que tenga que decir y se largue.


“Quería pedirle que me recomiende algún libro para leer…yo soy el sobrino de Pedro…el vicegobernador”, lanzó quien a esa altura ya era destinatario de todo mi arsenal de veneno.


Zuleta no entendía mucho, ni quién diantre era ese muchacho muy presentable con saco de corderoy al tono, ni quien era Pedro, discurrió entonces en textos de economistas y políticos sin dar precisiones de profesor sobre qué libros leer.


Caramba me dije, esto es lo que somos: “Sobrino de…” semejante chapeo como a comienzos del 1900. Y entonces retrocedí al inicio de toda la disertación.


Había jóvenes de la Franja Morada interesados en lo que decía el encuestador que a riesgo de afirmar la verdad, no tuvo un discurso técnico ni científico, habló de la coyuntura en líneas generales. Sin embargo el público lo escuchaba como los aborígenes a los chamanes, un auténtico gurú de la política dije al ver los rostros en la platea del salón de conferencias de un hotel que quiere ser de lujo. Lugar donde se hizo la exposición.


Vi además de este sobrino irrespetuoso en busca de bibliografía, a señoras muy coquetas de andar cansino debido a los grandes tapados y alajas de fantasía que portaban.


Estoy casi seguro que algunas de ellas dirán este fin de semana en reuniones de amigas: “Lo fuimos a ver Zuleta Puceiro y no sabes las cosas que dijo…que bien que habla ese hombre”. Y en realidad no tienen la más pálida idea de lo que habló Don muestreos de opinión.


Después me fui en mis pensamientos en los señores, todos de dobles apellidos muy radicales ellos. Ah, porque la mayoría según mi testeo, eran ucerreitas. Incluso el gobernador Ricardo Colombi estuvo invitado pero no fue.


Bueno, decía, los caballeros aportaron lo suyo a la hora de las preguntas al chamán, digo al encuestador. Uno solicitó comparaciones de la nueva reforma política con el sistema electoral a inicios del siglo pasado. Habló de voto calificado y demás extinciones que supieron viciar de retrogrado al sistema electoral y político del país.


Luego otro pidió definiciones sobre la derecha e izquierda, es decir, que se diga bien quién es quién. Zuleta sonrió y contestó que eso es como buscarles el sexo a los ángeles, nadie en hoy en día ni es tan de derecha ni tan zurdo.


Tras acomodar en mi mente toda esta fauna de abogados con prosapia y linaje local que suele acudir a este tipo de encuentros, volví al pariente cercano del vicegobernador. Un gran remedo de lo que el conservadurismo en la provincia siempre quiso ser, formado e instruido, pero quedado sólo en eso, un deseo. Tuvieron el poder a lo largo de años recostados en el estatus quo de apellidos compuestos, estancias y títulos honoríficos. Y una sociedad anquilosadamente conformista y por ende muy fácil de domesticar.


Sobre la nota y mi pregunta que me salvara la página que tenía que hacer…bueno, Zuleta tropezó con una frase: “El 70% de los argentinos cree que todo se irá al carajo”. Como gris cronista mediocre que soy me prendí de eso y contorsioné sobre el teclado.


http://www.diarioepoca.com/notix2/noticia/247827_zuleta-puceiro-entre-el-optimismo-electoral-y-un-pronostico-agorero.htm

Fragilidad

Pasaron algo más de siete días y es difuso, parecen años, por otros momentos décadas y en la noche gélida de este invierno aparenta ser una partida reciente. De esas cuando uno se aleja del andén sintiendo aún el último beso, el abrazo y lágrimas queriendo rebasar la represa de los ojos.

Recuerdo el olor a sangre coagulada, sus ojos abiertos como faros de mar horas antes de irse, sus ganas de hablar. Los cables de goma, las sondas, los parches, los partes médicos inentendibles. La soledad de la cama de un hospital, su piel resaca casi escamada, pasarle crema.

Quiero quedarme entonces con la gallardía e hidalguía que le puso a los últimos días, una terrible soberbia por quedarse a este lado de la existencia.

Entiendo o al menos trato de hacerlo como forma de estúpido consuelo que murió como vivió, con una gran fuerza y fortaleza y que inexorablemente los humanos estamos condenados a ese fin. Del polvo somos y al polvo vamos dice el libro de cabecera del talibanismo católico.

Sin embargo y como mi oficio me indica busco respuestas en lugares de escasa certeza, la filosofía, el existencialismo y demás corrientes del supuesto pensamiento que acomoda la explicación de la muerte en solventes bibliotecas mundiales.

Porqué tanto sufrimiento, qué hay de la agonía, de las eternas horas en terapia intensiva o sala.

