La política correntina tiene la capacidad, hay que saber
reconocerlo, de sorprender por medio de las mezquindades de los dirigentes que
la integran.
Ayer se vivió uno de esos episodios bizarros a los que tiene
acostumbrada a la ciudadanía, el Gobierno provincial envió a un sindicalista
amigo a arruinarle "la fiesta" a los kirchneristas capitalinos, que
ayer lograron la visita de una de las figuritas difíciles de la constelación
"K". El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, estuvo en la capital
provincial y tuvo un par de reuniones con el elegido de dicho espacio político
en suelo correntino, en el Municipio el visitante atendió una audiencia con el
intendente capitalino, Carlos Espínola (PJ), y algunos empresarios.
Pero el plato fuerte para la militancia estaba en la sede
del Sindicato de Luz y Fuerza. Hasta allí llegó el joven ministro y cuando todo
era fiesta apareció el gremialista amigo del Gobierno para echar limón a tanta
dulzura.
La escena fue de un patetismo tal que no hace más que
revelar lo rudimentaria que es la dirigencia local. Sostenido en un papel
manuscrito, el sindicalista intentó hacer reclamos de fondos que legalmente
pertenecen a la Provincia
y que según el Gobierno provincial, son retenidos por la Nación. Es curioso que
un sindicalista se convierta en fiscal de estado por unos minutos y se arroje
esa potestad.
Los recursos que solicitó cara a cara al ministro de
Economía son -entre otros- los excedentes de Salto Grande y Yacyretá. El mismo
gobierno que lo envió a inmolarse en el acto político de ayer al mediodía, es
el que renunció a ese planteo que estaba en instancia judicial iniciada por la
administración anterior. La dimisión fue como condición, impuesta por la Nación , para que Corrientes
ingrese al programa de refinanciación de pasivos provinciales a fines de 2010.
Gracias a eso el Gobierno actual no paga deudas.
Lorenzino, entre sorprendido y con deseos de irse raudamente
del lugar, atinó a dar la solución a todos esos males. La cura de la enfermedad
en el retaceo de recursos llegará cuando Espínola se apoltrone en la
gobernación local. Tal cual esgrimido por el funcionario nacional.
En tren de chiquilinadas el kirchnerismo tiene lo suyo, el
viernes hubo una cumbre de gobernadores regionales en Resistencia (Chaco) y el
ausente -no le giraron invitación- fue el radical correntino Ricardo Colombi.
Tal "ninguneo" lo padece desde hace tiempo, desde hace algunos años,
cuando dejó de ser aliado al kirchnerismo y a partir de entonces erra en soledad
e intenta usufructuar esa condición de víctima. Salvo cuando reluce su costado
más infantil en maniobras como la concretada ayer al mediodía en el sindicato
de los trabajadores energéticos.
Pero si de infantilería se trata, la misma llega hasta la
cúspide del mundo K. La presidenta de la Nación , Cristina Fernández de Kirchner, a mediados
de 2011 en teleconferencia conectada con Colombi en la Gobernación correntina
lo retó cual niño al mandatario provincial porque no vio en primera fila a su
elegido, el joven intendente capitalino. "¿Dónde está Camau? (apodo de
Espínola)... ¿Está Camau ahí?", lanzó furibunda a través del satélite.
Colombi decía que sí estaba en el lugar moviendo la cabeza de arriba hacia
abajo, y rápido la gente de ceremonial movió una silla para que el alcalde logre
el podio de la primera fila.
El juego se repite desde hace tiempo y todo indica que el
frenesí electoral seguirá por esa senda. Actitudes propias de un jardín de
infantes de jefes de Estado obligados por ley y mandato popular, a mejorar la
calidad de vida de la gente.
Pero alguna pista de lo que ocurre cuando se pernocta con
niños dio el propio Gobernador hace un tiempo. Con el alba se arriba mojado.
Una sabia definición de que con infantes no se pueden tratar cosas de
envergadura. Una significación metafórica de inmadurez para descalificar al
adversario en momentos de tensión.
En este caso: los niños que humedecen las camas, ¿son ellos?
Sus comportamientos así lo muestran al menos hasta ahora.
P/D: editorial
domingo 14 de abril. Diario NORTE de Corrientes
No hay comentarios:
Publicar un comentario