miércoles, 19 de diciembre de 2012
Metáfora
martes, 11 de diciembre de 2012
Como ratas en Hamelín
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Migas del Rock
jueves, 22 de noviembre de 2012
Diarios
Hay veces, muy pero muy pocas veces que los diarios te sorprenden. A los jornalistas claro está, somos como los médicos que no se asustan con la sangre o con la muerte.
Construimos las noticias con alma y manos de alfarero, sabemos cómo es escribir bien o mal de Dios. Lo mismo del satanás de turno apoltronado en el poder. Y con respecto al mentado tema de
viernes, 9 de noviembre de 2012
El muerto y el degollado
jueves, 1 de noviembre de 2012
La pastilla del diputado
viernes, 19 de octubre de 2012
Lo sacro y lo profano: Postales de un día kirchnerista en Itatí
viernes, 12 de octubre de 2012
Los diarios cada vez dicen menos
martes, 18 de septiembre de 2012
Lección de historia un domingo por la noche
lunes, 3 de septiembre de 2012
Los que más necesitan no reclaman
jueves, 30 de agosto de 2012
Como Fútbol para todos pero en Macondo
viernes, 24 de agosto de 2012
Ironías y paradojas
miércoles, 8 de agosto de 2012
Por suerte lo de las ocupaciones ilegales era todo organizado
sábado, 4 de agosto de 2012
Una fábula sobre pozos extraños
martes, 31 de julio de 2012
Aturdido, subvertido
jueves, 26 de julio de 2012
El día en que los movileros salvaron a Aguilar
martes, 17 de julio de 2012
Apostillas itateñas: un niño para Colombi y Espínola gobernador
jueves, 28 de junio de 2012
Muchachos de la UTA
viernes, 22 de junio de 2012
Desabastecimiento: confusa explicación del gobierno provincial por stock
martes, 19 de junio de 2012
Ausencias
viernes, 8 de junio de 2012
Ni chipacitos, ni sándwiches de miga. Grabadores
miércoles, 6 de junio de 2012
Sicarios
martes, 8 de mayo de 2012
Cuando el diezmo es cuestión de Estado
domingo, 15 de abril de 2012
Yo no quiero Resistencia con aguacero
Regresamos a la maldición del cajón sin su ropa a perder la calma como esa gente que la pierde por la cocaína.
Viendo a las musas irse de vacaciones y otro tanto con el primo el Nano. Sin hacer otra cosa pensando en ellos sin que se nos ocurra nada.
No pasaron ni 19 noches ni 500 días pero entendimos que debíamos jugarnos la boca en ese boulevard de sueños rotos.
No nos abandonaron ni como zapatos rotos ni nos echaron de ningún casino de dos redoblones. Porque sabíamos que hay más de cien mentiras que valen la pena antes que cortarse de un tajo las venas.
Que esa noche tras el aguacero en Resistencia le levantaríamos la falda a la luna que jugaba a las escondidas por detrás del escenario.
No queríamos contigo ni sin ti. Deseábamos el rockandroll de los idiotas como conductores suicidas sabiendo que al termino de todo regresaríamos a casa con la frente marchita. Como esas pequeñas cosas que nos hacen llorar cuando nadie nos ve.
Como es el amor de los marineros que besan y se van. Dejan una promesa, no vuelven nunca más. Entonces para esa segunda velada de martes nos pusimos el traje de pirata cojo y elegimos cada hombre que nunca seríamos en esta vida.
Porque las malas compañías son las mejores aunque tengamos un alma que perder aparcamos en curvas redentoras con las más señoras de todas las señoras y con las más putas de todas las señoras.
Sabíamos que el diario hablaría de ellos y nada de nosotros porque ellos valen más que el oro del Perú y porque son nuestra patria, afuera, no hay nada.
Entonces ocupamos nuestra localidad y prestamos atención desde que se levantó y bajó el telón.
Porque entiendo que estoy tan joven y tan viejo y porque siempre pienso en irme muy lejos. Porque esa noche no salí contigo y sin embargo se quedaron sin beatas las catedrales y fuimos dos gatos al abrigo de los portales.
Porque a mis treinta y diez a quién le importa que conserve algunos vicios si el traje de madera siquiera está probado.
Porque la noche del 9 de abril de 2012 yo no quise aguacero en Resistencia (Chaco) ni Corrientes sin ti. Ni engañarte con cualquiera ni pedir un buen champagne francés y que sea con otra.
Yo la noche del 10 abril no tuve vecinas con pucheros y como siempre no quise sembrar ni compartir.
Y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen mucho sentido.
FOTO: Juan Pablo Faccioli para el diario época
P/D: Y quien nos remolcó en la primera velada frustrada tras tanta agua del cielo.