Al cabo me doy cuenta que esas preguntas son callejones sin salida o al menos, laberintos con escapes ficticios, espejismos de explicación.

Vuelvo entonces a los años, los malditos años que nos ponen así. Tristemente melancólicos. La veo lidiando con las rosas de casa, aprontando un bolso para ir a La Verde, Makalle o Córdoba. Comiéndose grandes proporciones de un asado.

Y si voy más allá llego aunque borradamente en mi maltrecha memoria a cuando estaban aún los dos, ella y él, enredados en eternas charlas sobre cosas tan diminutas y cotidianas, insignificantes; cómo cuándo cortar el pasto, si restaba mucho para cobrar la jubilación, lo que había que reparar en la casa con el próximo jornal. Pequeñas grandes cosas como dice el “Nano” que hacen el mundo de cada persona.

Regreso abruptamente de esos soliloquios de mi prehistoria y la veo mateando en el patio de entrada en casa, con lo que me fastidiada por el rose con la “chusma barrial” aunque a veces se lo decía por el mero hecho de buscar una respuesta sabia, como azuzándola: “Cuando muera ya voy a estar encerrada”, me lanzaba desde la silleta ensillando un mate dulce lavado que habituaba hacer entrada la tarde.

Ese encierro discurrirá por el recuerdo y polaroid que cada uno de quienes la conocimos nos guardamos como un codiciado tesoro, lánguido andar tendrá esta ausencia que dejó, esos vacíos imposibles de llenar. Amainándolos sólo con la remembranza de su risa, su olor, la suavidad de su piel y su mirada. Sobre todo una, cuando ambos nos observamos profundamente y sentíamos que no habría otra vez, en lo más profundo sabíamos que estábamos llegando al final. Al menos en este lado de la existencia.

Sin embargo cuesta creer y entender que esto ha sido todo. Que cuán frágiles somos ante la vida y la muerte.

A Doña Ramona y su partida. 19 de junio de 2011.

miércoles, 15 de junio de 2011

Estatuillas rotas

Un hijo de desaparecido cuya abuela fue una de las homenajeadas ayer en casa de gobierno por su tarea en Derechos Humanos, dijo, “las estatuillas estaban rotas”, ahí entendí todo lo ocurrido este pasado martes en la gobernación de Corrientes.

El gobierno nacional el año pasado y en el marco del Bicentenario creó una distinción para Madres de Desparecidos entre 1976 y 1983 en todo el país, aquellas que incluso no militen o formen parte de agrupaciones. Pero que hayan padecido ese perverso invento argentino, la desaparición forzada de personas.

Dicen que fue un gran acto, yo no fui pero colegas estuvieron ahí, en el Salón Amarillo de casa de gobierno absolutamente Barroco en su decoración y arquitectura. El gobernador Ricardo Colombi y su gabinete a pleno fueron los anfitriones en una extraña conducta política correntina. Peronistas y radicales quienes se odian en la coyuntura electoral, aplaudieron y se emocionaron por lo mismo, las Madres.

Sabido es que al menos para una parte del peronismo la cuestión de los derechos humanos es sagrada, para otra no tanto, la que está sentada a la derecha de López Rega en el último piso de los infiernos.

¿Pero los radicales? No creo que a Colombi particularmente le interese mucho el tema, quizás si tenga que ver con arroz o cría de ganado vacuno, pero en definitiva ayer se lo vio dando besos a las “viejitas” y sacándose fotos. Incluso sus acérrimos adversarios políticos tuvieron que aplaudirlo porque todo es políticamente correcto. Cuando terminó el acto se desquitaron cantando la marcha peronista en plena gobernación.

A mi sentir una gran angustia, ninguno de esos políticos que estuvo ahí les interesa las madres de desaparecidos, ni los derechos humanos, estuvieron ahí porque justamente es políticamente correcto y la plusvalía de sumar porotos con el kirchnerismo nacional. Hasta Colombi lo hizo por ese motivo y las estatuillas rotas así lo simbolizan, ni siquiera tuvieron la delicadeza de cuidar el embalaje de los reconocimientos. Demuestra el interés real que le dan al tema.

Igualmente creo que lo de ayer fue histórico más allá del gran barniz político. Fue la primera vez que la provincia de Corrientes, como Estado, reconoce el sufrimiento de familiares directos de las victimas y de víctimas de la última dictadura militar. Sobre todo en esta tierra tan afecta a los status quo y al conservadurismo. También y hay que decirlo que la idea de los reconocimientos es nacional y se extiende a todo el país sin importar los colores políticos de cada gobernador de provincia y eso también es bueno.

