miércoles, 19 de diciembre de 2012

Metáfora


Cada diciembre el ritual se repite. Mesas ornamentadas en blanco, amarillo, quizás tonalidades oscuras. En los últimos años el tradicional asado fue corrido por catering para darle un tono más de nivel a los encuentros.

De esa forma no había después que lidiar con la grasa, la del asado. Sumaron un par de atracciones. Bailarinas exóticas y algún que otro cantante meloso con clásicos del tango, bolero y las conocidas canciones que las sepan todos.

En la última reunión fallaron los cálculos y la peonada que extendía como todos los días sus quehaceres para terminar la faena, quedó sin asientos. Ni sillas ni mesas. Improvisaron como en los viejos tiempos comer de parados a orillas de unos tablones y lejos para que no se los divise desde los sectores donde estaban capataces, políticos y el patrón.

Antes de levantar las mesas para dar lugar al bailongo, cuando aún algún comensal rezagado engullía lo que quedaba del catering, la imagen de la velada metaforizaba el momento. Peones en el fondo, adelante políticos de turno zambullidos en copas de vino y cinismo mezclados con empleados del lugar. Que siempre para esa época del año y festividad hacían a un lado el tremendo encono para con la patronal y quizás como forma de venganza silenciosa no dejaban nada cargado sobre las mesas. Ni platos, ni botellas.

Algo así como lo que decía Atahualpa hace muchas décadas atrás: “Las penas y las vaquitas van por la misma senda. Las penas son de nosotros las vaquitas son ajenas”.

P/D: inspirado en hechos reales lo ocurrido no fue en una estancia ganadera de las tantas que hay en la provincia. Fue en un diario.  


martes, 11 de diciembre de 2012

Como ratas en Hamelín


En este caso el que toca la flauta es el poder. Quien está apoltronado en el poder. Como fue y será por los tiempos de los tiempos.
Pasó hace algunas semanas atrás -22 de noviembre- la idéntica reproducción de las tapas de dos diarios locales con la misma oración, a penas un ápice los diferenciaba, maldita coincidencia quizás me dije. Nos dijimos todos tras las burlas a los editores de aquellos tabloides.

Pero volvió a ocurrir. El pasado 6 de diciembre el gobernador Ricardo Colombi “invitó” a los cronistas de diarios gráficos para ensayar un balance de su gestión. Su extensa gestión que va por casi ocho años más cuatro de su partido (UCR) que está en el gobierno desde inicios de la década pasada -2001-.

Si bien algunos publicaron al otro día extractos de la charla que duró casi dos horas, el fuerte se vería el domingo. El domingo 9 casi en coincidencia con los tres años de gobierno del mercedeño y 29 de la democracia. Siempre hay que cumplir con los cumpleaños. Esa maldita fijación con las fechas.

Otra vez la coincidencia. Esta vez fueron tres los matutinos coincidentes a la hora de contar un “evento” como el de la entrevista del gobernador con periodistas que no son parte de su corte habitual que lo sigue a todos lados. 
Respetaron a rajatabla la cronología de las preguntas, uno de ellos incluso aclaró al reproducir una urticante consulta, que dicho atrevimiento no fue hecho por ese diario sino por el periodista de otro. Y para que no le queden dudas al lector, aclaró de qué diario se trataba. En cualquier calle de Argentina eso se llama lavarse las manos.
El formato de la entrevista fue el tradicional preguntas y respuestas. El tridente de diarios era exactamente el mismo. Como si lo hubiese hecho una sola persona y distribuido al resto.

Al salir aquel jueves de la oficina privada del mandatario provincial ingresaba uno de los propietarios de estos tres matutinos en cuestión. Alegre, dicharachero, se notaba que es un habitué de ese nimbo llamado poder.
Quizás allí radique la explicación del discurso único. De no moverse una milésima de las pautas impuestas. De no vender cara esa derrota por parte de los editores y una carestía de ideas a la hora de “buscar” una salida decorosa a los corsés puestos por los empresarios.    

No es coincidencia que leamos todos los días las mismas cosas, contadas de las mimas maneras y con el mismo sentido. A esta altura ya no es casualidad.
Es la causalidad provocada por el flautista de Hamelín que si antes no hacemos una sanguínea autocrítica, terminaremos como esas ratas en aquella comarca alemana, en el fondo del río. 

P/D:
¿Teme que la denuncia que  hay en su contra en el fuero Federal pueda ser usada en su contra por el kirchnerismo el año que viene? (Pregunta del periodista del diario Norte)

Respuesta: Mirá hermano a mí me tiraron un muerto 48 horas antes de las elecciones de 2009. Tengo la conciencia tranquila. Así que ustedes, los del diario Norte escriban todo lo que quieren escribir, no me van a mellar. Al contrario, me hacen más fuerte. Más fuerza y ganas tengo. Porque estoy tranquilo. Sé lo que hice y lo que no hice en mi vida. Por eso, plántenme diez muertos, cien juicios, yo sé lo que tengo que hacer y dónde estoy parado.