jueves, 22 de agosto de 2013

Vuelven los DTS

Como gran parte de la puesta escena de una maratónica campaña proselitista el gobierno provincial se
sostiene en los cimientos de sus antepasados en el poder. Exhuma obras, planes y hasta algunos ejes discursivos que en el pasado supieron funcionar. No por mejorar la calidad de vida de la gente y el desarrollo como sociedad. Sino en la obtención de voto. La imagen en política vale a miles de sufragios.

Hoy los candidatos capitalinos de la alianza oficial Encuentro por Corrientes (ECO), el ex gobernador eyectado de su cargo tras una crisis económica, política y social en 1999, Pedro Braillard Poccard y su compañera de fórmula, la abogado previsionalista, Estela Regidor, presentaron “el  nuevo Modelo de Seguridad Urbana Capitalino”. Émulo de la División de Tránsito y Seguridad (DTS) del ex gobierno municipal y provincial del nuevismo en las postrimerías de la década del ’90. Hoy aliado a ECO.

Un ensayo ya lo había hecho el gobernador Ricardo Colombi en su pago chico meses atrás, a raíz de los problemas de inseguridad y varios crímenes relacionados con la venta y consumo de drogas, el mandatario echó mano a viejas prácticas efectivas del pasado reciente. Sacó así a las calles mercedeñas dos vehículos con inspectores de tránsito comunal y un policía. Antes de esto un cura párroco local de Mercedes fue removido de ese cargo por encabezar sendas marchas en pedido de Justicia por el homicidio de un adolescente tras un robo, los atacantes estaban drogados. Los tentáculos del poder se movieron subterráneamente para silenciar al religioso y presentar posteriormente el flamante plan de seguridad.   

En casa de gobierno, este jueves, la oficina de prensa envió algo parecido a un informe: “En virtud de ello se firmará acuerdo marco, como se viene haciendo con otras comunas en el interior de la provincia, con la municipalidad de la ciudad de Corrientes,  por el cual se disponga la participación conjunta e integradora de las fuerza de seguridad para la prevención y represión del delito, teniendo como actores a la policía de la provincia y la guardia urbana municipal”.

Poccard cuenta en este sentido con la sabiduría que da la experiencia. Vivir un Déjà vu de los añorados noventa. “El fin específico es que cada barrio tenga su representante designado, salidos de sus respectivas asociaciones vecinales ya creadas o por crearse, que intervenga en forma activa en el consejo provincial de seguridad ciudadana, aportando datos y propuestas atendiendo la problemática particular que se da en cada comunidad”.

Tras las explicaciones de marras llegaron las palabras del ministro de Gobierno, Gustavo Valdés, candidato a Diputado nacional además del oficialismo para el 27 de octubre. El funcionario discurrió en lugares comunes de aportar mayor seguridad corriendo a los delincuentes en forma conjunta con los vecinos. Sin atacar los problemas de fondo que un gobierno con doce años en el poder que no pudo o quiso corregir las asimetrías siderales que hay en cuestiones sociales y necesidades básicas insatisfechas. No dijo además que hará esta nueva fuerza de seguridad mixturada entre uniformados y civiles cuando se topen con los seguidores en motocicletas de grupos cumbieros. Quizás la única duda será la utilización de proyectiles de plomo o postas de goma.

Lo mismo que exhibe como gran gestión de seguridad, ahora extendido a toda la provincia, el gobernador Colombi, lo aplican intendentes del conurbano bonaerense. Meras puestas en escena para demandar mayores presupuestos destinados a los amigos que proveerán los móviles, sistemas de comunicación, cámaras, etcétera. Nada que ataque con políticas de fondo el achicamiento de los grandes índices de pobreza, deserción escolar y dependencia del Estado que hay en la comarca correntina.  

P/D: la imagen (foto) que acompaña este texto de un DTS original data de abril del año pasado cuando los pocos móviles que estaban guardados en un corralón de Resistencia (Chaco) fueron trasladados a uno de la empresa Venturino en Corrientes. Las carrocerías oxidadas de los llamados en su momento “bichitos de luz”, porque iluminaban la noche con sus sirenas azules, fueron enviadas a la vecina Capital por orden del ex intendente radical y “ricardista” Carlos Vignolo. Algunos dijeron que era para eliminar cualquier tipo de vestigio de los gobiernos nuevistas.

De haberlo sabido hubiesen guardado un par de unidades, las reciclaban y ya está. Sino la muestra de Poccard qué es. 


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