Por último, el gobierno no difundió oficialmente el acto del Salón Amarillo, ni siquiera una minuta con un par de fotos.

Sí, entrada la tarde envió a los medios desde su organismo comunicacional, sendas gacetillas y muchas fotos de Ricardo Colombi con productores pecuarios en un remate ganadero. Al igual que las estatuillas rotas creo que también eso es un símbolo de algo.

miércoles, 8 de junio de 2011

Uno nunca deja de ser lo que es

El hombre había pasado toda su vida en la milicia, tuvo a su mando muchas unidades y hasta llegó a combatir en la recuperación de un cuartel en la provincia de Buenos Aires a fines de los ‘80. Por esa acción donde fue herido y regó con sangre el suelo sagrado en que suele convertirse el ámbito castrense, fue condecorado.

Pero el susodicho que por cuestiones de formas no develaremos nombre, en realidad es un Dandy, un Dandy que puede caber perfectamente en el molde Neoliberal de los ’90. Amable hasta el hartazgo, de buenos modales y muy, quizás demasiado políticamente correcto. Bien vestido al andar y con pañuelos ganaderos al tono en tiempos otoñales como estos.

Resulta que este hombre se encontró en las postrimerías de su carrera de una manera sorpresiva porque no estaba en sus planes que el Congreso de la Nación no apruebe su pliego para ascender al cargo inmediato que le hubiese significado al menos, cinco años más de vida metida en el uniforme.

Sabrán amigos que tras la reforma constitucional de 1994 el parlamento nacional es quien otorga ascensos y bajas dentro del Estado Mayor –coroneles, generales, brigadieres, almirantes y comodoros que integran las tres fuerzas armadas: Ejército, Maria y Fuerza Aérea- . Pero este militar muy lejos de quedarse desocupado o dedicarse a la actividad privada incursionó en la pública, desde hace muy poco ocupa un cargo de tercera línea en la administración provincial desde donde promete andar sobre carriles del equilibrio.

Logró incorporarse al mundillo político a través de sus relaciones con esa fauna tan disímil y destructiva como la dirigencia provincial y nacional, similares a los dinosaurios en su capacidad de sobrevivencia.

La particularidad es que el hombre ahora reniega de todo una vida. ¿Curioso no? Querer obviar más de tres décadas de entrega a una existencia. “No uses la palabra militar porque genera rechazo”, me dijo con tono de clemencia

Recórcholis, pensé hacia mis adentros, porqué será.

Al comentarle la anécdota a un colega este a su vez me contó otra que se las paso a relatar: en febrero de 2008 se inició en Corrientes capital una de las causas de juicio por delitos de Lesa Humanidad más complejas de todo el país, había varios imputados que en realidad fueron denunciados en 1994 pero la Ley de Obediencia de Vida y Punto Final los hizo zafar de la justicia. En 2003 el gobierno de Néstor Kirchner vía Congreso anuló es norma y las causas se activaron y cobraron rapidez muy similar a la velocidad de la luz.

En esta capital se enjuició a varios altos oficiales del Ejército que participaron en el secuestro, tortura y desaparición de militantes políticos o cualquiera que a ellos les pareciera un riesgo para el gobierno militar de la década del ’70.

Entre los acusados y que luego fue condenado a cadena perpetua -25 años de prisión- se encontraba un tal Horacio Losito con grandes destrezas en “inteligencia” que no referían a su capacidad de discernimiento intelectual, sino al seguimiento, captura y ocultamiento de personas tras detenciones ilegales que se acostumbraban a realizar en el gobierno de facto.

La cuestión es que durante las audiencias este hombre aludía como coartada que los cargos y hechos que se le imputaban jamás los pudo llevar a cabo porque no estaba en Corrientes, sino en Tucumán. ¿Haciendo qué…? y un curso de “inteligencia” que otra cosa más.

Para comprobar esto ante el tribunal Losito convocó a un viejo jefe, camarada y amigo que supuestamente ofició de maestro en el norte.

Este testigo que luego y por otras causas judiciales similares también terminó entre rejas, llegó a esta capital para atestiguar a favor y corroborando lo que decía su subalterno ahora metido en serios problemas judiciales.

La mañana que debía comparecer ante los jueces llegó al juzgado del brazo de nuestro amigo el Dandy Militar.

Pero lo que son las cosas de la vida, imagínense la escena, repletas de militantes de Derechos Humanos y periodistas.

La cuestión es que mi colega que me contó todo esto lo retrató con cámaras fílmicas a los dos, al Dandy y al testigo de Losito.

