El ex presidente Néstor Kirchner acudió a un programa de televisión tras una larga ausencia en emisiones de ese rubro, se debe a que el envío es uno de sus favoritos y emblema del esquema comunicacional kirchnerista: “Sufrimos una mordaza mediática única”, disparó en 6, 7, 8 contra el arco mediático en el país.
Tenerlo a Néstor Kirchner como principal invitado en un programa de televisión debe se uno de los mayores logros que quisieran obtener los productores televisivos argentinos, pero es casi una quimera, se debe a que el presidente es una figurita difícil.
Sin embargo este último domingo Néstor volvió a pisar un estudio de tv para ser parte de una de las emisiones que son de su preferencia, el programa que simboliza la nave insignia del esquema comunicacional del kirchnerismo, 6, 7, 8.
“Sufrimos un mordaza mediática única, es algo terrible”, dijo el actual titular del Parido Justicialista ante las cámaras del envío conducido por la joven María Julia Oliván. El programa le sirvió para descargar una andanada de críticas hacia sus enemigos íntimos y los del gobierno, tanto de su esposa como de cuando el santacruceño ocupo el principal despacho de la casa de gobierno.
Contó de esa manera y en tono de anécdota las sucesivas reuniones que mantuvo con Héctor Magnetto, uno de los jerarcas del grupo Clarín y cuya última reunión, siempre según la versión novelada de Kirchner, fue en 2007 “antes de las elecciones donde me dijo que Cristina no podía ser candidata porque era mujer”, reveló.
Ante la sorpresa de los panelistas y el silencio sepulcral de los militantes k que estaban en la tribuna del estudio, Néstor desnudó a su manera “un lobby que ellos nos pedían para que nosotros –el gobierno- le hagamos lugar para que puedan quedarse con Telecom que era lo único que les faltaba para cerrar su esquema de medios”, dijo.
Lo contado le sirvió para decir que “esto es bueno que se sepa porque no soy de esos que me reúno y digo no cuento nada después”, y aseguró que la dirigencia política argentina “le tiene miedo a Clarín. Uno porque les gusta salir en el diario diciendo que hacen cosas –enumeró- y después temen que los medios les hagan públicos sus manejos sobre la cosa pública”.
Durante una hora y media el ex mandatario delineó sus principales caminos que deberá transitar hasta 2011 como presidente del PJ y como ingeniero del kirchnerismo que buscará asegurarse un periodo más de gobierno.
“Cristina hizo transformaciones en el país que no se daban desde hace 50 años y eso es lo que molesta al poder económico y político”, volvió a remarca para dirigir la mira después sobre lo que definió como “el Partido Judicial” en referencia al Poder Judicial de la Nación y a la Suprema Corte de Justicia.
Explicó que los últimos dos fallos judiciales sobre la permanencia de Martín Redrado al frente del Banco Central, “son horrorosos”, sin embargo se esperanzó que “como en la política, también en la justicia habrá una renovación”.
Del vicepresidente Julio Cobos aseguró que “es clarísima la intencionalidad y alineamiento con la oposición”, fue cuando uno de los panelistas, Osvaldo Barone se animó a preguntar algo y no a acompañar las reflexiones del ex presidente como se hizo a lo largo de todo el programa.
“¿Nunca pensaron en que iba a ser traicionados?” preguntó el periodista y analista de 6,7,8; Néstor arremetió que “con el diario del día después es muy fácil hacer pronósticos”. Contó entonces cómo fue elegido Cobos para ocupar la fórmula presidencial con Cristina en 2007 bajo el casi eufemismo de la Concertación Plural.
Recordó que todos estuvieron de acuerdo como dando a entender que el entonces gobernador de la provincia cuyana era inofensivo, casi un idéntico recuerdo tuvo para con Redrado, hoy envuelto en una guerra santa contra el gobierno.
“Cuando lo designamos estábamos en plena negociación de la deuda. Negociábamos una quita de 70 mil millones de dólares, cuando la Argentina venía del default y nos tenían una desconfianza absoluta, ¿a quién iba a poner yo, Orlando?, ¿al flaco Kunkel?. Hay que desdramatizar”, pidió.
Promediando el programa habló del “operativo desánimo” encarado a su entender por Clarín y su arco mediático para bajar las defensas anímicas de los argentinos, diciendo que tanto los diarios, la radio y la tv –salvo la pública- “empiezan el día diciendo que todo está mal”.
Para ello el ex presidente de la Nación fue apoyado con videos tape que mostraban secuencias de noticieros, principalmente los de Todo Noticias (TN) y sucesivas tapas de Clarín.
Néstor Kirchner terminó así en el living del programa junto a su conductora y panelistas, a sus espaladas tenía un numeroso grupo de militantes k aplaudiendo y vivando a su líder patagónico que sin reparos habló de lo que quiso y a su entender.
