lunes, 21 de diciembre de 2009

Ser y no ser, Néstor K de eterna campaña


Cualquier desprevenido dudaría de que Néstor Kirchner no siga siendo Presidente de la República Argentina, se mueve en aviones, a veces privados y a veces oficiales de la propia Fuerza Aérea. Reparte subsidios y obras para todo lo que comparta su ideología en el mundo K o se alinee al mismo. Hoy en Corrientes tras más de tres años de ausencia, esa rara sensación quedó manifiesta.

El actual Diputado Nacional del Partido Justicialista (PJ) por la provincia de Buenos Aires, Néstor Kirchner, arribó a la capital provincial acompañado por un grupo de funcionarios nacionales pertenecientes al estratégico ministerio de Planificación Federal.

La misión era bendecir de manera personal al nuevo intendente de Corrientes, Carlos Mauricio Espínola, se debe a que el joven jefe comunal y ex medallista olímpico en Windsurf, rompió un maleficio de casi 40 años que no haya un peronista al frente de la jefatura de la ciudad.

Así, Néstor y los que parecían sus funcionarios, rubricaron sendos convenios para la construcción de plazas, playones deportivos, refacción de centros sanitarios y la pavimentación de 250 cuadras.

Según la información oficial dada tras el acto celebrado en el propio despacho privado de Espínola con el ex Presidente, la inversión ronda los 50 millones de pesos.

A eso hay que sumarle otras obras de desagüe que también fueron firmadas entre funcionarios comunales y nacionales pero ya al mediodía, tras un acto político dado por Kirchner en el Sindicato de Luz y Fuerza.

Lo curioso es que todo funciona con la lógica K, donde hasta la ley de gravedad a veces no es tal. Néstor Kirchner regresó a Corrientes tras tres años y dos meses y medio de ausencia donde tanto su gobierno como el de su esposa, Cristina Fernández, marginaron a la provincia por no comulgar con la preceptos kirchneristas.

Sin embargo, este viernes durante el acto a la militancia desarrollado en las instalaciones de Luz y Fuerza, el actual Diputado nacional sentenció firmemente que “empieza un nuevo tiempo para Corrientes”.

En clara alusión al flamante alineamiento de la provincia por medio del gobernador Ricardo Colombi que a pesar de su extracción radical, profesa fielmente los mandamientos K y así quedó demostrado a pocos días de haber ganado las elecciones en Corrientes en el balotaje del 4 de octubre pasado.

Este viernes durante su intenso derrotero por la ciudad de Corrientes, Néstor estuvo acompañado por funcionarios que pertenecen al ministerio de Planificación Federal, cartera que funciona con la lógica de premios y castigos.

Premia a los gobernadores e intendentes del propio partido y a los aliados, castiga con el no otorgamiento de obras a los díscolos que se animan a levantar la voz en tono de crítica hacia el kirchnerismo.

En la calurosa jornada de hoy acompañaron al ex Presidente: el Secretario de Obras Públicas de la Nación, José López. Del acto también participaron el Administrador del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento, Edgardo Bortolozzi; el vicejefe de gabinete, Juan Abal Medina, entre otros.

Lo curioso es que muchos lo llaman “Presidente” o “Néstor”, los de mayor confianza, los que justamente aseguran por la bajo que el santacruceño “vive de campaña”.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Néstor de campaña volvió a Corrientes y cruzó a sus quijotescos enemigos


En un tibio acto en el Sindicato de Luz y Fuerza, el santacruceño dio su bendición al flamante intendente correntino, Carlos Mauricio Espínola, con obras de infraestructura para la ciudad y millonarias inversiones, prometieron entre muchas cosas, asfaltar 250 cuadras en la ciudad.

El ex presidente volvió a cargar contra el grupo Clarín y demás corporaciones económicas, pidió en esa línea un total apoyo para su esposa, la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.