Días después nuestro militar devenido ahora en funcionario, discó el número de celular de mi colega –conseguido tras una acotada pesquisa- y haciendo uso de sus modales de Dandy, dijo que le gustaría explicarle que él sólo acompañó en aquella ajetreada mañana a un camarada y amigo. Esas cosas que se tienen cuando uno es del palo ¿no?. Y que todo lo concerniente al juicio que lo resuelva la justicia que él –nuestro Dandy- es un hombre de la democracia y el disenso.

A reglón seguido le pidió a mi colega si era tan amable de pasarle el número telefónico de otros periodistas que él con esa inconmensurable paciencia que posee les explicaría el desliz de acompañar, del brazo, a un acusado de delitos de Lesa Humanidad al banquillo judicial.

Mi colega al igual que yo no salía de la sorpresa.

Me queda entonces una gran disyuntiva. Nuestro amigo el Dandy, militar, funcionario. Todas esas formas y boato de buen ser ¿son naturales o meras poses? Dicen que uno nunca deja de ser lo que es.

Ah, lo olvidaba, el Dandy recibió a comienzos de los ’80 una condecoración del Estado Mayor por obtener el pimer puesto en un curso avanzado de “inteligencia”.

domingo, 5 de junio de 2011

¿Como son los correntinos?

Jorge Fondebrider en la segunda jornada de su disertación en el taller de Periodismo y Literatura fue contundente al joven coordinador del curso: “No es una cuestión de deidad, si no tengo wi fi bueno, guardo la computadora a pesar de que dijeron que en el hotel había. Pero al menos duermo y que de la canilla me salga agua. Decile al que dispuso el hotel que es muy malo el servicio, no puede ser que no pueda dormir porque hasta la una de la mañana ponen música en el bar”.

El muchacho de la subsecretaría de Cultura soporta estoico y sin emitir palabra como grabando hasta punto y coma el planteo.

Cómo explicarle a este hombre de mundo, letras y cultura que lo que padeció durante la madrugada y en las primeras horas de haber llegado a Corrientes es una constante en la capital de la provincia. Si bien lo aclaró, no es una cuestión de deidad, pero grandes artistas no se hospedan en esta ciudad en la previa a un show, lo hacen al otro lado del río Paraná, en Resistencia (Chaco).

Corrientes es la capital provincial más poblada de todo el Nordeste argentino, casi llega a los 500 mil habitantes y lidera el conservadurismo ante sus pares de Misiones, Formosa y Chaco.

Desconfiado, sumiso y con una tolerancia que se asemeja al conformismo el correntino de capital y de la costa del río Paraná se diferencia ampliamente de su homónimo de la costa del río Uruguay. Ambos afluentes abrazan a la provincia de norte a sur definiendo además el rasgo característico de sus habitantes en ambos extremos del mapa y en el caso de su metrópolis, a orillas del Paraná, fundado en este confín de la Republica.

Sobre ese marco de conservadurismo la sociedad correntina supo regarse de buenos mitos. Por ejemplo lo del paye, una especie de mitología guaraní que se remonta hasta antes del arribo de los colonizadores en el sigloXV, dicen que quien anda por estos lares queda cautivado por una rara e inexplicable razón que lo hace volver siempre.

Claro que en aquellos tiempos no existían los malos hoteles como el que le tocó en desgracia a Fondebrider. Mucho menos si el forastero desea comer algo en plena siesta o en la alta madrugada. La ciudad en esos márgenes horarios es un desierto sólo poblada por fantasmales transeúntes.

Creo que la escasez de buenos servicios en Corrientes está atada a su idiosincrasia del recelo hacia todo lo que sea de afuera. Algo que con sangre y látigo de mayordomo la dirigencia política de la provincia supo imponer a los correntinos. Otra muestra de ello es el prefacio: “Si Argentina está en guerra Corrientes la va ayudar”.

Semejante jactancia de altruismo que suena a una declaración suicida lleva a pensar que Corrientes es un apéndice de la República Federal que la Argentina al menos en su declaración de independencia lo establece.

“Corrientes República aparte” es otra de las máximas que cada uno de los gobernantes supo inocular a fuerza de repetición a sus conciudadanos para marcar que algo de satélite con respecto al país, tenemos los correntinos. Ambas definiciones están concatenadas y reafirmaron durante lustros el aislamiento del resto del país como si fuera una filosofía de vida o una naturaleza a la cual debemos entregarnos.

Esto de la mirada fruncida sesgada por el dejo de la desconfianza se traslada a otras aristas como es el carnaval. Algo caro al sentimiento del correntino capitalino, tan caro que no lo comparte con nadie.

