martes, 26 de agosto de 2014

Los lunes que son domingo

No hubo letanías ni vírgenes en la portada de casa. Nada de resaca. Sólo el zumbido extraño de la melancolía disipándose a medida de que la noche se hacía realidad. Si concilias el sueño antes de las 6 y despertas a las 16 posiblemente haya confusión en la mente.

Los lunes que son domingo tienen ese poder de aturdir. Y perderte. Siempre perderte en la nostalgia ultramarina traída al presente. Lo que serías si estás acá. Dónde estás. Por qué los contestadores a veces son porteros infranqueables. Por qué la cabeza, el pensamiento se encapricha con esas cosas incomprensibles, ilegibles, imposibles, ilógicas. 


A veces. Sólo a veces claro: los libros, el rock y el soliloquio no alcanzan. Otros tantas es menester tu presencia. Sólo así se hará la diferencia. Lo demás, sin tu piel apoyada aquí, no es más que una vaga repetición.

jueves, 21 de agosto de 2014

¿Progresita yo?

Lo importante es la iniciativa. Parecía otra provincia, no la comarca correntina sesgada por creencias,
liturgias y conservadurismo venido de la época de las colonias. La fuerte impronta que pusieron en nuestra matriz los colonizadores y sacerdotes.
Justamente esa característica quedó eclipsada, al menos por un rato, en el atardecer del pasado miércoles cuando el gobierno provincial anunció la creación de la Dirección de Diversidad de Género, exactamente una semana después de haber bloqueado en la Cámara de diputados un proyecto de Ley que pedía al Ejecutivo la creación de una subsecretaría de Género y Diversidad. Fue tan burda y torpe la acción del oficialismo en la cámara baja que el proyecto tuvo que ser votado tres veces, hasta que los legisladores que responden al gobierno provincial hicieran pesar la mayoría numérica.

La presencia de trans, gay y demás integrantes de la llamada “comunidad” en el colonial patio interno de la Casa de Gobierno, fue inédito, un hecho sin antecedentes al menos formales en la historia de la sede gubernamental
Pero acaso ¿Ricardo Colombi se volvió progresista? Seguramente que eso intentará vender a sus pares de la región. Ni los más acérrimos defensores del modelo nacional y popular cavilaron semejante movida. El mercedeño tan apegado a la idiosincrasia de la correntinidad volvió a tomar, a hacer propia una bandera que supuestamente es estandarte de los refundadores de la historia nacional.

Sin lugar a dudas Colombi podría encarnar la perfecta versatilidad de Carlos Menem, Néstro Kirchner y otros más que maniobraban en curvas cerradas al borde del precipicio con la precisión de un cirujano. Seguramente no está en las prioridades del mandatario provincial el mejorar la calidad de vida de las minorías, pero en definitiva, afirmar esto es caer en el prejuzgamiento. Sin embargo una vez más deja al descubierto lo enfrascado que está el kirchnerismo local en sus revoluciones de laboratorio. Mucho más desvelado en parecer que en ser.

Ante ese embelesamiento es que el Gobernador siempre gana en la parada. Y tanto gana, aunque más no sea en las fotos e impactos para los medios de comunicación, que es quien queda con la imagen de “algo está haciendo”. Lo importante es la iniciativa.
Sin embargo, en la última medición del Indec, para contrarrestar el mero accionar del impacto para los medios, la provincia sigue bien adelante en la desocupación, sólo por dar un ejemplo. Localmente y según la dudosa credibilidad otorgable al organismo estatal encargado de las mediciones oficiales, en Corrientes hay 6,6%.
En línea con la creación de la flamante dirección de Género y Diversidad, el Gobernador también debería encargarse de que en los estamentos provinciales e instituciones, como citar un ejemplo, la policía, traten como seres humanos a los miembros de las diferentes minorías. El acceso a la salud pública, vivienda y demás derechos humanos básicos.

Una vez más. El kirchnerismo vernáculo ¿dónde está? ¿Ya se mimetizó de su socio el liberalismo? No solamente hay que parecerse. También hay que ser.

