jueves, 21 de agosto de 2014

¿Progresita yo?

Lo importante es la iniciativa. Parecía otra provincia, no la comarca correntina sesgada por creencias,
liturgias y conservadurismo venido de la época de las colonias. La fuerte impronta que pusieron en nuestra matriz los colonizadores y sacerdotes.
Justamente esa característica quedó eclipsada, al menos por un rato, en el atardecer del pasado miércoles cuando el gobierno provincial anunció la creación de la Dirección de Diversidad de Género, exactamente una semana después de haber bloqueado en la Cámara de diputados un proyecto de Ley que pedía al Ejecutivo la creación de una subsecretaría de Género y Diversidad. Fue tan burda y torpe la acción del oficialismo en la cámara baja que el proyecto tuvo que ser votado tres veces, hasta que los legisladores que responden al gobierno provincial hicieran pesar la mayoría numérica.

La presencia de trans, gay y demás integrantes de la llamada “comunidad” en el colonial patio interno de la Casa de Gobierno, fue inédito, un hecho sin antecedentes al menos formales en la historia de la sede gubernamental
Pero acaso ¿Ricardo Colombi se volvió progresista? Seguramente que eso intentará vender a sus pares de la región. Ni los más acérrimos defensores del modelo nacional y popular cavilaron semejante movida. El mercedeño tan apegado a la idiosincrasia de la correntinidad volvió a tomar, a hacer propia una bandera que supuestamente es estandarte de los refundadores de la historia nacional.

Sin lugar a dudas Colombi podría encarnar la perfecta versatilidad de Carlos Menem, Néstro Kirchner y otros más que maniobraban en curvas cerradas al borde del precipicio con la precisión de un cirujano. Seguramente no está en las prioridades del mandatario provincial el mejorar la calidad de vida de las minorías, pero en definitiva, afirmar esto es caer en el prejuzgamiento. Sin embargo una vez más deja al descubierto lo enfrascado que está el kirchnerismo local en sus revoluciones de laboratorio. Mucho más desvelado en parecer que en ser.

Ante ese embelesamiento es que el Gobernador siempre gana en la parada. Y tanto gana, aunque más no sea en las fotos e impactos para los medios de comunicación, que es quien queda con la imagen de “algo está haciendo”. Lo importante es la iniciativa.
Sin embargo, en la última medición del Indec, para contrarrestar el mero accionar del impacto para los medios, la provincia sigue bien adelante en la desocupación, sólo por dar un ejemplo. Localmente y según la dudosa credibilidad otorgable al organismo estatal encargado de las mediciones oficiales, en Corrientes hay 6,6%.
En línea con la creación de la flamante dirección de Género y Diversidad, el Gobernador también debería encargarse de que en los estamentos provinciales e instituciones, como citar un ejemplo, la policía, traten como seres humanos a los miembros de las diferentes minorías. El acceso a la salud pública, vivienda y demás derechos humanos básicos.

Una vez más. El kirchnerismo vernáculo ¿dónde está? ¿Ya se mimetizó de su socio el liberalismo? No solamente hay que parecerse. También hay que ser.

Ricardo Colombi es un excelente actor en ambos papeles protagónicos.  

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