martes, 30 de agosto de 2011

Hotel de Turismo, la casa gana

El fotógrafo dice: “Me parece que estás rejas no quedan muy bien”; Contesto, “sí, dan un aire carcelario”. Ambos rodeamos para ingresar al nuevo Hotel de Turismo el pasado viernes 26 de agosto cuando inauguró la primera etapa de sus obras que dicen, prometen, lo convertirán en cinco estrellas con vista impagable al Paraná desde una terraza ubicada sobre un piso once. Aunque para estas dos partes habrá que esperar casi un año más.

Es verdad, el rejado se extiende por todo el perímetro y de hecho es una gran verja perimetral con puntas de lanzas en su extremo superior, color oscuro y cavilo mientras entramos con el reportero si será para asegurar el lugar de marginados que quieran entrar y hacerse de algo ajeno o es para asegurarse que algún jugador empedernido se largue sin pagar la cuenta. El casino más grande de la ciudad -hay dos en Corrientes- está pegado al hospedaje y es parte del mismo emprendimiento. Soliloquio que yo solamente puedo hacerme.

Una vez dentro del antiguo edificio hecho a fines de los '40 veo que no sufrió grandes transformaciones, el salón de reuniones mantiene su fisonomía aunque con parquet y piano nuevo, sí, un piano que oficia de adorno. No hay pianista, ni chica tirada sobre sus cuatro patas.

El espacio de lo que era el comedor colonial ahora devenido en industrial es donde se llevará acabo la ceremonia inaugural, son más de las nueve de la noche y todo el mundo come y bebe, hay ambas cosas en abundancia. Como las damas, se vistieron en abundancia, exageraron los vestidos con brillantes simulando perlas e intuyo que son ropas que algunas veces las usaron en casamientos. Las chicas van de botas y medias de red, muy pintadas, muy peinadas, perfumadas, muy gatunas diría Arlt. Y es verdad, tienen una mirada gatuna y se mueven con el sigilo propio de los felinos.

Observo a mis colegas y los veo excitados porque se sienten parte de la celebración que el discurso oficial dice traerá desarrollo y prosperidad a la ciudad y a la provincia. Por fin un hospedaje con niveles internacionales para esta metrópolis que recibe avalanchas de turista venidos de todas partes de mundo.

Mi compañero, entra en esa vorágine orgásmica y se suma al grupo de periodistas que se ubican frente al atril donde se dirán las palabras gubernamentales.

Los políticos también denotan estar en un nimbo, esperan a Hugo Goitia, el dueño de este emporio del juego que dudo sea de azar. ¿Alguna vez vieron perder a un casino? Sabemos quién es el que gana en este negocio. Y los grandes aportes que puede hacer a campañas electorales que hasta la intendente de Resistencia, Aída Ayala (UCR), se cruzó el Paraná en pos del desarrollo turístico de las capitales chaqueña y correntina.

Continúo la observación y el techo también es el mismo al de la fachada antigua, no lo tocaron, algunos detalles como ser un sector del ex comedor si entró en una modificación total y quedó con visos modernos bastante hoscos. Es el que da hacia el patio sobre avenida costanera.

Quince minutos para las diez de la noche y llega el corte de cintas, andanadas de flasches fusilan al trípode de hombres que parecen amigos de toda la vida reencontrándose en esas patéticas fiestas de aniversario de egresados. En un extremo el intendente de esta capital, Carlos “Camau” Espínola, en el otro el gobernador Ricardo Colombi; kirchnerista y antikirchnerista dicen ser, en el medio quien une esa antípoda es el señor Goitia. ¿Quién dijo que hay cosas que el dinero no puede comprar?

Cada uno de los mandatarios es seguido por sus respectivas cortes y se acomodan en el frente y es el gobernador el que cierra los discursos, antes habló Eduardo Seoane, representante de la empresa HOCO S.A que lleva adelante la refacción del hotel y es su concesionaria por veinte años, luego hizo lo propio el intendente Espínola.

Es Colombi quien da la definición de todo el hecho y remarca una política de Estado. Su política de administración en la cosa pública: “El gobierno, el Estado no puede andar atendiendo hoteles o haciendo de empresa cuando no tiene recursos”, dijo.

El Hotel de Turismo es propiedad justamente estatal pero fue concesionado a HOCO S.A y Casinos del Litoral S.A. por el lapso de veinte años en un expeditivo trámite de concurso de ofertas en octubre de 2010. Además de ser un edificio perteneciente al patrimonio histórico de la ciudad y de la provincia fue un icono de Corrientes, construido a fines de los ’40 simbolizó una época de vacas gordas en la provincia. Hoy subyugó ante el devenir de la modernidad y los negocios, las firmas mencionadas se quedaron con la concesión y a cambio de administrarlo y explotarlo para su beneficio por dos décadas, se comprometieron a convertirlo en un hospedaje cinco estrellas con niveles internacionales.