Ricardo Colombi es un excelente actor en ambos papeles protagónicos.  

lunes, 18 de agosto de 2014

Los onanistas y el infame

Grandes onanistas que de vez en cuando dejan de disfrutar las mieles que les da ser exégetas de los
poderosos y sus empleadores directos, sumados a los enviadores de sobres, emergen a la superficie para mostrarse un poco. No hay nada más excitante para quien practica el onanismo que dejarse ver. O bien, mientras se autosatisfacen se miran en el espejo. Además de la práctica y concentración en autosatisfacerse, la vanidad es otro de sus desvelos.

¿Con qué necesidad se le alfombra constantemente el andar al Gobernador Ricardo Colombi? Incluso hasta en sus diatribas, sus expresiones misóginas. A veces es tan burdo que realmente cabe la pregunta si, más allá de los sobres, de las pautas, obras públicas que van a un medio de comunicación o algo similar, no hay un verdadero convencimiento de las tropelías cometidas por el mandatario provincial.

Por ejemplo: ¿Hace falta reiterar durante semanas que Colombi recibirá a fulano o mengano sólo si la selección nacional de fútbol obtiene alguna vez el torneo mundial de esa disciplina?
Qué cambiará si el mercedeño recibe a  alguien según la performance de la albiceleste. Las cuestiones de Estado las define ¿de esa manera?. Debe ser, en diciembre de 2012 ante este cronista y unos cuántos más dijo que ganó elecciones repartiendo camisetas y pelotas de fútbol. Tal mal no le fue, lleva más de diez años en el poder. Habla sí, de nuestra sociedad que vota eso. Pero dicha cuestión es otra historia.

Sigamos en la senda de la alfombra al infame…

Un clásico de las vacaciones es que el Gobernador, desde donde esté, porque nunca dicen a dónde va a veranear, venden durante días que el mandatario en cuestión dirige su gobierno desde el lugar de descanso. Lo dicen con el rigor del hallazgo de un desfalco millonario. La novela estival termina cuando el jefe de Estado provincial llega y durante otra buena cantidad de días dicen que reúne a su gabinete, que imparte órdenes y que “estará en la Fiesta Nacional Chamamé”.
Todo un estadista.

Los ejemplos son muchos. Está la infame respuesta del Gobernador cuando un cronista radial le preguntó sobre qué opinaba a la idea de que él maneja la Justicia provincial, denuncias lanzadas desde el PJ correntino. Colombi fue lacónico: “El muerto se asusta del degollado”. Confesión de parte relevamiento de prueba. Si él maneja los juzgados locales, el PJ local con el nacional, manejan los nacionales. Esta barbaridad no tuvo la rigurosidad que le dan a los encuentros futbolísticos del mercedeño y como toma decisiones según resultados futbolísticos. Un antecedente fue que hace un par de años atrás apostó con el entonces intendente de Monte Caseros, Eduardo “Botón” Galantini, la construcción de una cancha de jockey sobre césped. El cotejo terminó en empate. Los llamados diarios festejaron la ocurrencia del Gobernador que administrada la cosa pública basándose en la caprichosa. Es decir, ¿esa obra que apostó no debería seguir todo un proceso administrativo para su realización? De guiarse por los picaditos los intendentes deberían hacer un fixture para ver qué obra le arrancan al Gobernador gracias al fútbol. Sin embargo los tabloides se pasaron días comentando la tropelía oficial.


