viernes, 26 de agosto de 2011

Entre lo público y lo privado

Como suele suceder porque en definitiva esa es su naturaleza la política es dinámica y en los tiempos que corren pragmática. O al mejor decir, quienes la aplican son pragmáticos y conocedores de los tiempos justos, oportunos, como los que corren.

Sobre estas verdades de Perogrullo un par de episodios se produjeron en las últimas semanas y días: por ejemplo el Estado provincial avanzó con sendas medidas muy positivas como extender la cobertura social de la provincia –IOSCOR- a sectores que no pueden pagar prepagas cuyos costos se eyectaron a las nubes por la inflación.

En ese esquema el gobernador Ricardo Colombi avanzó con la rúbrica para afiliados de los Colegios de Abogados de esta capital y al de Ciencias Económicos. Luego redobló la apuesta y fue por sectores ultra sensibles y muy populares como ser la entidad que nuclea a músicos de todos los géneros para lo cual armó un gran despliegue escénico en el patio interno de casa de gobierno.

Algo muy similar a lo ocurrido ayer con las asociaciones que nuclean a los trabajadores del volante; remiseros y conductores de transportes escolares. Cualquiera que viera esto diría que estamos ante un gobierno progresista y popular, términos tan en boga en estos tiempos.

Sin embargo hay otra imagen que expuesta ante la anterior parece distorsionar la visión. Con idéntico esmero la administración provincial privatizó el Hotel de Turismo y si la palabra “privatizar” asusta, más puntual es “concesionó”, por dos décadas el viejo hospedaje que sería como una de las últimas alhajas de la abuela. Además una de las firmas que lograron ganar el concurso de oferta obtuvo la prórroga en la “concesión” del negocio de los juegos de azar.

Un edificio que es patrimonio histórico de la ciudad y de la provincia capituló ante un moderno hotel que promete ser de cinco estrellas y nueve pisos con una vista impagable al majestuoso Paraná.

El miércoles pasado a la hora de informar la inauguración de la primera etapa de las obras el gobierno explicó las bondades de haber “concesionado” por veinte años la administración del remozado hotel. Habló de desinversión arrastrada desde los ’80 y que de una vez por todas la ciudad capital de la provincia tendrá un albergue con estándares mundiales. Un discurso que remite a los ’90 y se sobrepone a las medidas populares como la cobertura del IOSCOR. Lo público y lo privado en tiempos muy cercanos a las urnas

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