Soñé que bailamos. Abrazados por el comedor como aquella vez.
Quizás la única que hayamos compartido una danza.
La lluvia puso un gran toque de nostalgia y melancolía sobre
sus cabellos grisáceos que hizo el momento más intenso.
Pude hasta llegar a sentir su sonrisa y hundirme en la
profundidad de sus ojos. Su rosada piel suave como la porcelana. Y bailamos y
hablamos y soñé profundamente esas cosas que nunca se las dije no porque no
quisiera sino porque ella lo sabía a la perfección. Tanto como cuando nos
mirábamos y nos leíamos la mente.
Fueron pocos minutos
pero el bálsamo me sirvió para traerla de aquel lugar desconocido pero
imaginado por los mortales y volver hacerla terrenal, humana, corpórea. Así fue
mi sueño de este 1º de Enero para esquivar las filosas dagas que tienen y son
usadas por las fechas complotadas con los recuerdos.
P/D: Me dijeron que la vida solo es vida si hay amor
Yo te juro que mi vida, no es vida si no estás vosCorrientes no tiene invierno pero junio te llevó
Y yo me muero de frío sobre tú ausencia mi amor.
Para volver a soñar. Autores: Julián Zini, Ricardo "Tito" Gómez
Uno se cree
ResponderEliminarque las mató
el tiempo y la ausencia.
Pero su tren
vendió boleto
de ida y vuelta.
Son aquellas pequeñas cosas,
que nos dejó un tiempo de rosas
en un rincón,
en un papel
o en un cajón.
Como un ladrón
te acechan detrás de la puerta.
Te tienen tan
a su merced
como hojas muertas
que el viento arrastra allá o aquí,
que te sonríen tristes y
nos hacen que
lloremos cuando
nadie nos ve.