viernes, 16 de agosto de 2013

Cuando

Cuando lo importante sea escuchar y no gritar más fuerte. Cuando se deje de estar  pendiente del cronograma de sueldos públicos y planes sociales, cuando eso sea reemplazado por estudios de posgrado y becas para que los chicos y chicas vayan a estudiar al secundario y a la universidad.
Cuando un pavimento deje de ser prioridad y que al crimen no haya que combatirlo con más y más policías en las calles, sino asegurándose de que la gente tenga casi las mismas oportunidades en la vida desde que nace hasta que se hace adulto.  

Cuando dejemos de creer que las elecciones son partidos de fútbol que se pueden ganar con un tiro libre cobrado en tiempo de descuento. Cuando los medios de comunicación dejen de tener la dinámica rural de estancias, capataces y peones. Cuando los periodistas bajemos de los rascacielos del ego que tenemos y entendamos la realidad.

Cuando dejen de hacer propaganda de magnanismo estatal que da de comer a los pibes en los colegios. Cuando dejen de comprar un voto con la entrega de anteojos, muletas o sillas de ruedas. 

Cuando dejen de admitir que pueden comprar voluntades a dos cuadras de las escuelas los días de elecciones con una bolsita de mercaderías o simplemente dando dinero a la gente. Cuando dejen de hacernos creer que necesitamos caudillos que nos guíen a ninguna parte para que ellos sigan manteniendo el status quo.

Cuando dejemos a Dios y los santos en las iglesias y nos pongamos hacer algo y no reduzcamos todo a lo místico de la fe.
Cuando los juzgados dejen de ser olimpos de absolutismos y también envíen a las cárceles a ricos y famosos.


Cuando dejemos de lado estas cosas quizás hayamos empezado a ver el destello de luz al otro lado del túnel. 

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