Las costumbres campestres, rústicas, son parte de la matriz
y hasta de la genética humana hablando en el
sentido figurado. El lunes pasado
aún con la adrenalina alta tras ganar por algo más de cinco puntos las
elecciones y convertirse en el primer gobernador reelecto en la provincia, tras
el retorno de la democracia desde 1983, Ricardo Colombi, no pudo contenerse y usó
los canales de comunicación que se utilizan en las estancias. Tomar de
mensajero a un empleado para hacer saber de su molestia al propietario del
establecimiento ajeno.
En el salón verde de la gobernación en un encuentro con
periodistas nacionales el mandatario nacional se quejó del papel de los medios
de comunicación en una dura campaña proselitista que había terminado en esa
misma madrugada. Horas antes, consagrándolo ganador ante las huestes
kirchneristas locales.
“Acá hubo mucha presión y muchos de los medios jugaron mal.
Yo me jugué por muchos de ustedes”, dijo Colombi apuntando de un lado a otro
con su índice a los cronistas. Preguntó entonces: “Quién es de Clarín, muy mal
jugaron la última semana. El domingo jugaron pésimo”, siguió siempre en
referencia al diario que es la nave insignia de la gran corporación
comunicacional y agraria en el país.
El gobernador una vez identificados los dos enviados
especiales del matutino porteño, continuó. “Tu jefe tiene una empresa en
Mercedes así que lo conozco (José Aranda) mal jugaron. Eso de que la provincia
es la más pobre del país”, siguió en la queja preocupado no porque los índices
sean ciertos sino porque se conozcan tras diez años de mandato en el distrito
local.
Por último y para terminar el mensaje al cronista devenido
en chasqui, Colombi, razonó con el resentimiento de que todo se cobra en la
vida. “Pero no importa, la vida es una rueda que gira constantemente. Yo estoy
a favor de la libertad y lo defendí a tu jefe allá (Capital Federal) y sin
embargo pa, pa…” simbolizó a la último como si fuera que el gran diario
argentino lo destrató en los aciagos días de proselitismo. Recordó además su oposición a la Ley de Medios que desvela al emporio de firmas ligadas a la comunicación.
El pasado 24 de agosto en plena campaña electoral, Colombi y
Aranda, vicepresidente de Copra, la firma arrocera asentada en el terruño del
gobernador (Mercedes), compartieron felices la ampliación de dicho
emprendimiento.
Es de suponer que el mandatario provincial posee el número telefónico
del poderoso empresario. Sin embargo utilizó a los cronistas para que lleven su
mensaje. Aunque quizás le salió un poco mejor la jugada porque al ser una
conferencia de prensa todo quedó registrado. Y se hizo público.
Pero no es la primera vez que Colombi se desbanda en sus
quejas no ante quien debería hacerlo, sino ante terceros que por lo general
poseen escaso o nulo poder de disuasión ante lo que dice.
En los primeros días de diciembre pasado ante este cronista
protestó duramente porque el diario donde me desempeño publicó que el
gobernador y el intendente de Monte Caseros, Eduardo Galantini, dirimieron una
obra pública para esa comuna a través de un partido de fútbol. “Ustedes no
saben nada de lo que es el fútbol. Es algo en lo que se hacen amigos y tiene
una proyección social. A tu jefe le gane las elecciones con camisetas de
fútbol”, se ufanó. Intuyo que se refería a Raúl “Tato” Romero Feris, propietario
del tabloide donde trabajo. Lo que dijo el mandatario provincial no es del todo
verdad. Los comicios a inicios de la década pasada que lo depositaron en la
gobernación, estuvieron teñidos de fraude y de algunas urnas que se incineraron
antes de tiempo. Y el Panu, ganó las elecciones en soledad, obviamente que al
contar los votos de partidos que fueron en alianza contra dicho espacio
político redoblaban la cantidad de sufragios naranjas. Pero esa es otra
historia.
Nobleza obliga. Una vez sí el gobernador tomó el teléfono y
se quejó personalmente a un periodista radial por sus conceptos hacia él.
“Judío hijo de puta ojalá te mueras”, espectó el caudillo del otro lado de la
línea. Aquella vez no hubo intermediarios.
Es difícil imaginarse que haga lo propio con Aranda.
Es de mala educación utilizar a los demás para decir lo que
debería decirlo frente a frente. Quizás en lo profundo Colombi guarde una pizca
de ingenuidad creyendo de que porque les dio todo a una corporación lo tratarán
con idéntica pleitesía.
P/D: audio de la queja del gobernador ante los enviados de Clarín a Corrientes para cubrir las elecciones provinciales del pasado 15 de Septiembre.
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