sábado, 19 de junio de 2010

Terrazas vignolistas, cerradas por caída

Como una metáfora de la política en su sentido más básico se conoció la noticia de que una de las pocas o casi únicas obras hechas por la gestión comunal, anterior a la actual, está a punto de irse a las profundidades del Río Paraná.

Se trata de “las terrazas” de la costanera, ubicada en la intersección de la calle San Martín y la ribera, mega emprendimiento llevado adelante por el ex intendente Carlos Vignolo un mes antes de las elecciones de septiembre pasado donde su quimera era lograr ser reelecto, ahora, los sillones de cemento y la especie de explanada alta sobre el río, están al caerse.

Tanto es así que las actuales autoridades municipales decidieron clausurar el paso y permanencia de personas en el lugar. Habrá un relevamiento y estudio para ver la forma en que se pueda evitar el derrumbamiento.

En aquel entonces el ex intendente, ahora ministro Secretario General de la Gobernación, Carlos Vignolo, (cartera con la mayor partida presupuestaria) tras cuatro años de escuálida obra pública, se le ocurrió mejorar el espacio público más visitado por los correntinos.

Y para demostrar su rapidez y ejecutividad lo hizo en tiempo record, además como estaban próximas las elecciones que lo dejarían tercero lejos en la grilla final de competidores por la jefatura comunal, pensó que era una buena idea.

Por eso: una prueba tan básica de la política en su forma primaria de hacer las cosas. Ahora, este hombre posee en sus manos la más abultada partida presupuestaria, el ministerio que parece conducir, ministerio político que se encarga de mantener las correctas relaciones políticas entre el gobierno y entidades intermedias, es el que administra el mayor presupuesto en comparación con las demás áreas de Estado.

Por eso la molestia incluso al circulo áulico del gobernador Ricardo Colombi por sentar en ese lugar a un derrotado tan abrumadoramente derrotado en las elecciones de 2009, como ser Vignolo, más conocido por su sobrenombre de épocas universitarias, “el mono”.

Quizás lo que más haya pesado para la ubicación del ex jefe comunal donde está ahora, haya sido el tan mentado y conocido “sí jefe”, cualidad solamente remitida para aquellos autómatas que tras una leve inclinación de cabeza transforman la obediencia debida de figurada a literal.

Además, de paso hace honor a su apodo que lo emparienta con su parecido físico y vaya a saber por qué otras cosas, con el primate.

Se lo imaginan estudiando la construcción de terrazas para la casa de gobierno.

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