Casi lo mismo que hace con la política y los recursos del Estado.
Tenerlo a Néstor Kirchner como principal invitado en un programa de televisión debe se uno de los mayores logros que quisieran obtener los productores televisivos argentinos, pero es casi una quimera, se debe a que el presidente es una figurita difícil.
Sin embargo este último domingo Néstor volvió a pisar un estudio de tv para ser parte de una de las emisiones que son de su preferencia, el programa que simboliza la nave insignia del esquema comunicacional del kirchnerismo, 6, 7, 8.
“Sufrimos un mordaza mediática única, es algo terrible”, dijo el actual titular del Parido Justicialista ante las cámaras del envío conducido por la joven María Julia Oliván. El programa le sirvió para descargar una andanada de críticas hacia sus enemigos íntimos y los del gobierno, tanto de su esposa como de cuando el santacruceño ocupo el principal despacho de la casa de gobierno.
Contó de esa manera y en tono de anécdota las sucesivas reuniones que mantuvo con Héctor Magnetto, uno de los jerarcas del grupo Clarín y cuya última reunión, siempre según la versión novelada de Kirchner, fue en 2007 “antes de las elecciones donde me dijo que Cristina no podía ser candidata porque era mujer”, reveló.
Ante la sorpresa de los panelistas y el silencio sepulcral de los militantes k que estaban en la tribuna del estudio, Néstor desnudó a su manera “un lobby que ellos nos pedían para que nosotros –el gobierno- le hagamos lugar para que puedan quedarse con Telecom que era lo único que les faltaba para cerrar su esquema de medios”, dijo.
Lo contado le sirvió para decir que “esto es bueno que se sepa porque no soy de esos que me reúno y digo no cuento nada después”, y aseguró que la dirigencia política argentina “le tiene miedo a Clarín. Uno porque les gusta salir en el diario diciendo que hacen cosas –enumeró- y después temen que los medios les hagan públicos sus manejos sobre la cosa pública”.
Durante una hora y media el ex mandatario delineó sus principales caminos que deberá transitar hasta 2011 como presidente del PJ y como ingeniero del kirchnerismo que buscará asegurarse un periodo más de gobierno.
“Cristina hizo transformaciones en el país que no se daban desde hace 50 años y eso es lo que molesta al poder económico y político”, volvió a remarca para dirigir la mira después sobre lo que definió como “el Partido Judicial” en referencia al Poder Judicial de la Nación y a la Suprema Corte de Justicia.
Explicó que los últimos dos fallos judiciales sobre la permanencia de Martín Redrado al frente del Banco Central, “son horrorosos”, sin embargo se esperanzó que “como en la política, también en la justicia habrá una renovación”.
Del vicepresidente Julio Cobos aseguró que “es clarísima la intencionalidad y alineamiento con la oposición”, fue cuando uno de los panelistas, Osvaldo Barone se animó a preguntar algo y no a acompañar las reflexiones del ex presidente como se hizo a lo largo de todo el programa.
“¿Nunca pensaron en que iba a ser traicionados?” preguntó el periodista y analista de 6,7,8; Néstor arremetió que “con el diario del día después es muy fácil hacer pronósticos”. Contó entonces cómo fue elegido Cobos para ocupar la fórmula presidencial con Cristina en 2007 bajo el casi eufemismo de la Concertación Plural.
Recordó que todos estuvieron de acuerdo como dando a entender que el entonces gobernador de la provincia cuyana era inofensivo, casi un idéntico recuerdo tuvo para con Redrado, hoy envuelto en una guerra santa contra el gobierno.
“Cuando lo designamos estábamos en plena negociación de la deuda. Negociábamos una quita de 70 mil millones de dólares, cuando la Argentina venía del default y nos tenían una desconfianza absoluta, ¿a quién iba a poner yo, Orlando?, ¿al flaco Kunkel?. Hay que desdramatizar”, pidió.
Promediando el programa habló del “operativo desánimo” encarado a su entender por Clarín y su arco mediático para bajar las defensas anímicas de los argentinos, diciendo que tanto los diarios, la radio y la tv –salvo la pública- “empiezan el día diciendo que todo está mal”.
Para ello el ex presidente de la Nación fue apoyado con videos tape que mostraban secuencias de noticieros, principalmente los de Todo Noticias (TN) y sucesivas tapas de Clarín.
Néstor Kirchner terminó así en el living del programa junto a su conductora y panelistas, a sus espaladas tenía un numeroso grupo de militantes k aplaudiendo y vivando a su líder patagónico que sin reparos habló de lo que quiso y a su entender.
Casi lo mismo que hace con la política y los recursos del Estado.
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