Los diez años del kirchnerismo lograron algo. Quizás la
llamada "batalla cultural", definida así por los talibanes del relato
nacional y popular, esté siendo ganada por la facción ideada por los
patagónicos. Ahora la política y sus contiendas se pelean y defi
nen en los medios de comunicación o a través de éstos.
Incluso el Gobierno provincial, tan esmerado en desmarcarse
del sello K, juega en ese terreno muy parecido al lodazal. En las últimas 72
horas, el temporal acaecido en la Capital Federal y La Plata abrió un nuevo
capítulo en el conflicto bélico de los medios masivos.
Corrientes, la metrópoli provincial, tiene sus propias
rencillas de pago chico. Una especie de escala pequeña de las "guerras
comunicacionales de la
Gran Ciudad ".
La escalada del enfrentamiento entre las administraciones
provincial y comunal mantiene abierta la pelea y todos los días hay episodios diferentes.
El último fue una burda caricatura, una paupérrima puesta en escena: concejales
capitalinos sesionando el pasado jueves bajo el tenue brillo que daba un
conjunto de velas en la sede del Concejo Deliberante. Los representantes de los
vecinos capitalinos que pertenecen al oficialismo kirchnerista del gobierno de la ciudad están imbuidos en una
especie de resistencia revolucionaria contra el corte de energía eléctrica en
la sede comunal que ayer sumó diez días, hasta que una resolución judicial
-cautelar- puso fin a la oscuridad.
Ahora tiene un agravante ventilado por su adversario, el
Gobierno provincial, y es que el Municipio además de la energía también debería
millonarios aportes jubilatorios al Instituto de Previsión Social (IPS), ambas
cosas desmentidas por el intendente, quien arguye que todo forma parte de una
campaña de desgaste y desprestigio hacia su administración.
Así, desde las trincheras municipales redoblan la apuesta en
relatar todas las cuentas pendientes que posee el Gobierno provincial con el
comunal.
Las miserias de estar echándose culpas cual adolescentes en
proceso pleno de pubertad, lleva a los adversarios a concentrarse en versionar
cada uno a su modo la realidad.
Anteayer, a última hora de la noche la cartera de Hacienda y
Finanzas, ministerio devenido en usina comunicacional, tropezó contando dos
versiones de un solo episodio. En un mismo comunicado de prensa aseguró, datos
de por medio, que los desagües pluviales de la localidad de Gobernador Virasoro
funcionaron de óptima manera y que el ejido urbano de esa comuna -bastión del
radicalismo- no padeció inundaciones.
Sin embargo, párrafos más abajo tras un subtítulo, describía
detalladamente cómo habían sido asistidas centenares de personas cuyos barrios
sucumbieron ante el avance de las aguas, producto de las intensas lluvias del pasado
miércoles y jueves.
Los medios, éste no, que cumplen a pie juntillas con los
comunicados informativos de ambas administraciones publicaron de manera
completa ambas cosas.
Por un lado la rápida acción de las redes de desagüe
virasoreñas, y por el otro la asistencia a los inundados.
Tanto empeño en tapar el sol con las manos que la gestión
descansa en paz desde hace tiempo. Ni la Comuna ni la Provincia lograron avanzar de manera significativa
en cambios medulares que mejoren la calidad de vida de correntinos; ambos
sectores sólo se concentran en moldear la realidad cada uno a su antojo
ayudados por los medios de comunicación vernáculos.
Por ejemplo: hasta ayer en barrios capitalinos la gente
continuaba chapoteando en el barro con el agua de las últimas precipitaciones
que no puede correr porque no tiene hacia dónde porque faltan obras, falta
decisión política y madurez en todo sentido. En el sentido figurado para hacer
de la política una herramienta que mejore la existencia de los electores, que
la mejore a largo plazo y no cada vez que estén cerca las urnas. Y la literal,
que los "líderes" de ambas facciones en pugna abandonen la teoría del
miembro más extenso a la hora de medir fuerzas cual orilleros peleando en un
arrabal.
P/D: editorial diario NORTE de Corrientes. Domingo 07 de abril 2013.-
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