Veo caer, desaparecer a este primer domingo de enero.
Algo extraño tiene lo primero y lo último en las
cosas, en los días y parece mucho más en los años. No sé, un tono fatalista quizás.
Busco hacer figuras con las nubes que se tornan
rojizas. Logro un dragón con su boca abierta y una cola mediana.
En esta hora crucial como casi siempre me interrogo:
hasta cuándo deberé tenerte para olvidarte.
Me consuelo a veces ilusionándome que todo es un
chiste, como un mal entendido y que todo regresará en breve a la normalidad.
Es así cuando pienso en un título esperanzador.
Para vivir unos días de love.
Domingo 06 de enero, 20:13. Corrientes, Capital.
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