jueves, 7 de marzo de 2013

Cáncer


Es curiosa la relación que tiene el cáncer con el poder, con la política. Con la vida misma también. Cuando te informan que lo tenés o que alguien cercano a tu entorno lo tiene es como cuando el condenado a muerte escucha su sentencia capital. Sabe que lo único que lo separa de su extinción es el tiempo, y lo peor, es que antes deberá transitar un vía crúcis.

Por estos días recordé aquellos últimos momentos de una enfermedad implacable. Tanto que liquida a los más poderosos. Primero corroe por dentro hasta debilitar tanto el cuerpo humano dejándolo como una simple hoja. Ante eso la única barrera es la fortaleza psíquica, espiritual para los que son creyentes, lo segundo sea quizás prepararse para entrar a ese limbo desconocido por los mortales.

Las fotos de aquellas horas donde creo haber visto a la muerte pasar a buscar lo que tenía reservado desde antes, cuando se declaró la enfermedad, es eso: el aferramiento a la vida, a lo terrenal.
Sin saberlo porque decidimos ignorarlo, el cáncer avanza a pasos apresurados hacia nosotros. Los agroquímicos inyectados a las hortalizas, la alimentación del ganado vacuno que nos devoramos en exquisitos asados, bifes, trozados en guisos, traen consigo lo ahora llamado “transgénico”. Un eufemismo inventado por las grandes corporaciones para acelerar la siembra de sus productos, abaratar costos y tenerlos listos a velocidad luz sobre las góndolas de los supermercados. 
La contaminación al ambiente: agua y aire aportan lo suyo.
Los excesos: alcohol, droga, cigarrillo, suelen acelerar más la dantesca aparición cancérigena.

Creo, que en esa sala de espera antes de partir al inframundo, mientras se padece la enfermedad, quizás sea el purgatorio. Estoy casi convencido que ese pase de facturas se da aquí abajo sin esa básica explicación bíblica de premios y castigos. De cielos celestiales bien iluminados o infiernos soterrados cercados por lenguas de fuego.

Aún hay cosas que nos muestran lo limitados y frágiles que somos.

P/D: tapa del diario PAGINA/12 del miércoles 06 de Marzo de 2013, un día después de la muerte del Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Su deceso se dio casi dos años después de que se le detectaran células cancérigas que estaban activas y produjeron sendos tumores en el organismo presidencial. Antes se sometió a operaciones y posterior tratamiento de quimioterapia. Murió en la tarde del 05 de Marzo de 2013.

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