Es porque en un procedimiento, efectivos lograron dar de casualidad con delincuentes que estaban próximos a robar un local comercial del centro capitalino.
El gobierno provincial ensayó hoy cómo informar sobre el trabajo policial y mostrar que los uniformados pueden adelantarse a los delitos, es decir, cumplir con la famosa premisa de prevenir antes de reprimir.
El hecho tuvo lugar durante sendos procedimientos en los barrios San Jerónimo y Pujol realizados durante este pasado fin de semana, en esos trabajos la policía busca identificar posibles delincuentes y en la mayoría de los casos arresta a los que poseen pedidos de captura por diferentes ilícitos.
La cuestión se dio en el medio de esa tarea cuando a bordo de un automóvil los uniformados haciendo uso del “olfato policial”, se percataron de la actitud nerviosa de los cinco ocupantes del rodado.
Al acercarse y revisar el vehículo, la sorpresa de los servidores públicos fue grande al encontrar armas de fuego y cuchillos, y lo más llamativo: un plano de un local comercial del centro capitalino.
Si bien en el parte oficial no se dan detalles del negocio que iba a padecer la ingrata visita de los cacos, sería una farmacia y en el croquis que tenían los ladrones figuraba hasta el lugar exacto donde se encuentra la caja fuerte.
La casualidad que esta vez estuvo del lado de los uniformados, sirvió para que la administración provincial lance felicitaciones al personal policial y haga gala de la “inteligencia” de la fuerza.
En la jerga policial “inteligencia” se denomina a trabajos de seguimiento, escuchas telefónicas, grabaciones con cámaras de tv y audio, fotos y todo lo que esté al alcance de los uniformados que claro, para poder hacer todo eso, necesitan una orden judicial de por medio.
Lo curioso es que nada de eso ocurrió en el hecho del pasado fin de semana, donde los policías sólo se dejaron llevar por su “olfato policial”. Tal sabueso gracias a eso pudieron descubrir las oscuras intenciones de los malvivientes que al ser sorprendidos no pusieron resistencia a la detención.
“El jefe de la Policía me informó que en el operativo se detuvieron a cinco personas que tenían aparentemente pensado dar un golpe delictivo. En el lugar se encontró un plano detallado de un comercio ubicado en pleno centro de la ciudad. Habían hecho un minucioso trabajo de inteligencia del interior del comercio, teniendo, por ejemplo, una marca del lugar preciso donde se encontraba la caja fuerte. Estamos ante un modo de crimen organizado, y por ello vamos a dotar a la policía de la mejor tecnología para evitar y desactivar este tipo de golpes comando”, es lo que dice el titular de la cartera de Gobierno y Justicia, Gustavo Valdés.
Pero no da mayores detalles de cómo los uniformados lograron dar con los malhechores, en el comunicado de prensa oficial, el ministro saluda, destaca y reconoce la tarea policíaca a pesar de las limitaciones tecnológicas de la institución. Y en definitiva menciona “la inteligencia” pero hecha por los delincuentes que contaban con mucha información para cometer el atraco.
En el final, remarca que ni bien pasen las penurias económicas y financieras de la provincia, se adquirirán elementos para reforzar el trabajo de “inteligencia” policial y así seguramente no dejar todo en manos del “olfato” de los numerarios de la fuerza.
El gobierno provincial ensayó hoy cómo informar sobre el trabajo policial y mostrar que los uniformados pueden adelantarse a los delitos, es decir, cumplir con la famosa premisa de prevenir antes de reprimir.
El hecho tuvo lugar durante sendos procedimientos en los barrios San Jerónimo y Pujol realizados durante este pasado fin de semana, en esos trabajos la policía busca identificar posibles delincuentes y en la mayoría de los casos arresta a los que poseen pedidos de captura por diferentes ilícitos.
La cuestión se dio en el medio de esa tarea cuando a bordo de un automóvil los uniformados haciendo uso del “olfato policial”, se percataron de la actitud nerviosa de los cinco ocupantes del rodado.
Al acercarse y revisar el vehículo, la sorpresa de los servidores públicos fue grande al encontrar armas de fuego y cuchillos, y lo más llamativo: un plano de un local comercial del centro capitalino.
Si bien en el parte oficial no se dan detalles del negocio que iba a padecer la ingrata visita de los cacos, sería una farmacia y en el croquis que tenían los ladrones figuraba hasta el lugar exacto donde se encuentra la caja fuerte.
La casualidad que esta vez estuvo del lado de los uniformados, sirvió para que la administración provincial lance felicitaciones al personal policial y haga gala de la “inteligencia” de la fuerza.
En la jerga policial “inteligencia” se denomina a trabajos de seguimiento, escuchas telefónicas, grabaciones con cámaras de tv y audio, fotos y todo lo que esté al alcance de los uniformados que claro, para poder hacer todo eso, necesitan una orden judicial de por medio.
Lo curioso es que nada de eso ocurrió en el hecho del pasado fin de semana, donde los policías sólo se dejaron llevar por su “olfato policial”. Tal sabueso gracias a eso pudieron descubrir las oscuras intenciones de los malvivientes que al ser sorprendidos no pusieron resistencia a la detención.
“El jefe de la Policía me informó que en el operativo se detuvieron a cinco personas que tenían aparentemente pensado dar un golpe delictivo. En el lugar se encontró un plano detallado de un comercio ubicado en pleno centro de la ciudad. Habían hecho un minucioso trabajo de inteligencia del interior del comercio, teniendo, por ejemplo, una marca del lugar preciso donde se encontraba la caja fuerte. Estamos ante un modo de crimen organizado, y por ello vamos a dotar a la policía de la mejor tecnología para evitar y desactivar este tipo de golpes comando”, es lo que dice el titular de la cartera de Gobierno y Justicia, Gustavo Valdés.
Pero no da mayores detalles de cómo los uniformados lograron dar con los malhechores, en el comunicado de prensa oficial, el ministro saluda, destaca y reconoce la tarea policíaca a pesar de las limitaciones tecnológicas de la institución. Y en definitiva menciona “la inteligencia” pero hecha por los delincuentes que contaban con mucha información para cometer el atraco.
En el final, remarca que ni bien pasen las penurias económicas y financieras de la provincia, se adquirirán elementos para reforzar el trabajo de “inteligencia” policial y así seguramente no dejar todo en manos del “olfato” de los numerarios de la fuerza.
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