domingo, 13 de junio de 2010

Fito Páez siempre estuvo cerca

El cantante rosarino brindó un demoledor show acústico en el Club San Martín ante casi diez mil espectadores, fue el cierre de la segunda edición de Corrientes Música Viva, antes estuvieron Kevin Johansen, el uruguayo Martín Buscaglia y el chamamecero Sebastián Ibarra.

Imaginte un exiguo compositor y pianista acariciando las teclas de un piano y saltando en la silla como si tuviera un resorte en las sentaderas, suponete que Fito Páez esté en el living de tu casa tocando tras una cena familiar o de amigos, solamente él, su piano y un par de amplificadores.

La escena se dio en la noche de este sábado cuando subió al escenario el cantante rosarino, de traje oscuro y una camisa rosada, hizo un show acústico demoledor ante casi diez mil espectadores que iban desde niñas de catorce años, a parejas de cincuentones que coparon las instalaciones del club San Martín.

Apenas iniciado su número y tras una larga introducción con el piano, Fito interpretó el Himno Nacional, “no estaba en los planes pero como se confundieron con los tonos”, dijo con una sonrisa que dejaba contar sus dientes, unos minutos después siguió con “Al lado del camino”

De muy buen humor y con una soltura que se transformó en idea y vuelta con el público, la primera hora de su repertorio viajo de los ’80 a los ’90 y viceversa; así con “11 y 6” subió estrepitosamente la vorágine del concierto nunca más bien llamado de esa manera, concierto en el sentido literal por el formato intimista que tuvo el show.

“Cable a tierra”, “Y dale alegría a mi corazón”, parte del “Amor después del Amor” con ese estribillo encantador que afirma: “Nadie debe y nadie puede vivir, vivir, sin amor”; fueron interpretados por un coro multifacético que fluía desde las tribunas y las plateas.

Atravesado por haces de luz los rulos de Páez parecían cambiar de color a cada instante mientras que esa formación ferroviaria era conducida por una locomotora al piano, Páez explicó después la mixtura de melodías que se escucharían a continuación, desde cosas de Astor Piazzolla a Paul Mc Cartney, “todo bajo la influenza del gran Chamán llamado Charly García”, dijo para iniciar “Tumbas de la Gloria”, esa gran metáfora de la muerte compuesta a medias con el ex Sui Géneris para el disco “El amor después del amor”.

Justamente ese disco convertido en el que más copias vendió en la historia discográfica de la Argentina en 1992, fue el que más sobre voló la cancha de básquet del Club San Martín, convertida en una especie de estudio de grabación, “Brillante sobre mic” fue otra de las coreadas con estrillos cantados sólo por la gente.

La otra fue “Llueve sobre mojado” y una descripción quirúrgica del amor en pareja escrita por Joaquín Sabina y hecha música por Páez, así el cantante bajó el telón a una hora y media con “Ciudad de pobres corazones” tras fallarle la guitarra y hacerlo a piano y en algunos tramos a capela.

Para los bises fueron “Dar es dar” y “A rodar la vida” para la despedida “de una gran noche Corrientes y no parece que hayan pasado quince años”, esgrimió Páez con las manos en alto sobre los teclados del piano, fue el único error cometido por el cantante.

De su última visita en esta ciudad se cumplieron diecisiete años, fue a mediados de 1993 en la gira homónima al disco “El amor después del amor”, al igual que la de este sábado, aquella vez fue una otoñal velada en el Club Regatas.

Estoy seguro que fue ésa la última vez de Páez en Corrientes porque yo estuve ahí.

http://www.corrientesonline.com/noticia.php?i=41033

http://www.corrientesonline.com/noticia.php?i=41034

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