jueves, 19 de septiembre de 2013

La mala educación

Las costumbres campestres, rústicas, son parte de la matriz y hasta de la genética humana hablando en el
sentido figurado. El lunes pasado aún con la adrenalina alta tras ganar por algo más de cinco puntos las elecciones y convertirse en el primer gobernador reelecto en la provincia, tras el retorno de la democracia desde 1983, Ricardo Colombi, no pudo contenerse y usó los canales de comunicación que se utilizan en las estancias. Tomar de mensajero a un empleado para hacer saber de su molestia al propietario del establecimiento ajeno.

En el salón verde de la gobernación en un encuentro con periodistas nacionales el mandatario nacional se quejó del papel de los medios de comunicación en una dura campaña proselitista que había terminado en esa misma madrugada. Horas antes, consagrándolo ganador ante las huestes kirchneristas locales.
“Acá hubo mucha presión y muchos de los medios jugaron mal. Yo me jugué por muchos de ustedes”, dijo Colombi apuntando de un lado a otro con su índice a los cronistas. Preguntó entonces: “Quién es de Clarín, muy mal jugaron la última semana. El domingo jugaron pésimo”, siguió siempre en referencia al diario que es la nave insignia de la gran corporación comunicacional y agraria en el país.
El gobernador una vez identificados los dos enviados especiales del matutino porteño, continuó. “Tu jefe tiene una empresa en Mercedes así que lo conozco (José Aranda) mal jugaron. Eso de que la provincia es la más pobre del país”, siguió en la queja preocupado no porque los índices sean ciertos sino porque se conozcan tras diez años de mandato en el distrito local.

Por último y para terminar el mensaje al cronista devenido en chasqui, Colombi, razonó con el resentimiento de que todo se cobra en la vida. “Pero no importa, la vida es una rueda que gira constantemente. Yo estoy a favor de la libertad y lo defendí a tu jefe allá (Capital Federal) y sin embargo pa, pa…” simbolizó a la último como si fuera que el gran diario argentino lo destrató en los aciagos días de proselitismo. Recordó además su oposición a la Ley de Medios que desvela al emporio de firmas ligadas a la comunicación. 

El pasado 24 de agosto en plena campaña electoral, Colombi y Aranda, vicepresidente de Copra, la firma arrocera asentada en el terruño del gobernador (Mercedes), compartieron felices la ampliación de dicho emprendimiento.
La Dirección de Información Pública así se esmeró en noticiarlo: “El Mandatario Provincial acompañado por el ministro de la Producción Jorge Vara, el intendente de Mercedes Daniel Baldesari (sic), legisladores provinciales, productores arroceros y funcionarios y trabajadores de la empresa encabezados por su presidente José Aranda, concretaron en la fecha la inauguración de la ampliación de la misma, que permitirá incrementar a niveles extraordinarios la explotación arrocera en la Provincia, al punto que con este proyecto el poder de acopio de la misma estará en las 45 mil toneladas, incrementando también el secado y la recepción de la materia prima y fundamentalmente pasa de ser una firma que llegaba hasta el descascarado de arroz a una productora de arroz blanco que puede ser exportado a cualquier lugar del mundo en forma directa, todo ello merced a una inversión de 6 millones de dólares”.

Es de suponer que el mandatario provincial posee el número telefónico del poderoso empresario. Sin embargo utilizó a los cronistas para que lleven su mensaje. Aunque quizás le salió un poco mejor la jugada porque al ser una conferencia de prensa todo quedó registrado. Y se hizo público.
Pero no es la primera vez que Colombi se desbanda en sus quejas no ante quien debería hacerlo, sino ante terceros que por lo general poseen escaso o nulo poder de disuasión ante lo que dice.
En los primeros días de diciembre pasado ante este cronista protestó duramente porque el diario donde me desempeño publicó que el gobernador y el intendente de Monte Caseros, Eduardo Galantini, dirimieron una obra pública para esa comuna a través de un partido de fútbol. “Ustedes no saben nada de lo que es el fútbol. Es algo en lo que se hacen amigos y tiene una proyección social. A tu jefe le gane las elecciones con camisetas de fútbol”, se ufanó. Intuyo que se refería a Raúl “Tato” Romero Feris, propietario del tabloide donde trabajo. Lo que dijo el mandatario provincial no es del todo verdad. Los comicios a inicios de la década pasada que lo depositaron en la gobernación, estuvieron teñidos de fraude y de algunas urnas que se incineraron antes de tiempo. Y el Panu, ganó las elecciones en soledad, obviamente que al contar los votos de partidos que fueron en alianza contra dicho espacio político redoblaban la cantidad de sufragios naranjas. Pero esa es otra historia.

Nobleza obliga. Una vez sí el gobernador tomó el teléfono y se quejó personalmente a un periodista radial por sus conceptos hacia él. “Judío hijo de puta ojalá te mueras”, espectó el caudillo del otro lado de la línea. Aquella vez no hubo intermediarios.
Es difícil imaginarse que haga lo propio con Aranda.


Es de mala educación utilizar a los demás para decir lo que debería decirlo frente a frente. Quizás en lo profundo Colombi guarde una pizca de ingenuidad creyendo de que porque les dio todo a una corporación lo tratarán con idéntica pleitesía. 

P/D: audio de la queja del gobernador ante los enviados de Clarín a Corrientes para cubrir las elecciones provinciales del pasado 15 de Septiembre.

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