lunes, 15 de julio de 2013

Utrasa y la emigración correntina

En pocos días, un emprendimiento que supo ser estandarte en Corrientes, desembarcará en la vecina provincia del Chaco. Puntual­mente en Resistencia, la planta de fabrica­ción de calzados de la Cooperativa Utrasa se insta­lará en la vecina capital porque allí le dan lo que en su tierra le niegan: más elementos, más herramientas para trabajar.
Se debe a que la Cooperativa, que car­ga además con el plus de ser una fábrica recuperada por sus operarios tras quebrar, tiene un sobreexce­dente de producción y necesita justamente extender su producción de zapatillas.

De no darse esto, todo lo que produce de más sin poder comercializarlo le generaría pér­didas.La historia es fascinante y des­cribe la desidia que se mantiene en la dirigencia local para crear y cuidar el trabajo privado. Algo que tanto pregonan los postu­lantes a ocupar cargos políticos, pero que en la realidad, como es el caso de Utrasa, va por otro lado.
 “Esta es una industria con un potencial enorme en todo el país; el año pasado en la Argentina se produjeron 110 millones de pares, de los cuales, 100 millones son de fabricación nacional”, dijo el minis­tro de Industria chaqueño, Sebastián Agostini; otro dato, dicha cartera no existe en Corrientes. Sólo la de Producción dedicada casi en su totalidad al fomento del arroz y derivados de cuestiones agropecuarias. El funcionario de la vecina provincia se había en­contrado en Puerto Iguazú con el titular de la coo­perativa originaria de San Luis del Palmar, Roberto Espínola. En la ciudad misionera se llevaba acabo un encuentro de fábricas recuperadas y al regresar a Chaco, Agostini de inmediato se cruzó el río Paraná y visitó las instalaciones de la planta en cuestión.

El pasado lunes se rubricó entre las partes un con­venio por el cual la Cooperativa correntina ocupará un predio cercano a la Sociedad Rural de Chaco: “De acuerdo con los plazos del proyecto, la fábrica co­menzará a funcionar en septiembre, con el objetivo de alcanzar antes de fin de año los 500 pares diarios de producción.
En Resistencia, el taller de confeccio­nes de zapatos, zapatillas y calzados producirá para primeras marcas, entre las que se destacan Grimoldi y Funcional”, explicó Agostini, y fin de la historia. La empresa cooperativista podrá cumplir con sus estándares de productividad, mejorar sus calzados y por sobre todo, jerarquizar el trabajo y condiciones laborales de sus operarios. ¿Y en la República de Corrientes?

De este lado del Paraná pareciera que sólo hay lu­gar al viejo sueño de la Argentina agroexportadora que le valió el mote de granero del mundo.
El desa­rrollo industrial sólo figura en los extensos discursos y promesas de campaña. Incluso, y sólo por dar un ejemplo, el pos­tulante del kirchnerismo a nivel provincial -Carlos Espínola- ha­bía prometido a Utrasa que lo que necesitaba la cooperativa llegaría una vez que el intendente capita­lino alcance la gobernación. Por su parte, el adversario del joven alcalde, el gobernador Ricardo Colombi (UCR), concentra su es­mero en la materia agropecuaria, lo que no está mal ni equivocado, pero condena a Corrientes a ser lo que fue hasta ahora. Una pro­vincia dedicada sólo a la producción primaria sin po­sibilidades de despegar de ese sitio que la mantiene anclada en esa polaroid de comienzos del siglo pa­sado. 

Las comparaciones, como lo indica su naturaleza, siempre son odiosas, en este caso mucho más, ya que en la vecina provincia también hay muchos proble­mas básicos como los tiene Corrientes. Pero lo de Utrasa, su emigración, no deja de ser una constan­te en la historia de la correntinidad.


Centenares de comprovincianos que para ser dignos y no vivir de las dádivas políticas o del empleo público, algo que a veces roza lo primero, tuvieron que tomar el penoso camino del exilio interno, irse a las grandes ciudades del país o como en este caso, a capitales del NEA. El énfasis que puso el Gobierno provincial por estos días en dar aumentos y “extras en negro” a la masa salarial de agentes estatales, pareciera explicar la matriz de una emigración que no se detiene. Sólo mutó sus formas en el siglo XXI.

P/D: editorial NORTE de Corrientes domingo 14 de julio

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