Esta expresión de correntinidad tuvo sus años dorados a fines de la década del ’50 y ’60, ya en los ’70 empezó a decaer y con la llegada de los gobierno militares desapareció. En los ’80 con democracia reestablecida siguió en la cripta del olvido y recién en los menemistas ’90 volvió a ver la luz.

En la purpurina se ve marcadamente lo dicho más arriba, el evento carnestolendo se convirtió en los últimos años en una mera fiesta de entre casa que no trasciende las fronteras de los accesos y egresos a la ciudad capital. Ni siquiera son invitadas comparsas del interior provincial tan o más buenas en lo artísticos y bellezas de mujeres, que las capitalinas.

Con eso, mucho menos las plumas vernáculas no pudieron competir con sus pares entrerrianas de Gualeguaychú. Actualmente Entre Ríos logró, con mucho trabajo y esfuerzo, quedarse con la plaza carnestolenda del país. Lo hizo porque supo y entendió que el negocio va de la mano de un buen espectáculo y creó en esa ciudad todo un marco para afianzar un evento año tras año, ahí nuevamente se me viene a la mente lo de Fornabrider; ¿cómo será el servicio hotelero en Gualeguaychú?

En cambio cada verano la correntinidad se esmera en apresurarse para el carnaval un par de meses antes de enero. Con gran batifondo apuran al Estado provincial o municipal para que financie el evento y de esa manera las familias encumbradas de la capital correntina puedan salir a la avenida a mostrar su despliegue escénico, algo que muchas veces queda en un burdo exhibicionismo de chicas con apellidos compuestos con mucha prosapia local.

Reseña

Alguien quiere ver muerto a Emilio Malbrán es una pregunta, suena como tal y hacia esa dirección va el nuevo libro de Jorge Fernández Días quien contrariamente al personaje de cronista solitario, alcoholizado y gris que figura en este compendio de relatos policiales, en la fotografía de solapa de la obra se parece más a un Dandy.

El regreso del escritor y antes periodista aunque dicen que ambas cosas siempre se entrecruzan navega por las movedizas aguas marinas del género policial. De hecho Fernández explica que cada uno de los capítulos encierran viejas notas de su pasar por la sección policiales de extinguidos diarios en la década del ’80.

Tiempo en que los hombres de prensa pasaban muchas horas diurnas en la calle a la caza de buena información y una vez cerrada la edición, sucumbían en bares cercanos a las redacciones.

El autor da estas muestras de esa bohemia desaparecida a lo largo de todo el libro choca en su vertiginosa narración con chispas del gran fuego sagrado de Osvaldo Soriano, hay parecidos con las andanzas del gordo y el flaco en Solitario, Triste y Final.

Claro que podemos estar ante la presencia de una gran influencia del periodista y escritor fallecido.

Sin embargo Fernández colisiona con clichés holivudenses en gran parte de los relatos, especialmente al momento de la acción que si bien poseen rasgos de argentinidad, llevan consigo marcas del cine estadounidense. Por ejemplo: ver cómo unos matones devenidos en militares represores de los ’70 acomodan dos cadáveres en una casa de playa y la prenden fuego. Ese cuadro es contado por el Fernández con minuciosidad y aceleramiento pero lleva la memoria inexorablemente a películas norteamericanas de las re que repiten hasta el hartazo en el cable.

Pasa que Fernández carga un sobre peso, La logia de Cádiz y Dilema de los Próceres fueron obras que marcaron su camino hacia la narrativa tras el majestuoso Mamá. Él mismo así lo dice cada vez que puede. “Creo que el periodismo narrativo puede decir y hasta denunciar tantas o más cosas que el periodismo de investigación”.

Hijo de inmigrantes españoles en 1981 fundó “Retruco” una publicación barrial que le sirvió para hacer las dos cosas a la vez, periodista y escritor.

Con varios premios como el de Editores de Cataluña, Atlántida y la Medalla de la Hispanidad, Alguien quiere ver muerto a Emilio Malbran cojea ante la altivez de sus obras anteriores.

lunes, 30 de mayo de 2011

Indios

Hoy, durante la clase de portugués que empecé en marzo pasado la profesora leyó un texto para que los alumnos modifiquen algunas frases, para lo cual había que saber el significado y sigficante de las palabras además del contexto en que estaban instaladas las frases.

Resulta que dicho texto hablaba sobre la existencia de varias tribus de aborígenes en el norte del Mato Grosso, muy cerca del límite de Brasil con Perú en un Parque Nacional llamado Xingu.

Un extenso primer párrafo y luego un segundo y último explicaba que las etnias habían logrado sobrevivir en el tiempo gracias a su “sabiduría” y a la ayuda del “blanco” que en forma periódica llega hasta ese recóndito parque con médicos y medicinas. Que algunos jóvenes aborígenes pueden ir a las ciudades y completar sus estudios incluso llegando a cursar algunas carreras de grado en la universidad.

