Votan a un
tipo que dice que las mujeres deben quedarse en su casa. Que no deben trabajar
y su tiempo tiene que ser dedicado a la crianza de los hijos y las tareas
domesticas. En el siglo XXI este gran estadista entiende que esa es la mejor
forma de consolidar la familia. Votan quizás a ese modelo de familia que dejó
de existir hace al menos 25 años. Producto de la dinámica de constante mutación
del mundo y de sus épocas.
Votan a un
maltratador consuetudinario que no sabe hablar y mucho menos escribir.
Votan a un
tipo con serios problemas de seguridad. Padece un complejo de inferioridad por
su origen. Es del interior provincial y detesta a los capitalinos. Sin embargo
supo entender a la perfección la matriz de la correntinidad. Una de sus
principales fortalezas.
Votan a un
tipo que se refirió a los periodistas como “muertos de hambre”. A los mismos a
quienes él les tira migajas mientras se hizo millonario durante todos estos
años. Casi dos décadas. Esa hambruna a la que se refirió seguramente no incluirá
los voluminosos expedientes de publicidad oficial. Un diario gráfico que es de
distribución gratuita es financiado con esos recursos oficiales. Se trata de una
especie de boletín gubernamental. Donde se tira estiércol a los opositores. Eso,
sólo por mencionar un ejemplo. Luego hay una constelación de medios de
comunicación de todo tipo que son sostenidos con ese método de financiamiento.
Votan al
tipo que no hace cumplir ningún tipo de Ley laboral tanto en el sector privado
como en el público.
Votan a una
palabra: Cambio. En manos y bocas de tipos que llevan casi 20 años sin hacer
nada. Que se especializaron en mantener el estado de conservación de una
economía provincial primarísima. Criar vacas, plantar indiscriminadamente
árboles para talarlos y que su industrialización se haga en otras provincias.
Votan a un
tipo que cinco días antes de las elecciones da “un plus de $400 por única vez
por la conmemoración del día del padre”. En cualquier lugar del país ese monto
habría sido escupido por sus beneficiarios. Votan al monto duplicado de la
Tarjeta Sapucay “por única vez”. Ese plástico para gente que no tiene nada de
recursos este mes alcanzó la friolera de $350. Cuando no hay urnas a la vista
es la mitad de dicho monto. Votan eso. Y votan la bolsa de mercadería el día de
la elección.
Votan a un
excelente administrador de pobres. Unos 70 mil empleados públicos que en un 50%
no superan los $10 mil de salario. Votan la no creación de empleo privado
porque tampoco hay mano de obra calificada para ocuparlos en caso de que alguna
industria se asiente en esta tierra. Votan los elevados índices de deserción
escolar y al creciente número de niños que van a la escuela, pero para al menos
comer una vez al día.
Votan un
homofóbico que utiliza esa atracción, como si fuera una desviación sexual, para presionar a sus adversarios y
funcionarios judiciales. Hacerlo público o exhibirlo en
sus círculos sociales.
Votan a un
gobernador que interrumpió un procedimiento antidroga. Se paró frente a los
policías que allanaban una vivienda y los increpó como un barra brava. Su imagen
difundida en canales nacionales era la de un patrón de estancia en la época de
la Confederación. Nunca una imagen más nítida de lo que realmente es. Votan eso.
Esa estampa de mandamás.
Votan a un
mandatario que en una localidad del distrito que gobierna, dijo desconocer que
allí había un centro de acopio de estupefacientes. Funcionó en poder de al menos tres bandas con
ramificaciones en gran parte del norte del país. Pero el estadista al que votan
no sabía nada. Tampoco sabía al que votan, que parte del dinero de ese ilícito
financió campañas de diferentes sectores políticos. Sin distinción de colores.
Votan al: “Vivimos
con lo nuestro. Con nuestras alegrías y tristezas. Al somos de carne y hueso” y
una larga lista de frases hechas tan vacuas como la gestión provincial de todos
estos años. Tan llena de nada. De que nada se modifique y de que todo hay que
esperar del Estado. Votan eso. Entrar a la policía o al Instituto de Formación
Docente. Después, a esperar la designación un cargo.
Votan al
pago millonario de una publicidad no tradicional en el programa de Marcelo
Tinelli, para promocionar al candidato a intendente del estadista. Candidato,
ahora, electo. Votan un relato que es bajado con pulcritud por los medios de
comunicación que recitan el verso del mandamás.
Votan la
idea de que el Carnaval local es un evento intergaláctico y hace mucho tiempo pasó
a ser una fiesta pueblerina. Una hoguera de las vanidades. Una kermes
organizada a las apuradas. Votan al Chamamé que lo llevan al mismo destino que el
show de las plumas.
Votan lo que
quieren ser pero nunca serán. Porque en realidad votan lo que realmente son. Una
comarca de ciegos donde el único tuerto infame es el rey.
**********
Lunes 05 de
Junio de 2017, 00:47. En Corrientes Capital ganó la elección a intendente de dicho
municipio, Eduardo Tassano (UCR). Postulante elegido por el dedo índice del
Gobernador, Ricardo Colombi (UCR).
Foto editada:
M.M