Tras un ostracismo de tres años el kirchenrismo desembarcó formalmente en Corrientes, a media mañana de este viernes aterrizó en el aeropuerto de la capital provincial una aeronave privada que traía en su interior a Néstor Kirchner.

La llegada del actual titular del Partido Justicialista (PJ) y ex presidente de la Nación pero casi en ejercicio de esas funciones, fue para darle la bendición en forma personal, al nuevo intendente correntino Carlos Mauricio Espínola.

El agobiante calor no amilanó al santacruceño en su derrotero por la ciudad en tono de campaña electoral como lo hace desde hace meses, precisamente después de perder las elecciones legislativas del 28 de junio pasado.

Néstor estuvo por última vez en Corrientes el 5 septiembre de 2006, en ese entones durante una fría jornada en las postrimerías de aquel invierno. Pero en ese entonces no solamente el clima era distinto al de este viernes 18 de diciembre, eran las épocas de la extinta concertación plural que cobijó bajo un mismo techo a peronistas y radicales.

Tras firmar convenios para obras estructurales como ser asfaltar 250 cuadras, arreglar centros sanitarios, construir playones deportivos y plazas, Néstor y el ex windserfista, se dirigieron al Sindicato de Luz y Fuerza donde los esperaba un reducido grupo de simpatizantes K.

Con poca mística y muchos niños y adolescentes, los militantes fueron movilizados desde los barrios más recónditos de la capital provincial, con pancartas, cruza calles y banderas, soportaron estoicamente los 40 grados de sensación térmica en las adyacencias de la sede sindical.

“Que sepan que la Presidenta y yo no nos detendremos”, lanzó un Kirchner bañado en sudor desde el atril a poco de comenzar sus palabras tras los breves discursos de Rubén Pruyas, titular del PJ provincial, del ex Senador Nacional y ex postulante a la gobernación por el PJ, Fabián Ríos y del actual intendente, Carlos Mauricio Espínola.

Fiel a su costumbre el ex mandatario nacional eligió como eje de sus palabras a sus enemigos preferidos, a los que el común de los mortales no los ve, los medios de comunicación y los grupos económicos.

“En poco tiempo en la Argentina habrá democracia informativa porque hay que informar y respetar, ya pondremos en marcha la ley de Radiodifusión”, dijo en el rol de un catedrático de las Ciencias de la Comunicación.

Se animó en otra línea a decir que las nuevas asignaciones familiares universales “dadas por nuestra Presidenta bajaron la indigencia en un 2,5 %”, reveló que son 10 mil millones 500 mil pesos los que se vuelcan a la gente con esa medida.

Y retomó el discurso blindado aunque sin estridencias, “no nos olvidamos de los que destruyen, de los grandes grupos económicos como son Clarín y muchos más, por eso los fondos de las AFJP los devolvimos a la gente. Tenemos memoria –reiteró- y no nos olvidamos, por eso debemos profundizar este proceso”.

Apenas 31 minutos bastaron para el acto proselitista de Néstor disimulado como de la militancia, algunos intendentes justicialistas del interior provincial lograron ocupar lugares en el frente donde escaseaban los espacios.

“Trabajaremos intensamente para consolidar el proyecto de Cristina y empieza un nuevo tiempo para Corrientes, por eso no caigamos en los enfrentamientos a que nos quieren llevar algunos”, disparó solapadamente hacia el Comité Nacional del radicalismo molestó con el gobernador Ricardo Colombi por su apoyo al kirchnerismo.

Veinte minutos antes de las 13, Néstor y su comitiva dieron por terminado el acto y se dirigieron al Hotel de Turismo ubicado en la costanera capitalina, a orillas del Río Paraná, allí los aguardaban más carpetas de obras para ser firmadas por el intendente Espínola y funcionarios del ministerio de Planificación Federal, principal ariete de campaña en la maquinaria K.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cara

Frotaba las manos como cuando uno espera algo o intenta amainar el frío. Pero era 10 de diciembre y si bien Corrientes no soportaba ese jueves de primavera una alta temperatura, la humedad hacía estragos en casi la totalidad del público que aguardaba el traspaso de mando de los Colombi.

