viernes, 23 de diciembre de 2011

Pelotudos

Iba a ser una jornada difícil la que estaba empezando a desandar. Dicen que desde temprano el Mandatario provincial llamó y en la mayoría de los casos, despertó a sus funcionarios para retarlos con una inagotable caterva de improperios sobre una nota publicada en un matutino metropolitano.

La noticia daba cuenta que un centro de asistencia médica público estaba sin aire acondicionado y que pacientes, familiares, médicos y enfermeros debían ponerle el cuerpo al calor. Un extra que podría ser letal a la hora en que una persona define si queda o no a este lado de la existencia. Tanto para enfermo como para facultativos que deben trabajar para que el mortal siga en esa condición, siendo mortal.

Vaya que el hombre se molestó y a penas se enteró de la cuestión, vía tabloide sobre el cual siempre dice no ser muy afecto –afirma que no los lee con frecuencia- indagó el porqué tal historia se hizo pública y qué diantre pasó con los equipos de aire acondicionado; en ese orden.
Para colmo de males un día antes el gobernador recibió llamados de intendentes del interior provincial y no eran justamente para saludarlo por las fiestas de fin de año, eran para pedirle que solucione los cortes de energía que se multiplican cada vez que la temperatura estival pasa los 35 grados.

En el medio de todo esto y como se indicó más arriba, un muy mal día, un par de cronistas acudieron al jefe Estado para entrevistarlo y ensayar una especie de balance oficial 2011 en voz y pensamiento gubernamental. Escoltados por algunos escribas que aún sentían en los oídos reclamos del jefe, fueron recibidos por el Mandatario provincial con el saludo a quema ropa: “Quiénes son los pelotudos que escriben eso del hospital en el diario”. Vagamente la afirmación sonaba a broma y ambos cronistas atinaron a sonreír y uno soltó como respuesta que el gobernador aclare a qué pelotudos se refería porque en el matutino había varios a quienes le podría caber semejante mote.

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