Hay vocación suicida cuando se va hacia el abismo. Sin
escalas se apronta a saltar al vacío y ese instante, el
que dura mientras uno
cae puede pasar en fracción de segundos o años, siglos, hasta llegar al suelo,
al fondo y destrozarse.
Los diarios correntinos anidan en dicho estadio de caída.
Todavía me pregunto por qué diantres la gente los compra. Para informarse no
es, intuyo que los compra para comprar más cosas. Por los avisos. Sus pares,
los grandes diarios de la Capital Federal
donde Dios posee sus oficinas centrales, también hace tiempo están en esa caída
libre.
En sus ediciones del pasado domingo fue dantesco ver como
uno de los tabloides locales, el de mayor venta en la comarca provincial,
adornó en formato pastiche, su edición dominical retratando a madres –por ser
su día- con fotos estilo álbum familiar. El otro matutino intentó ser más
decoroso relatando historias de vida con el trillado cliché: “Pequeñas
historias de grandes madres”. El mío, es decir donde me desempeño diariamente,
vendió la derrota a la creatividad en el relevamiento consumista. Qué cosas se
les regalan a las mujeres madres en su día, obviamente, en su mayoría cosas
para el hogar y que de es manera la mina labure más cómoda en los quehaceres
domésticos.
La nada de la nada misma. Vacuidad por doquier en un
derrotero sin decoro en la desaparición de los diarios de papel. Gran parte
estriba en la mentalidad patronal rural de los dueños a quienes sólo les
importa alimentar sus empresas satélites a través de los tabloides y otro tanto
a nosotros, a los escribas con cabezas quemadas a quienes ya no se nos cae una
idea aunque nos estrellemos en motocicleta contra un muro sin llevar casco.
Pero más peor para las “plumas” destacadas que de vez en
cuando intentan dibujar garabatos de pensamiento estampando sus rúbricas sin
reparar en esto. A ellos sólo les importa el cinismo del reconocimiento
cholulo, farolero. Cuando es música para sus oídos: “Qué buen artículo”, “Es la
pura verdad”, “Qué acertado”, etc, etc, etc….Pero no advierten ¿no advierten?
Que en esta caída libre de los diarios abunda lo patético de los lugares
comunes y del discurso que sólo le interesa al Status Quo.
P/D: el rejunte de tapas lo hizo Nicolas Silva, compañero de redacción. Aclaración, la tapa del diario época pertenece a la edición dominical del día de la madre pero de 2012. La del Litoral es del domingo 20 de octubre de 2013.
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