Pero también en el trámite como plus el Estado provincial prorrogó el negocio de los juegos de azar a casinos del Litoral por veinte años más, así estaba estipulado en los pliegos de condiciones que fueron publicados en los diarios gráficos siete días antes del concurso de precios donde el proyecto que encajó con lo pedido por el Estado provincial fue el de dúo de empresas citadas más arriba.

¿Alguna duda de quién gana dentro y fuera de las rejas perimetrales?

viernes, 26 de agosto de 2011

Entre lo público y lo privado

Como suele suceder porque en definitiva esa es su naturaleza la política es dinámica y en los tiempos que corren pragmática. O al mejor decir, quienes la aplican son pragmáticos y conocedores de los tiempos justos, oportunos, como los que corren.

Sobre estas verdades de Perogrullo un par de episodios se produjeron en las últimas semanas y días: por ejemplo el Estado provincial avanzó con sendas medidas muy positivas como extender la cobertura social de la provincia –IOSCOR- a sectores que no pueden pagar prepagas cuyos costos se eyectaron a las nubes por la inflación.

En ese esquema el gobernador Ricardo Colombi avanzó con la rúbrica para afiliados de los Colegios de Abogados de esta capital y al de Ciencias Económicos. Luego redobló la apuesta y fue por sectores ultra sensibles y muy populares como ser la entidad que nuclea a músicos de todos los géneros para lo cual armó un gran despliegue escénico en el patio interno de casa de gobierno.

Algo muy similar a lo ocurrido ayer con las asociaciones que nuclean a los trabajadores del volante; remiseros y conductores de transportes escolares. Cualquiera que viera esto diría que estamos ante un gobierno progresista y popular, términos tan en boga en estos tiempos.

Sin embargo hay otra imagen que expuesta ante la anterior parece distorsionar la visión. Con idéntico esmero la administración provincial privatizó el Hotel de Turismo y si la palabra “privatizar” asusta, más puntual es “concesionó”, por dos décadas el viejo hospedaje que sería como una de las últimas alhajas de la abuela. Además una de las firmas que lograron ganar el concurso de oferta obtuvo la prórroga en la “concesión” del negocio de los juegos de azar.

Un edificio que es patrimonio histórico de la ciudad y de la provincia capituló ante un moderno hotel que promete ser de cinco estrellas y nueve pisos con una vista impagable al majestuoso Paraná.

El miércoles pasado a la hora de informar la inauguración de la primera etapa de las obras el gobierno explicó las bondades de haber “concesionado” por veinte años la administración del remozado hotel. Habló de desinversión arrastrada desde los ’80 y que de una vez por todas la ciudad capital de la provincia tendrá un albergue con estándares mundiales. Un discurso que remite a los ’90 y se sobrepone a las medidas populares como la cobertura del IOSCOR. Lo público y lo privado en tiempos muy cercanos a las urnas

lunes, 22 de agosto de 2011

Asistencia perfecta a un acto de ECO

El dato era certero. Una circular interna llegó a cada despacho de áreas claves del gobierno el martes 16 de agosto y palabras más palabras menos decía, pedía en tono de orden que los “firmantes” debían concurrir a las 19 en el Club San Martín el miércoles 17 de agosto, feriado provincial, sin dar muchos detalles. El papel anduvo desde las principales oficinas de funcionarios hasta las más acotadas e incluso sus destinatarios principales fueron becarios de la Secretaría de Desarrollo Humano. Estamento estratégico de la administración provincial porque se encarga de la tarea social o de la asistencia social por más bien definirlo. Maneja además programas nacionales de alimentación para miles de comedores en toda la provincia, cortes de rancho, frazadas y ropas para algún tipo de contingencia climática en el ocaso del actual duro invierno.

La orden escrita tuvo su efecto en la convocatoria, gran cantidad de gente se agolpó en la mencionada entidad deportiva de un estrecha cercanía a las autoridades provinciales, “el Santo”, es el club de los amores del ministro Secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo.

Los citados por el gobierno improvisaban una fila india en uno de los accesos que estaba en la más profunda oscuridad, a penas unos metros tras el ingreso los esperaban planillas donde debían dejar asentado su nombre, apellido y dependencia a la cual prestan servicios. Todo muy ordenado y prolijo, tras ese trámite debían acomodarse en la cancha de básquet donde el concejal y presidente del comité capital del radicalismo, Norberto Ast, vanamente trataba de conseguir silencio y atención de la gente.

Sin embargo el dirigente explicaba que cada grupo tenía que acomodarse con su circuito y agradecía cada cinco minutos: “Porque somos muchos y vamos a sorprender al gobernador que ya está por llegar”, reiteraba un Ast eufórico y un poco aturdido por tener que ordenar semejante cantidad de gente. Un esfuerzo titánico al que el edil no está muy acostumbrado.

A esa altura la reunión se trataba de un gran mitin al que lo cerraría el jefe político de la Unión Cívica Radical (UCR) y conductor de la alianza oficial Encuentro por Corrientes (ECO). Y así fue, a las 20.05 Ricardo Colombi ingresó al lugar a paso firme y acelerado. Como no había tarima ni atril subió a una silla de plástico que en realidad eran tres para soportar la humanidad oficial y desde allí habló a los gritos con tono de reto. De puteada para ser exacto y coloquial.

