jueves, 8 de julio de 2010

Ricardo vuelve con el miedo

El gobernador Ricardo Colombi ensayó nuevamente el apocalipsis que se abatiría sobre Corrientes de no prosperar la inclusión de esta provincia, al programa de desendeudamiento ideado por la Nación. Para ello se quejó que la Presidenta y ningún funcionario nacional le atienden el teléfono, le contesta e-mail o le abran las puertas de oficinas ministeriales cuando va a Buenos Aires.

En la política los aliados suelen pasar de esa condición a la de amante abandonado, y lo suelen hacer con una velocidad espasmódica, algo así aparentemente padece el gobernador Ricardo Colombi a manos del kirchnerismo, este miércoles desnudó públicamente esa circunstancia al decir que en la Casa Rosada de Balcarce 50 ya nadie se acuerde de él.

“Las conversaciones con los funcionarios nacionales están absolutamente cortadas. No responden ni personalmente, ni por correo, ni el teléfono. No podemos hablar”, fue la queja en tono despechado por parte del mandatario provincial al conceder una entrevista a una radio de esta capital.

Y como casi siempre lo hace, azuzó el miedo en la población ya que esta situación de abandono por parte de la administración nacional –a su entender-, dejaría afuera a Corrientes del programa para refinanciamiento de pasivos provinciales diagramado por el ministerio de Economía nacional.

Entonces, Colombi aventuró varios males para el terruño que gobierna desde el pasado 10 de diciembre, aseguró que de no financiar sus deudas la provincia, no se podrán inyectar recursos a varias áreas del Estado; educación y seguridad a lo que se sumarán obras públicas.

Pero la inoculación del miedo tiene sus límites, Colombi se cuidó al dejar fuera del apocalipsis el pago de sueldos a la administración pública, sí sostuvo que una discusión salarial será utópica de no prosperar una refinanciación de pasivos. Tras el anunció de mejoras en los haberes públicos el martes de la semana pasada, trescientos pesos remunerativos no bonificables a todos los trabajadores y doscientos a los maestros en forma escalonada hasta llegar a diciembre, monto que fue blanqueado al básico.

Por último el gobernador lanzó un plazo que “si en 20 días no firmamos la refinanciación quedamos afuera”, lo que no sería la primera vez para Corrientes, los ejercicios 2008 y 2009 no financiaron sus pasivos y uno de los principales fogoneros de esa situación fue el propio mandatario cuando ocupaba una banca en el Senado local, en aquellos tiempos decía que los recursos que devendrían de los beneficios de virtuales refinanciaciones no iban a tener destinos ciertos o verdaderos, como ser mejoras en los sueldos.

Pero no es la primera vez que Colombi vuelve con el miedo, lo hizo en el verano pasado durante plena crisis energética, tal suicida sin compasión aventuró que los bonos regresarían a las arcas provinciales, nunca se supo si lo dijo en forma veraz, es decir si estaba convencido de que podría ser así o sólo fue una amenaza para contener a la gente ante los pedidos de recomposición salarial.

Ahora como reaseguro sostiene que una nueva discusión para subir sueldos está atada a la refinanciación de pasivos.

Lejos, muy lejos parece ser quedó aquella visita a la Quinta presidencial de Olivos pocos días después de haber ganado la gobernación tras la segunda vuelta del 4 de octubre de 2009, allí lo primero que hizo fue ir a verlo a su entonces aliado, Néstor Kirchner y a la salida de la reunión declaró a la agencia oficial de noticias TELAM que apoyaría incondicionalmente una candidatura a Presidente del actual Diputado Nacional del PJ.

Meses antes de esa foto y de la victoria de Colombi, el kirchnerismo le brindó apoyo logístico en la campaña electoral para que pueda vencer a su primo hermano, Arturo Colombi, un cobista de la primera hora que el gobierno federal quería verlo en el yugo de los vencidos y demostrar así que el vicepresidente no tiene poder de fuego electoral.

Pero como todo en la vida, esos eran otros tiempos.-

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