domingo, 22 de marzo de 2009

Quién se ofrece

Quién se ofrece a llevarme de la mano por este laberinto lleno de salidas y no querer encontrar la adecuada.

A enamorarse y desamorarse en una o mil noches, pero en la mil y una lanzarse al olvido.

A no volver sino más cuando las ganas lo orden.

Quién se ofrece a mantener los timbres siempre dispuestos, los vinos descorchados y “el sí quiero” que dure sólo una velada.

Quién se ofrece a odiar como amar, al despecho, a la pasión de unos días, a la versatilidad de los amantes.

Quién se ofrece a hacerlo embriago de malbec para no recordar las verdades de borracho disfrazadas de mentira.

Quién se ofrece a descolgar este letrero de oferta y liquidación, a despabilarme de un beso, a resucitarme en otra vida.

Quién se ofrece a este material desechable, a enfrentar a este temor madre de todos los mortales.

Quién se ofrece a cambiarme sin hacérmelo saber, a mostrarme que todavía se puede aprender.

Quién me vende la redención y la quimera que todavía tengo tiempo de ser un poco más yo. Y no un EXTRAÑO.-

1 comentario:

  1. Después de leer esto se me mezclan los recuerdos.

    El primero que se me vino a la mente es aquel que todavía me queda de esos primeros minutos del 23 de junio de 2007.
    Todavía recuerdo cada letra de ese mensaje de texto cuando llegaste a tu casa: "Estoy en PAZ después de tu beso", decía.


    Después de leer este post digo: "cómo mintió aquella noche. Era ésto lo que en verdad quiere para él".

    La huida suele ser a tiempo para quienes ganan.
    Yo escapé (como los cobardes) pero ya era tarde. Sigue siendo tarde y todavía no logro comprender por qué no puedo terminar de cerrar esta puerta.
    ¿Volverán, algún día, a ser los besos los remedios para tantas heridas?

    El segundo recuerdo que se me viene a la mente es reciente. Recién leí un comentario que te dejaron en otro post que escribiste. Me parece que ese comentario va perfecto con esto que está escrito acá.
    No sé si ella se habrá ofrecido, pero imagino (por cómo sos y por lo que escribe) que consiguió hacer con vos lo que buscabas.


    Tantas sensaciones. Tantas decepciones. Tantas lágrimas derramadas sin sentido.

    Pero, lo que más me provoca dolor es que yo no buscaba a nadie, no esperaba a nadie.
    Pero un día llegaste vos, te paraste en mi camino y me hiciste quererte, me hiciste extrañarte, me hiciste construir un sueño y, de un día para el otro, me obligaste a borrarte de mi historia.

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