Hasta allí un simple ejercicio del idioma que elegí a comienzos de este año lanzarme a estudiarlo. Pero la profesora decidió darle una “bajada local” al tema como solemos definirlo en las redacciones a cuestiones que pueden llegar a tener una conexión con nuestro medio.

Entonces preguntó a “los estudiantes de Turismo” qué tribus de aborígenes había en el nordeste, principalmente en Formosa y en el Chaco. Como el curso es en Extensión Universitaria de la UNNE, la mayoría de los alumnos pertenecen a facultades de la misma y empezaron a enumerar las etnias: Wichíes, Pilagas, Tobas, Quom, mixturaron entre tribus formoseñas y las que habitan zonas agrestes del Chaco.

Empezaron entonces y casi tímidamente los comentarios: “A esos les dan viviendas de madera y las rompen todas para hacer fuego”, dijo un joven de unos 22 años de Formosa muy seguro de sí mismo. Una chica de casi la misma edad y también oriunda de la provincia administrada hace muchas décadas por Gildo Insfrán, agregó un dato más artero, “las casas que les dan las venden y después se van a usurpar campos privados y aprovechan las épocas de festivales para cortar la ruta, protestar y pedir cosas, planes sociales…”, enumeró la estudiante universitaria como si conociera de absoluta memoria las manías indígenas de su provincia.

Luego se sumaron otros comentarios de igual o peor tenor que me hicieron pensar que estos muchachitos seguramente estarían muy bien contextualizados en el tiempo de la Campaña del Desierto de Don Julio Argentino Roca.

Qué cosa estos aborígenes de andar pidiendo viviendas, prenderlas fuego o venderlas por unos míseros pesos.

Escuchaba las estigmatizaciones de estos jóvenes y no lograba entender cómo llegaron a la universidad con tal pensamiento retrógrado, cómo sus diminutas mentes –por lo que dicen y creo que están convencidos de tales ideas- fueron colonizadas a través de años de consumir el discurso del poder, de los medios que son manejados por los poderosos y que no siempre son los que están en el gobierno. No podía cerrarme la idea de que esos chicos y chicas en pocos años serán profesionales y transmitirán a sus hijos este mismo discurso fascista y fácil de que todo lo no prestablecido por el estatus qúo, debe ser eliminado de cuajo.

Para cerrar la profesora puso la frutilla al gran postre de comentarios: “Gildo (por el gobernador formoseño Insfrán) debería hacer como hacía Stroessner (Alfredo dictador militar que gobernó Paraguay entre 1954 y 1989) darle una buena corrida a ver si van a seguir haciendo esas cosas….”.

Ahí entendí algo o al menos me aproximé a cómo es la reproducción del pensamiento de la clase media sobre estos temas. Cómo culturalmente pasa de generación en generación hasta degenerarse en lo que dijeron esta mañana las jóvenes promesas de la Universidad Nacional del Nordeste.

Recordé también a los indios de la etnia Quom reprimidos en noviembre pasado sobre una ruta provincial en el interior de Formosa, por pedir que les devuelvan campos pertenecientes, hace siglos, a esa tribu. Hubo dos muerto y varios heridos de gravedad. También me acordé que el gobernador Insfrán estuvo junto a la Presidenta en los festejos del 25 de mayo pasado en Resistencia. Y que también presidió, Insfrán, el Congreso del PJ el sábado último donde el partido pidió a los gritos que la Presidenta se anime a una reelección.

viernes, 1 de abril de 2011

Seguir viendo a Sabina


Tan joven y tan viejo. Así estoy yo viendo a Joaquinito año tras año. Hace poco, el pasado 24 de marzo llegaron a cinco los años desde la primera vez que cruzamos caras en el Orfeo de Córdoba. Que noche de bodas fue aquella.

Yo ocupada la segunda fila y cuando iba por la quinta canción recién experimenté que era real tenerlo ahí, a pocos metros de mi humanidad.

Corrían los primeros tres días del otoño de 2006 y la Docta esta fresca. Sabina regresaba a la ruta de las giras tras un problema cerebro vascular que casi lo envía a cantar al más allá, al otro lado de las nubes negras.

“Gira Ultramarina” con escenario ambientado en altar mar sobre la cubierta de un viejo trasatlántico, esos de comienzos del siglo XX. Bombín, bastón y valija de cartón el cantante volvía al ruedo aquella vez.

Durante ese recorrido que incluyó gran parte de España, países vascos y varios puntos en Latinoamérica, siempre arrancaba el show con “Amo el amor de los marineros”, con un poquito de “Ahora”.