Reprochó que en “esta capital” no haya presencia en las calles ni en los barrios y pidió que cada uno de los que estaba presente debía “sentir la transpiración de la camiseta”.

El gobernador exhibía preocupación por los abultados resultados del peronismo en las elecciones Primarias del pasado 14 de agosto, por eso trató de talibanisar a la tropa.

El único detalle que seguramente el gobernador desconocerá porque seguramente será el ardid de algún trasnochado de la Corte el que lo ideó, que más del cincuenta por ciento de la gente no estaba allí por convicciones, ni por simpatía, ni por el choripan y la gaseosa que tampoco hubo. Estaba ahí por un simple razón, desde sus diferentes puestos laborales los conminaron a ir a sopeso de no hacerlo afrontar serios problemas. En el caso de los becarios lisa y llanamente perder ése beneficio.

Días después, cuatro para ser más exactos, en el mismo lugar se hizo la presentación formal de los candidatos a legisladores de ECO para las elecciones del 18 de septiembre. No había ni la mitad de gente que sí hubo días antes.

En charla con un funcionario provincial le pregunté por el tono que había usado el gobernador en el mitin del día feriado. Entusiasta mi interlocutor me contestó: “Lo que pasa es que Ricardo vio esa cantidad gente, mil trescientas personas y le mandó ficha, él es así cuando ve mucha gente y si ve que hay clima le baja guacha con todo”.

Lo escuhé simulando atención y lo dejé seguir porque no hay nada peor que destrozar una ilusión.

lunes, 15 de agosto de 2011

Miscelánea electoral

El sello de goma sin tinta que la presidenta de mesa se esmeraba en dejarlo impreso en mi DNI, al verlo me pareció una metáfora de las elecciones primarias. Un desencantado como yo, indolente de un sistema perverso que nos hace creer que formamos parte de él y que no hay nada peor que ser justamente un hereje de las instituciones republicanas.

Pensé entonces en la obligatoriedad del voto universal en este país de las aventuras llamado Argentina. Cuándo dejará de existir esa cláusula en un territorio supuestamente libre y soberano. ¿Hace falta obligar a la gente para que vaya a sufragar? Y si no fuese así, si van solamente los que tienen ganas o creen en alguna ideología, partido, caudillo o puntero político. ¿Qué pasaría en ese caso?

Ingresé al cuarto oscuro, un aula de la década del ’50 en el Hogar Escuela, construido e inaugurado por “el general” hace más de medio siglo.

Observo las boletas y las caras son casi todas las mismas que vienen de varios lustros atrás. Pero lo que me llama la atención es la gente y el cinismo de los políticos. Todos hablaron y hablan hasta hoy de la cantidad de electores que fue a meter su sobre en las urnas, del fortalecimiento a la democracia nacional, de que la votación ahora al ser mixta “unió a la familia”. Esto último un cliché tan grande como el caudal de votos cosechado por la señora Presidenta.

Pero sigo, observo a los ciudadanos que una vez cumplido su “deber cívico” marchan a casa a comerse un asadito, hacer la siesta y pasadas las seis de la tarde encienden los televisores y miran el escrutinio cual si fuera un partido de fútbol y claro, nadie quiere hinchar por el que va segundo, ni mucho menos quienes se ubicaron por detrás de ese perdedor.

Un remedo de la democracia donde me incluyo porque no hay participación ciudadana y es como un círculo vicioso, ni la gente quiere meterse mucho ni el sistema, especialmente el de los partidos, es muy inclusivo que digamos. Para estas Primarias abiertas por ejemplo cada uno de los que se prepostuló fue seleccionado con el dedo índice de caciques y capangas partidarios.

Creo que es como un cinismo de ida y vuelta, la gente se contenta de su “participación” como “soberano” pero después, hasta dentro de dos años nuevamente, vuelve a expedirse sobre el tema. Durante ése periodo es como que la ve de afuera y le interesa muy poco si los que eligió hacen bien o mal las cosas, para eso, dentro de 24 meses volverá a expedirse sobre la cuestión. Por el lado de los “representantes del pueblo” una vez arribados a sus lugares de poder vía sobre en las urnas de los dirigidos, se dedican a construir formas para eternizarse en el limbo de la función pública. Hacer fortunas y cambiar así una gris existencia por holgadas cuentas bancarias que además de asegurarles su vida y la de sus nietos, también sirven para financiar “proyectos políticos”.

Lo más curioso suele ser la reacción del ciudadano, sigue el escrutinio con una angurria de victoria cual si fuera el clásico televisado del domingo.

Salgo del Hogar Escuela tras cumplir mi deber, obligación, derecho y toda la parafernalia de frases hechas y sigo con la imagen del sello de goma dándome vueltas en la cabeza. La gente como rebaño se agolpa a uno de los accesos del centro de votación, la mayoría están contentos, serenos y seguros de lo que harán.

Me siento entonces un poco más hereje que antes.