jueves, 19 de diciembre de 2013

Todo vuelve



La historia está hecha de ironías, de paradojas. Son parte de la construcción de la cadencia que posee el tiempo. A su vez, una dinámica cíclica. El gobernador reasumido hace una semana, Ricardo Colombi (UCR), agitó el fantasma de los bonos provinciales ante una inminente sequía de fondos. Lo que es peor, la voracidad inflacionaria que tomará más velocidad en los primeros meses de 2014.

La relación que posee Colombi con los bonos provinciales bautizados con la sigla, Cecacor (Certificado de Cancelación de deudas de Corrientes ) es casi sanguínea. Como la de sus, podría decirse, inventores. Los interventores federales cordobeses que aplicaron en Corrientes una receta ensayada en la provincia mediterránea a comienzos de la década pasada. Una seudo moneda hecha para devaluarse así misma y crear un mercado especulador. Todo ante la falta de circulante y la no emisión que dispararía aún más la inflación. Actuales empresarios millonarios de hoy, llegaron a ese estatus gracias al sideral mercado negro de los bonos en el año 2000. La mayoría de ellos cercanos al gobierno de Colombi en su primera versión de los albores de la década pasada. “Si la Nación no responde al pedido de las provincias, en marzo ya comenzarían a salir los bonos. Nosotros ya estudiamos la cuestión y es insostenible”, lanzó el gobernador en su habitual papel apocalíptico. Y agregó: “Corrientes no puede hacer ajustes salariales, nosotros ya no podemos hacer nada porque siguen sin responder”, continuó en la tradicional carga de responsabilidad en la administración nacional.

Curiosa interpretación de las cuestiones salariales del mandatario provincial que otorgó hace diez días, extras en negro a toda la administración pública para neutralizar una incipiente protesta policial. ¿Habrá gastado las últimas reservas?
Es difícil develar la verdad ante las actitudes oficiales de un consuetudinario pastorcito mentiroso.

Mientras tanto en el gobierno de la ciudad, su ¿ex? socio político el intendente capitalino, Fabián Ríos (PJ), cerró todos los acuerdos para incrementar la tarifa del transporte público de pasajeros desde el año que está por comenzar en breve. Sería de un 60% y es para amortizar lo gastado por la empresa monopólica del servicio en la Capital, con la instrumentación del boleto gratis para estudiantes primarios, secundarios y universitarios que se puso en marcha desde marzo último. Medida con fuerte tinte electoral que al PJ kirchnerista no le alcanzó para ganar las elecciones del 15 S.

A este pequeño panorama de un solo día como hoy. Jueves 19 de diciembre 2013, la gente, el eufemismo periodístico de la “gente común”, es indiferente. Llevada por los morlacos en los bolsillos y chequeando qué lugar del sur brasileño es un algo barato para veranear.
En marzo, que es cuando el apocalíptico diagnóstico de Colombi debería cumplirse: la emisión de bonos y la nueva tarifa del transporte urbano se pondría en marcha ($3,75, efectivo) y ($3,60 tarjeta), la resaca de las vacaciones oficiarán de morfina a esos caramelos amargos.

Los medios ayudan a ese adormecimiento. Hablan del universo de ofertas navideñas y recetas para evitar sofocones de calor.
Para el verano tienen dos fuertes platos de entretenimiento: catorce días de fiesta chamamecera y en febrero unas tres semanas o algo similar de carnaval 100% nativo.

Algún día seremos libres y no nos importará nada más.

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