El humano es un animal de
costumbre. Suelen decir que es una máxima que nos acerca a otros seres vivos de
los cuales nos diferenciamos, supuesta y solamente, porque nosotros somos
racionales.
Acostumbrado a las
sombras, a la oscuridad. A ocultar acciones, el gobernador Ricardo Colombi,
entregó esta mañana “reconocimientos a funcionarios de la Gobernación”. En realidad,
trabajadores de Casa de Gobierno, en la que no fueron incluidos (ni uno solo) integrantes
de la Dirección de Información Pública. Se trata de agentes estatales (periodistas,
fotógrafos, camarógrafos, choferes, administrativos) que al igual e incluso más
que los reconocidos, se mantuvieron en la primera línea de trabajo junto al mandatario
provincial. Algo que seguramente lo seguirán haciendo con el sucesor del
mercedeño más famoso, hostil y rudimentario que existe en la provincia.
"Estamos dolidos. Acompañamos las tres gestiones. Viajamos sin viáticos, muchas veces en coches que no estaban bien, durmiendo en cuchitrulos en el interior de la provincia", me dijo un veterano de dicha área comunicacional cuando lo consulté si realmente nadie de Información Pública había recibido reconocimiento alguno. "También tiene mucho que ver la gestión de quien estuvo al frente todos estos años (en Información Pública)", intentó mi interlocutor encontrar una explicación al desaire. Me aclaró que en la imagen que se dio a conocer en el acto, "son chicos de un equipo llamado 2.0. Creado por funcionarios, todos son militantes del radicalismo".
Otro dato es que en 2009, cuando Ricardo Colombi volvió a la administración provincial, quitó al personal de planta y de carrera de Información Pública las recategorizaciones que habían logrado en la gestión anterior. "Dijeron que era para estudiar caso por caso, si estaban bien dadas. Nos prometieron que nos iban a devolver y nunca lo hicieron. Sólo promesas", volvió a recordar con frustración mi informante. Ese ascenso además de ser un reconocimiento a la carrera de agente estatal, significa dinero en el salario de los trabajadores. "Les terminaron dando esos beneficios a los militantes del 2.0", me dijo.
También hay otras explicaciones quizás un poco más profundas a lo básico del desagradecimiento oficial.
Hay acciones que
siendo omitidas, es una contradicción, dicen mucho de que quien las realiza.
Un rato antes del acto de
Colombi desarrollado en el Salón Amarillo de la Gobernación, el Gobernador
electo, Gustavo Valdés, dio a conocer su
gabinete que asumirá funciones el próximo domingo. En el listado de
funcionarios no figura la de quién ocupará la Dirección de Información Pública.
Claro, dirán que no es un ministerio. Eso también habla del lugar que ocupa la
comunicación para el régimen ricardista. Es entendible, la mayoría de quienes
forman parte de este régimen poseen serios problemas para expresarse. Colombi se
destaca por ser justamente el jefe máximo en esas lides.
No es la primera vez y
seguramente no será la última que el mercedeño ningunee a los trabajadores
prensa. Los llamó “muertos de hambre” y a un cronista radial: “boludo” e “idiota”.
El complejo de inferioridad del tres veces mandatario provincial siempre lo
llevó a defenestrar a la prensa de una manera sistemática a lo largo de casi 20
años en el poder. Maltrato ayudado por el silencio de medios y trabajadores de
prensa que también sistemáticamente agacharon y agacharán la cabeza. A muchos
esa acción les generó y les genera éxito. Se convirtieron en dueños de radios,
páginas web (etc) y otros pudieron conocer el extranjero. Todo regado con la
jugosa pauta oficial. Están quienes se ubican en un tercer espacio, es lo más
impresionante, padecieron y padecen el Síndrome de Estocolmo. Sienten atracción
por quien los somete.
Un poco más de 48 horas
antes de culminar su mandato, Colombi cometió a caso ¿su última infamia? antes
de replegarse del poder.
Todo indica que desde el
próximo domingo la historia de una provincia colonial como la nuestra, volverá
a repetirse. Sólo el tiempo dirá si esa reiteración será a modo de chiste o
tragedia.
Siesta
sofocante. 08 de Diciembre 2017. Corrientes.