lunes, 25 de marzo de 2013

Miradas


No dependían de horarios de partidas ni encuentros apasionados bajo sábanas de hoteles que pasan desapercibidos en la ciudad.
No habían juramentado amarse hasta que la muerte los separe. Mucho menos fidelidad en tiempos violentos para la abstinencia monogámica.

Aquella mañana cruzaron miradas y al menos uno de ellos quedó aturdido. 

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