Arturo esperaba a su primo hermano Ricardo sobre el escenario, su cara y su risa en especie de mueca dejaba ver ansiedad por abandonar ese lugar que actuaba como yugo de vencidos.

Así estaba el ex gobernador, agazapado en su traje gris, los ojos celestes dando vueltas por todo el patio central de casa de gobierno, soportando estoicamente los abucheos cada vez que la gente oía a través de los equipos de audio su nombre.

Pero Arturo se mantenía firme como un granadero en las puertas del Regimiento de Patricios, cavilaba vaya a saber qué cosas, no podía estar quieto y la intensa humedad, el espesor del ambiente mezclado con la diabetes, lo hacían transpirar en demasía.

Atrás quedaron cuatro años de gobierno legados casi en forma feudal por su primo hermano ahora convertido casi en su verdugo, otra vez Corrientes frente a fratricidas disputas de parientes, esta vez traslucida en un recambio institucional.

Ricardo es desbordado por simpatizantes desde que sale de la legislatura donde juró ante la constitución provincial como nuevo mandatario para dirigirse al patio interno de casa de gobierno, previo ingreso por el salón amarillo; Arturo sigue en esa espera eterna, inerte, ese preciso instante donde volverá a ser un mortal más entre todos.

La gente parece devorarlo con los cánticos que piden “un minuto de silencio” porque ahora el ex gobernador, “está muerto”. Sin embargo su defunción se inclina más por la demora de su consanguíneo en venir a tomar esos atributos de mando que reposan sobre una barroca mesa rectangular, una banda con la bandera nacional y un bastón tallado en algarrobo y plata.

Piensa, cavila, escruta por los techos de la gobernación vaya uno a saber qué; las explicaciones que deberá dar a la justicia, los errores cometidos para estar en ese lado: en el de los vencidos.

Pero quizás lo que más trasmita la cara del ex gobernador es la figura de una derrota que no tiene revancha. Así se lo veía por la tv y en vivo, un hombre devastado por su propia existencia a la espera de que todo termine.

A la salida de la sede gubernamental y mientras su pariente prometía un “gobierno de puertas abiertas” y profetizaba que sus políticas deberán ser entendidas por los que la entienden y hasta por los que no la entienden, Arturo era casí golpeado por una mujer.

Por azar de la vida, sobre la calle frente a la gobernación, un personal de ceremonial ofició de custodio y se interpuso entre el ex mandatario y el puño cerrado de la señora presa de ira.

Recuerdo la última vez que lo vi personalmente en su despacho, hacía tres días que uno de sus principales hombres de confianza devenido en ex funcionario, había sido detenido por la justicia acusado de una serie de supuestos delitos administrativos y en los medios no se hablaba de otra cosa que la idéntica suerte que correría el entonces gobernador una vez que finalice su mandato.

A pesar de ese microclima, al entrar a la oficina que estaba desierta de secretarias y colaboradores, Arturo acomodaba sus lentes para ver en qué lugar del despacho quedaría mejor un cuadro de un artista plástico goyano.

La pieza que muestra a una anciana rogando lluvia sobre un aljibe seco, la compró personalmente en las ajetreadas jornadas de campaña proselitista en el interior provincial.

Un par de semanas después, en el crepúsculo del jueves 10 de diciembre comprendí que ésa anécdota no era otra cosa que una metáfora de lo que fue este hombre, un eremita de la realidad.
Ahora con el rostro de la peor de las derrotas, las que no dan revanchas.-

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Cercado por las quejas, Balestra ahora dice que el lunes próximo entregará viviendas

El interventor del Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico), Julio Balestra, tras culpar a las reiteradas lluvias como las responsables de no poder entregar dos complejos habitacionales, en Molina Punta y Pirayuí; anunció hoy que el lunes venidero se concretará la adjudicación de los inmuebles en el primero de los barrios. Para el segundo no hay fecha cierta y en ambos casos no estaría hechas las redes cloacales.