Y justamente ahora, cinco años después de ese peligro de incendio en segunda fila volví a verlo en la “Chicago Argentina”. Rosario, una meretriz de esas a quienes uno quisiera rescatarla de la mala vida y de los besos de sal.

Porque Rosario siempre estuvo cerca, en el Metropolitano -un galpón ferroviario acondicionado a nuevo y muy incómodo para recitales sabineros- Joaquín arrancó con “Esta noche contigo” y trató vanamente de camuflar un leve disfonía que se dejaría ver durante gran parte del show.

Pero el cantante es como el Diego, con efedrina o sin efedrina, te dibuja jugadas en una baldosa. Y así desando un repertorio poco frecuente “para los que vinieron el año pasado y el anterior, por respeto a ellos haremos algunas cosas que no solemos hacer”, dijo desde la oscuridad del escenario.

Ensayó entonces un tango tras admitir que “como sabrán con esta voz no puedo cantar tangos. Lo mío sólo es poner pinceladas a las letras” y lo dedicó a Discepolo y Zepeda. “Cuando me hablan del destino” salió del gargüero Sabina que a más de hora y media de concierto ya era un desierto por la cantidad de arena que fluía por la voz andaluza.

Con el fútbol

En varios cortes entre canción y canción, Joaquín bromeó con la pelotita y los antagonismos que hay entre parcialidades futboleras. “Cada vez que hago esta canción muchos se cagan en la madre de Panchito y de De Diego. En mí no, porque yo soy…yo soy el cantante”, estiró esa última frase emulando ser un rosarino más.
Se refería a “Dieguitos y Mafaldas” la épica canción de amor a una bostera del conurbano bonaerense llamada Paula.

Así, se animó a decir que “cada vez que venimos a Rosario nos pasa lo mismo. Porque todos sabemos que los canallas (Rosario Central) y los boquenses, somos la mitad más uno”, soltó una carcajada y arrancó con el tema.

Sabido es que los músicos que acompañan a Sabina son una sólida tropa sin quinta columnas. “Yo quiero ser una chica Almodóvar” de Mara Barros que no es Olga Román pero bien sus gritos podrían ser una buena droga, despabiló al apretujado auditorio rosarino.

Pancho Varona arrimó lo suyo con “El rock and roll de los idiotas” y Antonio García de Diego hizo “Tan joven tan viejo”, todo para que el capitán de la nave sabinesca tome un respiro a dos horas de recital. También el bajista, un gordito morrocotudo vasco de quien no recuerdo el nombre interpretó “Llueve sobre mojado” y en las últimas estrofas lo ayudo el autor de esa letra compartida con el rosarino Fito Paéz.

Lo mejor sin dudas fueron los alaridos seudos sexuales de Mara Barros que estremecieron el Metropolitano de Rosario en una velada épica como suelen ser las sabinescas. Claro, para los que lo ven por primera vez.

Para mí, para mí, sigue siendo rock y una vez al año no cuesta nada verse con el Pirata Cojo.

lunes, 28 de febrero de 2011

Para Fito el Río Paraná siempre está cerca

A las once de la noche, exactamente dos horas después de haber comenzado el acto bilateral entre los presidentes de Argentina, Cristina Fernández y de Paraguay, Fernando Lugo; Fito Paéz abrió la segunda etapa de un acto multitudinario organizado por la Presidencia de nuestro país en Posadas (Misiones). Fue la puesta en marcha oficial de la máxima potencia a la Represa Hidroeléctrica Yacyretá, al elevar su cota –embalse- a 83 metros sobre el nivel del mar.

Pero todo eso quedo de lado cuando subió a escena el rosarino ante más de 20 mil personas y empezó con “Narcioso y Quasimodo” sumándole en piano después, “Demoliendo Hoteles” de Charly García.

Páez y sus músicos, una gran y sólida banda, ocuparon el segundo escenario montado en la vieja Estación de Ferrocarril recuperada hace a penas un año y medio por la comuna posadeña, frente al Río Paraná y en el horizonte, al otro lado de la orilla, frente a la ciudad paraguaya de Encarnación. A vista de ojo por medio de sus luces de neón titilantes casi en el firmamento.

La ex parada de tren es una de las tantas claras muestras de lo beneficiada que fue la capital misionera a través de los últimos 15 años, con obras recibidas en concepto de regalías desde la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Es por el alto impacto ambiental y zonas inundadas para siempre a raíz de la elevación de la cota por parte de la represa.

El propio Páez quedó entrampado en una polémica generada por él mismo a mediados de mes cuando anunció que no participaría del evento para no avalar justamente avasallamientos ambientales.

