Ella dijo.
Lo que pasa es que los
gatos eligen: cómo, cuándo y dónde quererte. Es el amor más genuino. Sin embargo
el perro siempre anda arrastrado.
¿Y vos si vas a elegir que
alguien te quiera, cuál de los dos, es el amor que preferís?
Aún estaba lejos el
patíbulo en que suele convertirse el atardecer del domingo. Pero fue tan o más contundente
que eso.
Sólo atiné a escribirlo y
luego mirar fijamente la copa con malbec.
Corrientes 30
de Septiembre 13:47
(primavera tras
una noche de tormenta)