El controvertido e histriónico interventor del Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico), Julio Balestra, en forma extraoficial aseguró hoy que el próximo lunes entregará casas pertenecientes al barrio Molina Punta.

Se debe a que en los últimos días el polémico funcionario que cada vez que trasciende a los medios es por insultar y maltratar a periodistas y no por su labor al frente del ente autártico, recibió a un grupo de adjudicatarios de los inmuebles que esperan por las llaves y documentación de las viviendas, desde hace años.

Si bien las casas están terminadas, trascendió que las redes cloacales e incluso las instalaciones eléctricas en las flamantes barriadas no estarían hechas, motivo por el cual las unidades habitacionales no se entregaron hasta el momento.

Sin embargo y ante el inminente cambio de gobierno (el jueves de la semana que viene), los adjudicatarios del Molina Punta y Pirayuí, abordaron a Balestra en su oficina que ocupa en la sede del Invico sobre calle San Martín casi Rioja.

“No soy Dios y no puedo hacer que deje llover chamigo, no se dan cuenta de eso ustedes”, dijo a los gritos y casi en forma histérica el funcionario a los adjudicatarios que osaron en reclamar por sus casas.

Balestra como no tenía ningún periodista cerca para descargar su ira producto de su propia inoperancia e iracundia que habita en su ser, culpó al inestable –como su carácter- clima como único responsable de la demora en la entrega de las viviendas.

Así, los beneficiarios del Molina Punta lograron arrancarle la promesa de que si no llueve el próximo el lunes, tendrán las llaves y documentación de los inmuebles en sus manos.

Por parte de los adjudicatarios del Pirayuí, no corrieron con la misma suerte ya que el titular del Invico graficó que “no se puede entrar por la cantidad de agua y barro que hay ahí”.

La pregunta es cómo el Invico construye casas en terrenos inundables, además de no instalar los servicios básicos esenciales como ser cloaca y redes eléctricas.

Entre ambas barriadas sumarían alrededor de 700 familias las que esperan por el techo propio, incluso, antes de las elecciones del 4 de octubre en lo que fue el balotaje, se anunció la entrega de las casas.

Algo que no se cumplió justamente porque los complejos habitacionales no contaban con redes cloacales y de energía.

Maltrato a periodistas, un clásico

En el mundo bipolar de Julio Balestra agarrársela con periodistas, insultarlos, escupirlos y maltratarlos, es habitual. No se sabe bien a ciencia cierta el porqué de esa furia pero los cronistas radiales son los preferidos a la hora de caer bajo los embates del funcionario.

Así ocurrió la semana pasada en uno de los accesos a Casa de Gobierno cuando Balestra insultó reiteradamente a un cronista cuando trató de hacerle una nota justamente referida al retraso en la entrega de las casas del Molina Punta y Pirayuí.

Dos días después, la que quedó bajo las ínfulas Balestrianas fue una productora de este medio, la joven llamó al funcionario para sacarlo al aire por FM Total pero apenas llegó al saludo cuando el interventor del Invico descargó una cataratas de insultos entre los que resaltó los diversos posgrados que obtuvo a lo largo de su ambivalente existencia como contador público.

A todo esto, días atrás a comienzos de esta semana, desde la oficina de prensa del Invico, Balestra envió una gacetilla informativa dándose loas por haber sido electo como Vicepresidente del Consejo Federal de la Vivienda.

A lo que viene otra pregunta, ése cargo es para el funcionario o es para el próximo que llegue a la intervención del Invico con la nueva gestión de Ricardo Colombi; habrá que esperar porque en el mundo Balestra todo puede ser posible.