Finalmente a última hora del jueves se informó con bombos y platillos que el cantante cerraría el megaevento oficial. Ocurre que Páez es voluntario de Greenpeace y nadie sabe cómo cambio de opinión.

En la noche del viernes 25 mientras tocaba y hacía cantar a veinte mil voces algunos se animaron a decir que la propia Cristina lo convenció de ir a Posadas. Sabido es que el rosario integra el lote de músicos kirchneristas por lo que la idea no es muy alocada.

Pero regresemos al show en un lugar imponente por su belleza y naturaleza, la cual es sabia, en el atardecer del viernes un cielo plomizo aventuraba algo de lluvia pero con las primeras sombras de la noche la estrellas y luna dijeron que sería una velada de aquellas.

Fito tiene la contundencia de los Malbec añejos. A penas sorbes un trago y te envuelve desde la cabeza a los pies. “Te vi.”, parte del “Amor después del amor”, “Al costado del camino”, la tremenda metralla de riff con “Ciudad de pobres corazones”, “Tumbas de la gloria”, “A rodar la vida”, fueron parte de un repertorio de hora y media.

Los bis llegaron con “Dar es dar” y “La rueda mágica”. Era casi la una de la madrugada y Posadas tenía varias horas más de festejos por la puesta en marcha a pleno de la represa Yacyretá. Planta ubicada en territorio correntino pero agradecida ampliamente a suelo misionero.

Lo demás, lo de Fito. Fue Rock, claro.

jueves, 24 de febrero de 2011

TRAGICÓMICA NOCHE BOXÍSTICA EN GOYA: Ring Side con lona movediza

La velada prometía el regreso del boxeo profesional a la segunda ciudad de la provincia, Goya, como en los viejos tiempos. Algo de nostalgia tiene el Club Unión con sus paredes descascaradas y esa arquitectura de la década del ’60. Fue el escenario del pasado viernes para el espectáculo de puños y guantes.

Martín “El Principito” Coggi enfrentó al mercedeño Ricardo “Demoledor” Chamarro. Aunque lo de enfrentamiento trascendió el combate pautado a ocho asaltos. Los pugilistas ignoraban que el principal enemigo a vencer era la lona del cuadrilátero, tan o más veloz que las piernas de ambos contrincantes.

Las peleas de semifondo algo dejaron entre ver pero al no estar tan usado aún se podían deslizar sobre el Ring Side sin caer de un porrazo a la lona.

Es que el gobierno provincial en su esmero de promocionarse así mismo –fue el principal y casi único sponsor del evento- forró con hule el cuadrilátero. Enfundándolo con el verde manzana característico de la actual gestión gubernamental y en el centro el escudo de la provincia.

Así, los pugilistas tirarían puños usando como piso el emblema de Corrientes para que se vea a través de la transmisión televisiva en toda la provincia, quién fue el motor principal para la realización de la velada pugilística.

Pero no hubo caso, la expectativa de los aficionados goyanos enseguida mordió el polvo de la desilusión y los silbidos bajaron de las gradas como letales flechazos. Ni el experimentado “Principito” ni el “Demoledor” del Payubre lograban hacer pie. Mucho menos cuando intentan un amague o pretendían deslizar un golpe por afuera de la derecha o izquierda de su oponente.

“Esto es poco serio”, se animó a decir uno de los relatores que segundos después aclaró, “es bueno el esfuerzo del gobierno provincial pero hubiesen controlado antes el Ring”.

Consultado una experimentado aficionado con tantos cuadriláteros como noches tiene la luna, dio la explicación técnica: “Eso pasa porque no saben, al mojarse la lona por el agua que les tiran a los boxeadores se pone resbalosa. Hay algo que se hace desde que existe el boxeo. Regar con gaseosa el ring y de esa forma queda pegajoso y no te resbalas ni a palos”.

Saberlo antes. Al promediar la pelea del pasado viernes, en realidad ya madrugada del sábado, Coggi y Chamarro se la pasaban más en la lona sobre el escudo correntino que de pie. El referí no fue ajeno al percance y también asomó la cara contra el hule oficial al menos cuatro veces.

Trastrabillando la pelea llegó al último asalto con varias caídas de ambos peleadores tras resbalarse y no por golpes arteros de alguno de ellos. En las tarjetas el ganador fue “El Principito”, hijo del legendario “Látigo” Coggi, tricampeón de la categoría Welter Juniors. Rubro en el que su pupilo intenta abrirse paso.

Para la próxima ya se sabe. Antes de estirar algún hule oficial o no, rociar con gaseosa. La marca no importa.