sábado, 25 de marzo de 2017

El defensor menos pensado y Ricardo…¿sin pantalones?

Hay un viejo cuento con moraleja que relata la desnudez del rey. Una forma de significar las debilidades de un todo poderoso en alguna comarca del Medioevo.  
En la aldea local algo  similar habría ocurrido con el Gobernador Ricardo Colombi (UCR) a cuento, de lo relatado por un animador televisivo en un programa del a caso género musical, cumbia. “La gente fue a golpear las puertas de Casa de Gobierno y el Gobernador qué hizo. Se puso los pantalones”, contó Tony Torales con una vaga idea de inyectar épica al guión que le habían descargado en su acotado chip para que lo reprodujera ante las cámaras de televisión.  

Qué habrá estado haciendo el mandatario provincial semidesnudo en la sede oficial. ¿Habrá estado evacuando su organismo? Al parecer y siempre según el esforzado relato del animador, el Gobernador fue sorprendido alrededor de las 6 de la mañana por un grupo de padres quienes denunciaron el secuestro de sus hijos y fueron a la búsqueda del súper héroe. Más bien. Del patrón de la comarca para que los ayude.
“Se puso los pantalones” reiteró Torales en otro tramo. Siempre en la búsqueda de una épica dramática a lo que trataba de reproducir en base a su limitado lenguaje y quizás:  ¿Mostrarlo humano al todo poderoso? ¿El Gobernador duerme en la Gobernación? Podría ser otro efecto narcótico del poder. Literalmente vivir en esa casona antigua pintada de rosado.
Colombi semidesnudo. La imagen podría ser dantesca. Pero reveladora.
Un grupo de tutores golpeando las puertas de Casa de Gobierno a las 6 de la mañana y el dueño del inmueble oficial responde a los llamados, despeinado con el poco cabello que le resta y sin pantalones, yendo a ver qué ocurre para ser despertado antes del alba por una horda de tutores desesperados.

El animador en su apresuramiento para cumplir las órdenes que le habían sido impuestas, relatar el relato, no contextualizó. Su esforzado cuento en que según sus palabras el “Gobernador se puso los pantalones”, es el episodio ocurrido el pasado 21 de Diciembre. Fecha en que policías de la provincia de Santa Fe con una orden de un juez federal de esa provincia, ejecutaron un procedimiento antidroga en Goya. En medio de ese operativo apareció el Gobernador Colombi para que “liberen a los guríses”. Jóvenes que habían sido “levantados” por los efectivos santafesinos en la costanera capitalina y llevados hasta la segunda ciudad de la provincia, en calidad de testigos para dicho procedimiento judicial. El hecho sin precedentes en el país. La irrupción de un Gobernador en un operativo para incautar droga y arrestar a traficantes, cobró dimensión tras otro operativo de envergadura donde fueron detenidos el intendente y viceintendente de Itatí (ocurrido a inicios de Marzo 2017). Ambos acusados de liderar una banda que desde esa localidad, distribuía marihuana a siete provincias del norte argentino.


“Quisieron ensuciar al Gobernador Ricardo Colombi como a cualquier Gobernador que esté en este caso”, continuó el animador en su búsqueda desesperada de palabras para relatar lo ordenado.  “El Gobernador se puso los pantalones y qué hizo. Fue hasta a Goya y pidió la liberación de estos chicos que literalmente fueron secuestrados”, siguió Torales en su cruzada defensa al mandatario provincial. De fondo estaba en juego la pauta oficial. El respirador artificial de casi todos los programas y medios de comunicación en la comarca. “Pero los medios nacionales estuvieron usando porque seguramente hay una mano negra ahí detrás. Quisieron meternos a todos en la misma bolsa como quisieron meterlo al Gobernador Ricardo Colombi en la misma bolsa. Cuando fue él que se puso los pantalones y actuó”. Otra vez los pantalones y ahora una bolsa. ¿Qué bolsa es donde fueron ingresados los correntinos el Gobernador?. “No tenemos nada que ver” juró el animador sin explicar con qué situación o si se refería al episodio ocurrido en Goya: “Están hablando muy mal de todos los correntinos y no somos todos malos. Simplemente quería decir que no somos narcos”.
 Esto último al parecer era la idea central de todo el rodeo y tropiezos verbales del defensor menos pensado del Gobernador. Salvo el dato de los pantalones cumplió con: el inicio, núcleo y desenlace del relato oficial sobre cómo la administración provincial encara la lucha contra el narcotráfico.