Ni hablar de los “problemas” inmobiliarios que tiene el Gobernador con mansiones flojas de papeles, de eso no se habla. Sí hay aspaviento con bufonadas del Gobernador en actos transmitidos en cada nacional encabezados por la Presidenta CFK, esa faceta ladina de Colombi es maquillada en las tolderías locales sin entenderse bien para qué. ¿Lo quieren mostrar simpático al Gobernador de los monosílabos con sus chascarrillos sobre arbitrajes de fútbol? ¿Lo quieren desnudar ante la sociedad con sus verdades preocupaciones que tienen que ver con la pelotita?
En lugar de esa pavada del jueves pasado tras la presentación de un nuevo programa federal de viviendas, Colombi hubiese expresado a viva voz la decisión del Estado correntino de traer los restos del General San Martín a Yapeyú, el impacto habría sido bueno con la proximidad de la fecha y la puesta en escena de la sesión especial del Senado en solar natal del Padre de la Patria.
Pero no, el jefe del Ejecutivo correntino prefirió bromear con lo que más le gusta como si estuviera en un almacén de ramos generales de Mercedes. Claro que del otro lado tuvo a una profesional de las cámaras.


Todos los escribas tenemos patrones, de uno y de otro lado, de ahí a las muecas de crítico con rúbrica, hay onanismo en su máxima expresión. 

jueves, 7 de agosto de 2014

Juicio y castigo para la mala praxis del doctor desamor

No es novedad que la sociedad en la que vivimos cada vez se asemeja más a una selva. Desde observar a
los individuos diez minutos en una esquina notaremos la involución de lo que somos y quizás nunca seremos.
Sin embargo de vez en cuando hay atisbos de que aún hay esperanza. Y así debe ser. La recuperación del nieto 114 por parte de las Abuelas de Plaza de Mayo, el nieto natural de Estela de Carlotto, quizás cierre, en parte el círculo de terror en el país. Un círculo de otro país hace casi 40 años donde gobernaba el oscurantismo.

La noticia inundó el mundo literal y figuradamente. El martes por la tarde a la redacción llega un colega indignado por el tratamiento de la información por parte de un médico que como pasa tiempo habla o al menos lo intenta hacer, en la radio.

“No puede ser lo que acabo de escuchar en la radio. A vos te parece”, me decía una y otra vez tomándose la cabeza con ambas manos. Empezó así su relato de lo que decía el doctor, su visión sobre la aparición del nieto 114 en la radio, que como plus es una de las de mayor audiencia en la Capital provincial. Sus derrapes facinerosos eran apoyados por su acompañante, una señora que también intenta hablar en el aire de la emisora.

El doctor dijo entonces que se acordaba de algo: “La Carlotto tenia cuentas pendientes con la justicia por el desmanejo de fondos, en los que incluso están involucrados los Schoklender". Imagino que confundió con Eve de Bonafini, creadora de la agrupación Madres de Plaza de Mayo, la imagen de Carlotto.
Doble latrocinio del doctor, además de no estar informado y perderse en la historia contemporánea de la Argentina, presupone que por irregularidades cometidas (llevando al caso de Bonafini) no tienen derecho a recuperar y encontrarse con sus nietos naturales. Cuyos padres fueron desaparecidos por los represores de la última dictadura.

Mi compañero seguía en su relato de indignación. El doctor que a esa altura ya estaba más del lado del desamor, que del amor, como gusta llamarse abrigando esperanza de conseguir alguna paciente que abrigue su corazón y satisfaga vaya a saber qué instintos, siguió en línea directa al precipicio de los lugares comunes de la clase media. Y para ello no tuvo mejor idea que citar como ejemplo lo que ocurre, a su entender, qué pasa con la devoción a San Cayetano en los últimos años.

Estimó que la gente, es decir los correntinos, ya no iban hasta la pequeña comarca homónima a la Capital provincial a pedirle trabajo o agradecerle tenerlo, sino que caminaban hasta allí “para pedirle planes sociales”. Decía que su opinión era como “católico”, a la indignación de mi interlocutor se me vino la imagen de los obispos con los genocidas todos los domingos en las principales iglesias del país. Los Tedéum y las fotos de las fiestas en fechas patrias en las principales portadas de los diarios.

¿Puede haber tanta impunidad de mala praxis en los medios?


Quizás eso explique, en mediana escala, por qué tenemos los mismos gobernantes en la provincia desde hace décadas. Algo que no exime de la responsabilidad al doctor, con quien claro, al menos yo no me atendería.