sábado, 29 de diciembre de 2018

Claridad

Fue la primera vez que desperté esa mañana. Vi la claridad de tu ventana y aún un poco dormido pensé que estábamos viajando. No sé, como si estuviéramos en un micro y la ventana de la habitación era la del colectivo.




Sentí que así dormías a mi lado. Ambos, viajando en un micro.
Sentí paz, armonía.
Cosas que por lo general no se sienten, no las siento.

Sábado de verano, 29 diciembre de 2018. Corrientes, 15:52

domingo, 23 de diciembre de 2018

Rezar


Es domingo. Pasó la hora crítica del atardecer, anochecer, sin fútbol, sin películas, sin alcohol.
Sin programación en la tele.
Pienso en hace cuánto no entro a una iglesia. Lo que indefectiblemente me lleva a pensar en:
Rezar, creer, fe y todo lo que mantiene vivo al ser humano.

¿A caso dejé de estar vivo?
Todo fue a colación de que los 24 de diciembre hay misa. Algo desconocido para mí, quizás lo sabía en algún momento, pero hace mucho dejé de recordarlo.
Y entonces pienso en qué momento dejé de creer. El oficio, el trabajo, el amor, el olvido, la angustia, la tristeza, el resentimiento. ¿Cuándo empecé a caerme? ¿Hasta dónde caeré?



Ella me asegura que debo confiar en mí como primera medida. Y desde allí buscar la salida a esto que no sé qué es, pero se me hace como un laberinto.

La confianza en mí mismo me digo. Son casi las once de la noche y cuando retomé mi lectura de poesías y relatos, encontré un breve texto que hablaba de rezar.
Señales, digo. Justo hablaba de misas e iglesias, de fe, de creencias.
Debo planchar mi camisa para mañana lunes.
Fue un domingo más.

Domingo 22:57 Corrientes, Capital. Diciembre 16, 2018.

Abrazo


El abrazo de la luna al río. Inmensa conexión reflejada en una estela de luz sobre la superficie barrosa, marrón del Paraná que de noche es inmensamente negra.
Qué más amor que este abrazo, pienso y caigo en la cuenta de que nuevamente lo idílico se hace carne.



Desde la altura del puente se ve como un cuadro. Eterno cliché: luna, río, amores, desamores, encuentros, desencuentros.
Pero yo pienso en el abrazo. Hace cuánto no doy o recibo uno de esos que cobijan, protegen. Hoy domingo todo esto me parece un gran lugar común.

Debería ser más terrenal y dejar de huir por medio de la idealización. La luna sigue visible por un buen rato hasta que el colectivo se interna en la ciudad.
Quiero un abrazo.
Quiero estar protegido.



Domingo 23 de diciembre 2018. 11:57

domingo, 2 de diciembre de 2018

Cenizas


Buscar, encontrar. Pero buscar es la clave en lo que pareciera ser un intrincado camino que no sabemos a dónde va. ¿A qué destino nos lleva decidirnos ir tras el amor? ¿Tras la vida de otra persona?
Ella busca por caso el equilibro en estos tiempos. Dijo que una vez iniciado el año nuevo, algo que ocurrirá pronto, irá al encuentro de su ser mismo.

Su rostro bajo la luz de aquella noche primaveral estaba seguro de esas determinaciones. Como la que aseguraba no desear un amor a la vista. No tener nada de eso. “Bien lejos. Estoy tan bien ahora”, decía como recordándose todas las batallas atravesadas para llegar a ese estadío de soledad.

A su vez, hay pasión a lo que dedica su vida. Justamente, velar por otras vidas. Ahí, cuando habla de eso, se enciende y parece más radiante de lo que es. Y en su hablar no hay muletillas. Pero por sobre todo hay amor en lo que hace. Pero es otro amor, bien diferente sobre el que dice no necesitar. Aunque por ahí deja una leve hendija y es cuando dice lo de “bien lejos”. Tener un amor, pero “bien lejos”.

Yo pienso en el otro amor. En el que ella ubica en la lejanía.
En la búsqueda de una persona, pero tampoco tengo muy claro de qué se trata dicha búsqueda.

El azul del humo de su cigarrillo es una delgada cortina ante el inmenso castaño de su cabello. También intrincado por sus ondulaciones.
En la temprana mañana del otro día juntaré las cenizas de sus puchos.

30 de noviembre, 10:23. viernes, Resistencia (Chaco)